Bueno, pues miren nomás, la cosa está que arde en la Asamblea. El diputado Alexander Barrantes, ese que siempre anda dando vueltas, ahora sí metió el pie donde no debe. Resulta que tuvo un pequeño encontronazo en un estacionamiento privado –nada de autovías ni cosas graves, eh– y la fracción oficialista no tardó en reaccionar. Parece que la cosa no se quedó ahí y le dieron un buen regaño público, pa' que aprenda la lección.
Según el comunicado que mandaron a relucir, la diputada Pilar Cisneros, que es la jefa de la fracción, dejó claro que Barrantes tiene que andar con cuidado. Le recordó, como si fuera un niño, que tiene que comportarse acorde a su cargo y que representa a toda la gente. Uno pensaría que un diputado ya debería saber eso, ¿verdad? Pero bueno, nunca se sabe, algunos todavía andan como perdidos.
Lo cierto es que la fracción se guardó todas las cartas. Dijeron que van a esperar a ver qué dice la investigación de las autoridades, pa’ decidir si le dan más duro o si dejan irlo así como así. Eso sí, dejaron caer que “nunca más debe repetirse este comportamiento”. Imaginen, como si fuera la primera vez que alguien hace algo raro en la Asamblea... ¡Qué te digo!
Ahora bien, Barrantes, aparentemente, aceptó la bronca y pidió disculpas públicas. Dijo que lamento mucho los problemas que causó y que asumirá las consecuencias que le toquen. Lo bueno es que no hubo heridos, aunque el carro seguramente quedó feo. Algunos dicen que estaba distraído pensando en la próxima campaña… ¡Uy, diay!
Pero vamos, esto nos demuestra que nadie está exento de meter la pata, ni siquiera los diputados. Aunque a veces uno piensa que ellos viven en otra onda, desconectados de la realidad del pueblo. Se creen dueños de verdad, ¿saben? Pero la vida les da sus cachetadas, y parece que esta vez les tocó a Barrantes. Más le valdría aprender la lección y empezar a ponerle más empeño al trabajo que le pagan.
Y hablando de plata, me pregunto cómo hacen estos políticos para justificar todos esos privilegios que tienen. Mientras tanto, el mae promedio apenas alcanza a llegar a fin de mes. Es que da unas ganas de decir, “¡por favor!” Pero bueno, supongo que así es la política, un mundo aparte, donde las reglas no aplican igual para todos.
La verdad es que esto del diputado Barrantes me recuerda a aquella vez que el alcalde de Escazú chocó la camioneta municipal. ¡Qué humareda! Al final, tuvo que pagar una multa y pedir perdón a la ciudadanía. Pero la imagen nunca volvió a ser la misma. Creo que a Barrantes le pasará algo parecido: aunque salga ileso legalmente, su credibilidad ya quedó tocada.
En fin, queda la gran pregunta: ¿Será que este incidente servirá para que los diputados empiecen a ponerle más atención a lo que hacen y piensen un poquito más en la gente a la que representan? O simplemente será otro episodio más en la larga lista de meteduras de pata de nuestros políticos... ¿Ustedes qué opinan, creyer ustedes que este llamado va a servir para que el diputado Barrantes cambie su actitud o cree que esto es pura paja y seguirá haciendo de las suyas?
Según el comunicado que mandaron a relucir, la diputada Pilar Cisneros, que es la jefa de la fracción, dejó claro que Barrantes tiene que andar con cuidado. Le recordó, como si fuera un niño, que tiene que comportarse acorde a su cargo y que representa a toda la gente. Uno pensaría que un diputado ya debería saber eso, ¿verdad? Pero bueno, nunca se sabe, algunos todavía andan como perdidos.
Lo cierto es que la fracción se guardó todas las cartas. Dijeron que van a esperar a ver qué dice la investigación de las autoridades, pa’ decidir si le dan más duro o si dejan irlo así como así. Eso sí, dejaron caer que “nunca más debe repetirse este comportamiento”. Imaginen, como si fuera la primera vez que alguien hace algo raro en la Asamblea... ¡Qué te digo!
Ahora bien, Barrantes, aparentemente, aceptó la bronca y pidió disculpas públicas. Dijo que lamento mucho los problemas que causó y que asumirá las consecuencias que le toquen. Lo bueno es que no hubo heridos, aunque el carro seguramente quedó feo. Algunos dicen que estaba distraído pensando en la próxima campaña… ¡Uy, diay!
Pero vamos, esto nos demuestra que nadie está exento de meter la pata, ni siquiera los diputados. Aunque a veces uno piensa que ellos viven en otra onda, desconectados de la realidad del pueblo. Se creen dueños de verdad, ¿saben? Pero la vida les da sus cachetadas, y parece que esta vez les tocó a Barrantes. Más le valdría aprender la lección y empezar a ponerle más empeño al trabajo que le pagan.
Y hablando de plata, me pregunto cómo hacen estos políticos para justificar todos esos privilegios que tienen. Mientras tanto, el mae promedio apenas alcanza a llegar a fin de mes. Es que da unas ganas de decir, “¡por favor!” Pero bueno, supongo que así es la política, un mundo aparte, donde las reglas no aplican igual para todos.
La verdad es que esto del diputado Barrantes me recuerda a aquella vez que el alcalde de Escazú chocó la camioneta municipal. ¡Qué humareda! Al final, tuvo que pagar una multa y pedir perdón a la ciudadanía. Pero la imagen nunca volvió a ser la misma. Creo que a Barrantes le pasará algo parecido: aunque salga ileso legalmente, su credibilidad ya quedó tocada.
En fin, queda la gran pregunta: ¿Será que este incidente servirá para que los diputados empiecen a ponerle más atención a lo que hacen y piensen un poquito más en la gente a la que representan? O simplemente será otro episodio más en la larga lista de meteduras de pata de nuestros políticos... ¿Ustedes qué opinan, creyer ustedes que este llamado va a servir para que el diputado Barrantes cambie su actitud o cree que esto es pura paja y seguirá haciendo de las suyas?
