¡Pero qué vaina, raza! Ya nos agarró la costumbre de perder media hora de nuestra vida diaria atascados entre Pavas y la Ruta 27, pero ahora esto se pone peor. Resulta que el proyecto largamente esperado para aliviar el “tapón” más famoso del país se ha ido a postergar, ¡hasta el 2026! Sí, leyeron bien, dos años más de pura torta.
Y no es que estemos hablando de algo menor, mi gente. Este embudo no solo nos roba tiempo valioso, sino también combustible, paciencia y, seamos honestos, ¡un buen pedazo de salud mental! Desde que me acuerdo, el tramo que une la zona industrial de Pavas con la carretera a Caldera es un cuello de botella monumental. Camiones, buses, taxis, jeeps… todos chocando en un espacio reducido. Antes perdíamos unos cinco minuticos; ahora, ¡más de cuarenta y cinco!
Si tú eres de los que tienen que salir temprano para trabajar, llevar los niños al colegio o simplemente hacer unas compras rápidas en Escazú, seguro te sientes identificado. Ese viaje que debería durar un ratito, se transforma en una verdadera odisea. Y eso sin contar el estrés de estar pegado en el tráfico, empujando el claxon y rezándole a Dios para llegar a tiempo a donde tienes que ir. ¡Es una tortura, diay!
Las excusas, como siempre, son las mismas: problemas de presupuesto, trámites burocráticos interminables, renegociaciones con la concesionaria. Pero ya estamos cansados de escucharé las mismas canciones viejas. Mientras tanto, seguimos tragándonos el sapo y viendo cómo el tráfico sigue creciendo a un ritmo alarmante. No es justo, maquina, no es justo.
Y ni hablemos del impacto económico que esto tiene en las empresas ubicadas en Pavas. Industrias, oficinas, centros de distribución… todos sufren las consecuencias del tráfico infernal. Los camiones de reparto llegan tarde a sus destinos, los empleados pierden tiempo valioso en el camino, y al final, la productividad se resiente. ¡Es un círculo vicioso que nadie parece querer romper!
En redes sociales, la reacción no se hizo esperar. Un mar de quejas, críticas y memes inundaron Facebook, Twitter e Instagram. La gente está harta, diay, y con razón. Dicen que mientras el gobierno anuncia proyectos grandilocuentes para el futuro, las soluciones básicas y urgentes se quedan estancadas en papeles. Añadir un carril de aceleración, mejorar la señalización, optimizar el flujo de tránsito… cosas sencillas que podrían aliviar la situación, pero que parecen imposibles de lograr.
Lo que más molesta a la gente es la falta de compromiso. Prometen y prometen, pero nunca cumplen. Nos dan largas, nos toman el pelo y nos dejan a nuestro suerte en medio del embudo. Se dice que la infraestructura del país no da abasto al crecimiento de la flota vehicular, y que la planificación urbana está totalmente desfasada. Pero bueno, ¿qué vamos a hacer nosotros?
Con todo esto, la pregunta que ronda por la cabeza de muchos es: ¿Será que alguna vez veremos una solución real a este problema? ¿O tendremos que resignarnos a pasar el resto de nuestras vidas atrapados en el embudo de Pavas? ¡Compas del Foro, díganme qué opinan ustedes! ¿Creen que realmente podremos ver mejoras en el tráfico antes de 2026 o es mejor empezar a buscar otra ruta… o comprar un helicóptero?
Y no es que estemos hablando de algo menor, mi gente. Este embudo no solo nos roba tiempo valioso, sino también combustible, paciencia y, seamos honestos, ¡un buen pedazo de salud mental! Desde que me acuerdo, el tramo que une la zona industrial de Pavas con la carretera a Caldera es un cuello de botella monumental. Camiones, buses, taxis, jeeps… todos chocando en un espacio reducido. Antes perdíamos unos cinco minuticos; ahora, ¡más de cuarenta y cinco!
Si tú eres de los que tienen que salir temprano para trabajar, llevar los niños al colegio o simplemente hacer unas compras rápidas en Escazú, seguro te sientes identificado. Ese viaje que debería durar un ratito, se transforma en una verdadera odisea. Y eso sin contar el estrés de estar pegado en el tráfico, empujando el claxon y rezándole a Dios para llegar a tiempo a donde tienes que ir. ¡Es una tortura, diay!
Las excusas, como siempre, son las mismas: problemas de presupuesto, trámites burocráticos interminables, renegociaciones con la concesionaria. Pero ya estamos cansados de escucharé las mismas canciones viejas. Mientras tanto, seguimos tragándonos el sapo y viendo cómo el tráfico sigue creciendo a un ritmo alarmante. No es justo, maquina, no es justo.
Y ni hablemos del impacto económico que esto tiene en las empresas ubicadas en Pavas. Industrias, oficinas, centros de distribución… todos sufren las consecuencias del tráfico infernal. Los camiones de reparto llegan tarde a sus destinos, los empleados pierden tiempo valioso en el camino, y al final, la productividad se resiente. ¡Es un círculo vicioso que nadie parece querer romper!
En redes sociales, la reacción no se hizo esperar. Un mar de quejas, críticas y memes inundaron Facebook, Twitter e Instagram. La gente está harta, diay, y con razón. Dicen que mientras el gobierno anuncia proyectos grandilocuentes para el futuro, las soluciones básicas y urgentes se quedan estancadas en papeles. Añadir un carril de aceleración, mejorar la señalización, optimizar el flujo de tránsito… cosas sencillas que podrían aliviar la situación, pero que parecen imposibles de lograr.
Lo que más molesta a la gente es la falta de compromiso. Prometen y prometen, pero nunca cumplen. Nos dan largas, nos toman el pelo y nos dejan a nuestro suerte en medio del embudo. Se dice que la infraestructura del país no da abasto al crecimiento de la flota vehicular, y que la planificación urbana está totalmente desfasada. Pero bueno, ¿qué vamos a hacer nosotros?
Con todo esto, la pregunta que ronda por la cabeza de muchos es: ¿Será que alguna vez veremos una solución real a este problema? ¿O tendremos que resignarnos a pasar el resto de nuestras vidas atrapados en el embudo de Pavas? ¡Compas del Foro, díganme qué opinan ustedes! ¿Creen que realmente podremos ver mejoras en el tráfico antes de 2026 o es mejor empezar a buscar otra ruta… o comprar un helicóptero?
