¡Ay, Dios mío! ¿Se imaginan qué bronca se armó ayer en la Asamblea? Resulta que la diputada Dinorah Barquero, conocida por meterle candela a las cosas, se enredó en un debate bastante caliente con el diputado Gilbert Jiménez en la Comisión de Seguridad y Narcotráfico. Al final, pareció más una pelea por el micro que por la seguridad nacional, chango.
La raíz del problema, según testigos (y varios mensajes de WhatsApp que circularon), fue el manejo de la palabra durante la discusión de un proyecto de ley sobre la prisión preventiva. Jiménez, quien preside la comisión, parecía tener sus propios planes para quién hablaba y cuándo, lo que provocó el furor de Barquero y otras diputadas, especialmente Gloria Navas, que no se quedó callada ni un momento.
"Usted no puede bloquear los micrófonos, con todo respeto. Me parece que si va a hacer un juego indebido no puede ser", soltó Navas, dejando claro que no iba a tragarse cualquier imposición. La cosa escaló rápido porque Jiménez, en respuesta, pidió un receso, una jugada que Barquero y Navas vieron como una forma de evitar seguir discutiendo. ¡Qué brete!
Pero lo que realmente encendió las alarmas fue la declaración de Barquero, quien acusó a Jiménez de actuar de manera "arrogante, prepotente y machista". Lo más fuerte vino después: "En esta comisión hay un trato diferente entre las mujeres y los varones. Usted para estar igual al Presidente de la República lo único que le falta aquí es amenazar con quitar visas...”. ¡Uy, ahí sí que metió mano a la madeja!
Barquero argumentó que las acciones de Jiménez eran una muestra de autoritarismo y machismo, y que parecían sacadas directamente del manual del Presidente Chaves. Incluso mencionó que estaba manejando la comisión como si fuera a quitarles el derecho a hablar, ¡qué carga! Otros diputados, como Kattia Cambronero, Alejandra Larios y Priscilla Vindas, se sumaron a las críticas, señalando que Jiménez les había excluido de una reunión con el presidente de la Corte de Justicia, Orlando Aguirre. Dicen que la comunicó a algunos diputados, pero dejó fuera a las señoras.
Ahora, mucha gente se pregunta si este episodio es simplemente una pelea interna por el poder dentro de la comisión, o si refleja una dinámica más profunda de desigualdad de género en la política costarricense. Algunos analistas políticos señalan que, aunque Jiménez niegue las acusaciones, este incidente podría dañar su imagen pública y afectar la percepción del partido Liberal Progresista (PLP).
Lo cierto es que la discusión generó un gran revuelo en redes sociales, donde usuarios compartieron videos y capturas de pantalla del intercambio, añadiendo sus propias opiniones y memes. Hay quienes defienden a Jiménez, argumentando que solo intentaba mantener el orden en la comisión, mientras que otros lo critican duramente por su presunta actitud machista. ¡Qué torta el circo mediático que se armó!
Considerando el ambiente tenso y las fuertes acusaciones vertidas, ¿creen que la Comisión de Seguridad y Narcotráfico necesita urgentemente implementar protocolos claros para garantizar la igualdad de oportunidades y el respeto mutuo entre sus miembros, o es simplemente otro caso de calentura política que se resolverá pronto?
La raíz del problema, según testigos (y varios mensajes de WhatsApp que circularon), fue el manejo de la palabra durante la discusión de un proyecto de ley sobre la prisión preventiva. Jiménez, quien preside la comisión, parecía tener sus propios planes para quién hablaba y cuándo, lo que provocó el furor de Barquero y otras diputadas, especialmente Gloria Navas, que no se quedó callada ni un momento.
"Usted no puede bloquear los micrófonos, con todo respeto. Me parece que si va a hacer un juego indebido no puede ser", soltó Navas, dejando claro que no iba a tragarse cualquier imposición. La cosa escaló rápido porque Jiménez, en respuesta, pidió un receso, una jugada que Barquero y Navas vieron como una forma de evitar seguir discutiendo. ¡Qué brete!
Pero lo que realmente encendió las alarmas fue la declaración de Barquero, quien acusó a Jiménez de actuar de manera "arrogante, prepotente y machista". Lo más fuerte vino después: "En esta comisión hay un trato diferente entre las mujeres y los varones. Usted para estar igual al Presidente de la República lo único que le falta aquí es amenazar con quitar visas...”. ¡Uy, ahí sí que metió mano a la madeja!
Barquero argumentó que las acciones de Jiménez eran una muestra de autoritarismo y machismo, y que parecían sacadas directamente del manual del Presidente Chaves. Incluso mencionó que estaba manejando la comisión como si fuera a quitarles el derecho a hablar, ¡qué carga! Otros diputados, como Kattia Cambronero, Alejandra Larios y Priscilla Vindas, se sumaron a las críticas, señalando que Jiménez les había excluido de una reunión con el presidente de la Corte de Justicia, Orlando Aguirre. Dicen que la comunicó a algunos diputados, pero dejó fuera a las señoras.
Ahora, mucha gente se pregunta si este episodio es simplemente una pelea interna por el poder dentro de la comisión, o si refleja una dinámica más profunda de desigualdad de género en la política costarricense. Algunos analistas políticos señalan que, aunque Jiménez niegue las acusaciones, este incidente podría dañar su imagen pública y afectar la percepción del partido Liberal Progresista (PLP).
Lo cierto es que la discusión generó un gran revuelo en redes sociales, donde usuarios compartieron videos y capturas de pantalla del intercambio, añadiendo sus propias opiniones y memes. Hay quienes defienden a Jiménez, argumentando que solo intentaba mantener el orden en la comisión, mientras que otros lo critican duramente por su presunta actitud machista. ¡Qué torta el circo mediático que se armó!
Considerando el ambiente tenso y las fuertes acusaciones vertidas, ¿creen que la Comisión de Seguridad y Narcotráfico necesita urgentemente implementar protocolos claros para garantizar la igualdad de oportunidades y el respeto mutuo entre sus miembros, o es simplemente otro caso de calentura política que se resolverá pronto?
