¡Ay, pata! Quién iba a decir que los caballos, esos animales imponentes, resultaban ser unos maestros de vida. Acá en Costa Rica, siempre hemos valorado la naturaleza y la conexión humana, pero Hacienda Barvak en Barva de Heredia lleva eso a otro nivel. Este lugar, ubicado en más de 250 hectáreas, no es solo un club ecuestre, sino un verdadero santuario donde el deporte, el bienestar y la tranquilidad se dan la mano.
Desde hace algunos años, la gente busca espacios donde desconectar del estrés diario, y Barvak parece haber encontrado la fórmula perfecta. Imagínate llegar después de un día de chamba pegao’ y conectar con estos seres maravillosos. Aquí no se trata solo de montar a caballo; es una experiencia que te transforma por dentro. Y vaya que lo saben los visitantes habituales, porque el brete anda funcionando de maravilla.
Vanessa Huertas, una vecina de Santo Domingo, nos contó cómo su relación con Olive y Gracie Bloom, su yegua y potrilla respectivamente, le han enseñado lecciones valiosas. “Aprendí a respetar, a ser disciplinada y a confiar”, nos explicó. Ella no es la única; Alejandra Phillips, otra jinete frecuente, asegura que los caballos son su refugio emocional. Dice que después de un día tenso, simplemente llegar a Barvak y sentir la calma que transmiten estos animales es suficiente para aliviar cualquier tensión. ¡Qué carga poder recurrir a eso!
Y no solo hablan de experiencias personales. William de Carvalho, el entrenador, quien comenzó a montar a los nueve años, enfatiza que los caballos le dieron seguridad en una época en la que se sentía inseguro. “Ellos no juzgan por el color de piel, ni por qué tienes en el bolsillo. Lo único que les importa es si entiendes su lenguaje, si logras conectarte con ellos. Ese es el mensaje que intento transmitir a mis alumnos,” afirma con convicción. Parece que este lugar realmente transforma vidas, diay.
Las instalaciones de Hacienda Barvak son dignas de admirar. Un picadero con capacidad para 160 personas, iluminación de estándar internacional y una pista de salto en grama de 7,000 metros cuadrados –la única de este tipo en toda Centroamérica– demuestran la inversión y el compromiso con el deporte ecuestre de alta calidad. Además, ofrecen clases para todas las edades, alquiler de cuadras y entrenadores altamente capacitados. ¡Eso sí es a cachete!
Pero Barvak es más que un lugar para practicar deportes. Abre sus puertas a eventos sociales y corporativos, ofrece campamentos para niños, programas de reforestación e incluso actividades de team building. Todo esto en un entorno natural impresionante, con vistas panorámicas a los volcanes y al Área Metropolitana. Se nota que aquí se respeta tanto a los animales como al medio ambiente, y eso es fundamental. Realmente se esfuerzan por mantener la vara alta.
La versatilidad de Hacienda Barvak la convierte en un atractivo turístico único en Heredia. Ofrecen una alternativa refrescante a la rutina diaria, permitiendo a las personas reconectar consigo mismas, con la naturaleza y con otros seres vivos. Muchos visitantes comentan que se sienten revitalizados después de pasar unas horas en este lugar, listos para enfrentar los desafíos de la vida con renovada energía. Es un respiro, un oasis en medio del bullicio cotidiano. Me imagino las familias disfrutando de un fin de semana ahí fuera, ¡qué tuanis!
Después de conocer todos los beneficios que ofrece Hacienda Barvak, queda claro que este proyecto va más allá del simple deporte ecuestre. Se trata de un espacio de crecimiento personal, de conexión humana y de respeto por la naturaleza. Pero, ¿ustedes creen que iniciativas como estas, que combinan deporte, bienestar y sostenibilidad, deberían recibir mayor apoyo del gobierno para promover el turismo rural y la actividad económica en nuestras comunidades?
Desde hace algunos años, la gente busca espacios donde desconectar del estrés diario, y Barvak parece haber encontrado la fórmula perfecta. Imagínate llegar después de un día de chamba pegao’ y conectar con estos seres maravillosos. Aquí no se trata solo de montar a caballo; es una experiencia que te transforma por dentro. Y vaya que lo saben los visitantes habituales, porque el brete anda funcionando de maravilla.
Vanessa Huertas, una vecina de Santo Domingo, nos contó cómo su relación con Olive y Gracie Bloom, su yegua y potrilla respectivamente, le han enseñado lecciones valiosas. “Aprendí a respetar, a ser disciplinada y a confiar”, nos explicó. Ella no es la única; Alejandra Phillips, otra jinete frecuente, asegura que los caballos son su refugio emocional. Dice que después de un día tenso, simplemente llegar a Barvak y sentir la calma que transmiten estos animales es suficiente para aliviar cualquier tensión. ¡Qué carga poder recurrir a eso!
Y no solo hablan de experiencias personales. William de Carvalho, el entrenador, quien comenzó a montar a los nueve años, enfatiza que los caballos le dieron seguridad en una época en la que se sentía inseguro. “Ellos no juzgan por el color de piel, ni por qué tienes en el bolsillo. Lo único que les importa es si entiendes su lenguaje, si logras conectarte con ellos. Ese es el mensaje que intento transmitir a mis alumnos,” afirma con convicción. Parece que este lugar realmente transforma vidas, diay.
Las instalaciones de Hacienda Barvak son dignas de admirar. Un picadero con capacidad para 160 personas, iluminación de estándar internacional y una pista de salto en grama de 7,000 metros cuadrados –la única de este tipo en toda Centroamérica– demuestran la inversión y el compromiso con el deporte ecuestre de alta calidad. Además, ofrecen clases para todas las edades, alquiler de cuadras y entrenadores altamente capacitados. ¡Eso sí es a cachete!
Pero Barvak es más que un lugar para practicar deportes. Abre sus puertas a eventos sociales y corporativos, ofrece campamentos para niños, programas de reforestación e incluso actividades de team building. Todo esto en un entorno natural impresionante, con vistas panorámicas a los volcanes y al Área Metropolitana. Se nota que aquí se respeta tanto a los animales como al medio ambiente, y eso es fundamental. Realmente se esfuerzan por mantener la vara alta.
La versatilidad de Hacienda Barvak la convierte en un atractivo turístico único en Heredia. Ofrecen una alternativa refrescante a la rutina diaria, permitiendo a las personas reconectar consigo mismas, con la naturaleza y con otros seres vivos. Muchos visitantes comentan que se sienten revitalizados después de pasar unas horas en este lugar, listos para enfrentar los desafíos de la vida con renovada energía. Es un respiro, un oasis en medio del bullicio cotidiano. Me imagino las familias disfrutando de un fin de semana ahí fuera, ¡qué tuanis!
Después de conocer todos los beneficios que ofrece Hacienda Barvak, queda claro que este proyecto va más allá del simple deporte ecuestre. Se trata de un espacio de crecimiento personal, de conexión humana y de respeto por la naturaleza. Pero, ¿ustedes creen que iniciativas como estas, que combinan deporte, bienestar y sostenibilidad, deberían recibir mayor apoyo del gobierno para promover el turismo rural y la actividad económica en nuestras comunidades?