¡Aguante ahí, paisa! En medio de un panorama que se ponía bien chungo, parece que los Bomberos de Costa Rica pueden respirar tranquilos por ahora. El proyecto del diputado Gilberth Jiménez, que pretendía recortarle una parte jugosa del presupuesto al Cuerpo de Bomberos, quedó archivado este lunes, evitando así un golpe duro a la institución encargada de salvarnos de tanto apuro.
La propuesta, que venía dando qué hablar desde hace unas semanas, consistía en reasignar el 1% del 4% de las primas de seguros que se recaudan en el país. Ese dinerito iba a irse para el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio Público y el OIJ. Pero como diría mi abu, “cuando hay humo, hay fuego” y los Bomberos alertaron que esto significaría un menoscabo considerable para sus operaciones.
El director del Cuerpo de Bomberos, Héctor Chaves, fue quien le puso pa’lante a los diputados de la comisión de Seguridad y Narcotráfico, explicando a caldo cómo afectaría esto la capacidad de respuesta ante emergencias. Y vaya si lo hizo bien, le explicó el brete completo: necesitan unos ¢40 mil millones para proyectos constructivos, otros ¢46 mil millones para equipamiento nuevo, y hasta quieren renovar la flota vehicular, pues ya tienen unidades con más de 25 años paseándose por carretera, ¡qué torta! Además, hay pocas estaciones en zonas rurales y casi 20 en condiciones deplorables, diay.
“Es de alto impacto porque afecta el 25% de nuestros ingresos,” advirtió Chaves, dejando claro que ese 4% de las primas de seguros es el sustento principal del cuerpo. “Reducirlo al 3% nos quita el 25% de los recursos totales.” Imagínate, señor, tener que decirle no a alguien que necesita ayuda por falta de plata; eso nadie quiere vivirlo.
Como si fuera poco, las emergencias siguen aumentando, ¡y cómo aumentan! Solo en 2024 atendieron 60 mil intervenciones. “Nos pondría en una situación muy complicada para atender muchas de las emergencias que enfrentamos”, añadió Chaves. Las reacciones de los diputados no tardaron en llegar. Varios expresaron su desacuerdo contundente con la propuesta, defendiendo la importancia de mantener intacto el presupuesto de los Bomberos, que es un servicio esencial para todos los ticos.
La diputada Gloria Navas fue directa: “Estoy de acuerdo en que no se les rebaje, porque estaríamos quitando recursos a un servicio esencial para la seguridad del país.” Horacio Alvarado, de la Unidad Social Cristiana, también se mostró firme: “Mi fracción no apoyará la iniciativa.” Hasta Katherine Moreira, del PLN, soltó la verdura: “Me llama la atención que diputaciones del Poder Ejecutivo no hayan abogado para decir que esta iniciativa no debe avanzar…”, poniendo el dedo en la llaga.
Después de escuchar los argumentos de todos, incluyendo la opinión sincera de Fabricio Alvarado de Nueva Republica quien reconoció el gran trabajo de los bomberos (“voy a botar en contra del proyecto”), el congresista Jiménez tuvo que tragarse el sapo y anunció que archivaría la propuesta. ¡Qué alivio para los Bomberos y para todos nosotros que dependemos de ellos en momentos difíciles!
En fin, parece que por ahora se evitó un bajón económico significativo para los Bomberos, pero la pregunta que queda en el aire es: ¿Será este un respiro temporal o deberíamos estar alerta a futuras propuestas que puedan poner en riesgo la capacidad de respuesta de esta invaluable institución? ¿Ustedes qué piensan? ¿Cómo podemos asegurar que los Bomberos tengan los recursos necesarios para seguir protegiéndonos?
La propuesta, que venía dando qué hablar desde hace unas semanas, consistía en reasignar el 1% del 4% de las primas de seguros que se recaudan en el país. Ese dinerito iba a irse para el Ministerio de Seguridad Pública, el Ministerio Público y el OIJ. Pero como diría mi abu, “cuando hay humo, hay fuego” y los Bomberos alertaron que esto significaría un menoscabo considerable para sus operaciones.
El director del Cuerpo de Bomberos, Héctor Chaves, fue quien le puso pa’lante a los diputados de la comisión de Seguridad y Narcotráfico, explicando a caldo cómo afectaría esto la capacidad de respuesta ante emergencias. Y vaya si lo hizo bien, le explicó el brete completo: necesitan unos ¢40 mil millones para proyectos constructivos, otros ¢46 mil millones para equipamiento nuevo, y hasta quieren renovar la flota vehicular, pues ya tienen unidades con más de 25 años paseándose por carretera, ¡qué torta! Además, hay pocas estaciones en zonas rurales y casi 20 en condiciones deplorables, diay.
“Es de alto impacto porque afecta el 25% de nuestros ingresos,” advirtió Chaves, dejando claro que ese 4% de las primas de seguros es el sustento principal del cuerpo. “Reducirlo al 3% nos quita el 25% de los recursos totales.” Imagínate, señor, tener que decirle no a alguien que necesita ayuda por falta de plata; eso nadie quiere vivirlo.
Como si fuera poco, las emergencias siguen aumentando, ¡y cómo aumentan! Solo en 2024 atendieron 60 mil intervenciones. “Nos pondría en una situación muy complicada para atender muchas de las emergencias que enfrentamos”, añadió Chaves. Las reacciones de los diputados no tardaron en llegar. Varios expresaron su desacuerdo contundente con la propuesta, defendiendo la importancia de mantener intacto el presupuesto de los Bomberos, que es un servicio esencial para todos los ticos.
La diputada Gloria Navas fue directa: “Estoy de acuerdo en que no se les rebaje, porque estaríamos quitando recursos a un servicio esencial para la seguridad del país.” Horacio Alvarado, de la Unidad Social Cristiana, también se mostró firme: “Mi fracción no apoyará la iniciativa.” Hasta Katherine Moreira, del PLN, soltó la verdura: “Me llama la atención que diputaciones del Poder Ejecutivo no hayan abogado para decir que esta iniciativa no debe avanzar…”, poniendo el dedo en la llaga.
Después de escuchar los argumentos de todos, incluyendo la opinión sincera de Fabricio Alvarado de Nueva Republica quien reconoció el gran trabajo de los bomberos (“voy a botar en contra del proyecto”), el congresista Jiménez tuvo que tragarse el sapo y anunció que archivaría la propuesta. ¡Qué alivio para los Bomberos y para todos nosotros que dependemos de ellos en momentos difíciles!
En fin, parece que por ahora se evitó un bajón económico significativo para los Bomberos, pero la pregunta que queda en el aire es: ¿Será este un respiro temporal o deberíamos estar alerta a futuras propuestas que puedan poner en riesgo la capacidad de respuesta de esta invaluable institución? ¿Ustedes qué piensan? ¿Cómo podemos asegurar que los Bomberos tengan los recursos necesarios para seguir protegiéndonos?