¡Ay, Dios mío! Qué bronca más grande se armó alrededor del Inamu y su presidenta, Yerlin Zúñiga. Parece que la cosa está más caliente que gallina pochada, con denuncias cruzadas, mociones en la Asamblea y hasta el Presidente metiéndose en el brete. El caso del director del OIJ, Randall Zúñiga, abrió una olla de grillos que nadie esperaba, y ahora toca ver cómo le sale el hueso a la señora.
Todo empezó con las acusaciones contra Zúñiga, el jefe del OIJ, por unos asuntos turbios que involucran presuntos delitos sexuales. La suspensión de 15 días fue solo el comienzo. Pero luego salió a relucir que la Fiscalía Adjunta está investigando una denuncia en Turrialba contra la propia Yerlin Zúñiga, donde se le acusa de ofrecerle beneficios estatales a una mujer a cambio de firmar una denuncia contra el director del OIJ. ¡Imagínate el movidón!
En la conferencia de prensa, la presidenta del Inamu, bien defensora, insistió en que el instituto siguió los protocolos al pie de la letra, como siempre lo hacen en estos casos. Dijo que la seguridad de las víctimas es primordial y que se refiere a cada caso con responsabilidad. Pero claro, no dio muchos detalles porque está todo en proceso judicial, eso es obvio. Además, se quejó de que la prensa tuvo acceso al número de expediente, ¡como si fuera información confidencial! Dicen que ella sí quería verlo, pero no le han dado permiso. Que golfo.
Para colmo, el Presidente Rodrigo Chaves soltó un comentario que encendió aún más la polémica: llamó “una basura” a la denuncia contra Zúñiga. Chaves nunca se anda con pelos en la lengua, ¿verdad que sí? Claramente, está echándole ganas a la controversia. Eso sí, rápido salió a aclarar que el Inamu no influyó en nadie para presentar denuncias, sino que simplemente sigue los protocolos cuando ya hay una denuncia formal. Ya saben cómo andamos, intentando apagar el fuego con gasolina.
Pero la cosa no termina ahí. Diputados de la Liberación Nacional, incluyendo a Francisco Nicolás y Kattia Rivera, no se quedaron callados. Ambos presentaron mociones para que Zúñiga comparezca ante comisiones legislativas: Nicolás ante la de Ingreso y Gasto Público, y Rivera ante la de la Mujer de la Asamblea. Así que prepárense, porque vamos a escuchar muchas explicaciones y debates acalorados en los próximos días.
Y ni hablar de los colectivos feministas, que tampoco tardaron en levantar la voz. Grupos como la Red Feminista contra la Violencia y el Foro de las Mujeres – Inamu expresaron su preocupación por la manera en que se están manejando los procesos y cuestionaron la celeridad con que algunos medios se han pronunciado. Dicen que se olvidan de los femicidios y las desapariciones de mujeres, mientras tanto, dan rienda suelta a la polémica por este caso específico. ¡Parece que les falta un poco de perspectiva, diay!
Las cosas se pusieron tan intensas que incluso llegaron a mencionar ajustes logísticos en el funcionamiento del Inamu, sugiriendo que la administración actual estaría pervirtiendo la misión de la institución para deslegitimarla aún más. La verdad, parece sacado de novela, pero estas son las cosas que pasan cuando se mezcla poder, política y acusaciones graves. Ya tenemos material suficiente para comentar durante meses en el foro, ¡y eso que apenas estamos empezando!
Con todo esto, queda claro que la situación es bastante compleja y llena de matices. Aparentemente, el caso del director del OIJ ha destapado una serie de problemas internos en el Inamu y ha puesto a prueba la credibilidad de sus líderes. ¿Creen ustedes que la presidenta del Inamu debería renunciar a su cargo para evitar mayores conflictos de interés, o deberían darle la oportunidad de demostrar su inocencia en las investigaciones?
Todo empezó con las acusaciones contra Zúñiga, el jefe del OIJ, por unos asuntos turbios que involucran presuntos delitos sexuales. La suspensión de 15 días fue solo el comienzo. Pero luego salió a relucir que la Fiscalía Adjunta está investigando una denuncia en Turrialba contra la propia Yerlin Zúñiga, donde se le acusa de ofrecerle beneficios estatales a una mujer a cambio de firmar una denuncia contra el director del OIJ. ¡Imagínate el movidón!
En la conferencia de prensa, la presidenta del Inamu, bien defensora, insistió en que el instituto siguió los protocolos al pie de la letra, como siempre lo hacen en estos casos. Dijo que la seguridad de las víctimas es primordial y que se refiere a cada caso con responsabilidad. Pero claro, no dio muchos detalles porque está todo en proceso judicial, eso es obvio. Además, se quejó de que la prensa tuvo acceso al número de expediente, ¡como si fuera información confidencial! Dicen que ella sí quería verlo, pero no le han dado permiso. Que golfo.
Para colmo, el Presidente Rodrigo Chaves soltó un comentario que encendió aún más la polémica: llamó “una basura” a la denuncia contra Zúñiga. Chaves nunca se anda con pelos en la lengua, ¿verdad que sí? Claramente, está echándole ganas a la controversia. Eso sí, rápido salió a aclarar que el Inamu no influyó en nadie para presentar denuncias, sino que simplemente sigue los protocolos cuando ya hay una denuncia formal. Ya saben cómo andamos, intentando apagar el fuego con gasolina.
Pero la cosa no termina ahí. Diputados de la Liberación Nacional, incluyendo a Francisco Nicolás y Kattia Rivera, no se quedaron callados. Ambos presentaron mociones para que Zúñiga comparezca ante comisiones legislativas: Nicolás ante la de Ingreso y Gasto Público, y Rivera ante la de la Mujer de la Asamblea. Así que prepárense, porque vamos a escuchar muchas explicaciones y debates acalorados en los próximos días.
Y ni hablar de los colectivos feministas, que tampoco tardaron en levantar la voz. Grupos como la Red Feminista contra la Violencia y el Foro de las Mujeres – Inamu expresaron su preocupación por la manera en que se están manejando los procesos y cuestionaron la celeridad con que algunos medios se han pronunciado. Dicen que se olvidan de los femicidios y las desapariciones de mujeres, mientras tanto, dan rienda suelta a la polémica por este caso específico. ¡Parece que les falta un poco de perspectiva, diay!
Las cosas se pusieron tan intensas que incluso llegaron a mencionar ajustes logísticos en el funcionamiento del Inamu, sugiriendo que la administración actual estaría pervirtiendo la misión de la institución para deslegitimarla aún más. La verdad, parece sacado de novela, pero estas son las cosas que pasan cuando se mezcla poder, política y acusaciones graves. Ya tenemos material suficiente para comentar durante meses en el foro, ¡y eso que apenas estamos empezando!
Con todo esto, queda claro que la situación es bastante compleja y llena de matices. Aparentemente, el caso del director del OIJ ha destapado una serie de problemas internos en el Inamu y ha puesto a prueba la credibilidad de sus líderes. ¿Creen ustedes que la presidenta del Inamu debería renunciar a su cargo para evitar mayores conflictos de interés, o deberían darle la oportunidad de demostrar su inocencia en las investigaciones?
