¡Ay, Dios mío! Resulta que Stephan Lars Brunner Neibig, el exvicepresidente que andaba buscando revancha, recibió otro golpe certero por parte de la Sala Constitucional. Después de toda la novela que armó con su renuncia, ahora le cierran la puerta en cara, diciendo que no hay nada que hacer, ¡qué despiche!
Como recordarán, Brunner presentó un recurso de amparo contra el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, porque este último no tramitó su dimisión a su antojo. Él quería que se le diera una vuelta completa, con votación y todo el rollo, pero la Asamblea se tomó su tiempo y ahí salió la bronca. Parecía que el mae quería agarrarle la mano al congreso, ¡tremendo brete!
Pero la Sala IV, con toda la calma del mundo, le dijo “maese, ya se acabó eso”. Argumentan que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ya tramitó la renuncia del señor Brunner el 6 de agosto de 2025, dejando claro que ya no era vicepresidente. Entonces, ¿cuál era el problema? Que el recurso carecía de interés, porque el objetivo ya se había cumplido. ¡Qué vara!
Ahora bien, según la versión de Brunner, el asunto era que Rodrigo Arias les avisó a los diputados que su renuncia no se discutiría inmediatamente y que sí iba a haber una votación. El exvicepresidente argumentó que esto era una forma de obligarlo a quedarse en el cargo aunque ya había dicho que se iba, violando así sus derechos. ¡Imagínense el drama!
Pero los magistrados constitucionales no compraron la historia. Consideraron que el recurso era inadmisible, básicamente diciéndole a Brunner que se busque otro lao. Aunque, como si fuera poco, la Asamblea Legislativa finalmente aceptó la renuncia del exvicepresidente con 45 votos a favor el 4 de agosto – ¡una avalancha de apoyo para que se fuera a buscar terreno!
Y qué decir del timing... justo cuando Brunner se preparaba para lanzarse como candidato a diputado por el partido Pueblo Soberano. Parece que necesitaba dejar atrás el cargo de vicepresidente para poder competir limpiamente, o al menos eso dice. La política, ¡qué treta!
Este caso nos demuestra que la burocracia puede ser una torta a veces, y que ni siquiera los exvicepresidentes están exentos de pasar por el filtro de las leyes. Además, plantea interrogantes sobre la autonomía de la voluntad y el derecho al trabajo, temas que siempre dan para debatir. Se nota que Brunner tiene todavía ganas de figurar, pero esta vez tendrá que hacerlo desde otra posición.
Bueno, pues aquí estamos, con otra polémica más en el panorama político nacional. ¿Ustedes creen que Brunner debería reconsiderar su candidatura a diputado, considerando las críticas que ha recibido últimamente? ¿O será que este nuevo revés solo lo hará más decidido a demostrar su valía en la arena política?
Como recordarán, Brunner presentó un recurso de amparo contra el presidente de la Asamblea Legislativa, Rodrigo Arias Sánchez, porque este último no tramitó su dimisión a su antojo. Él quería que se le diera una vuelta completa, con votación y todo el rollo, pero la Asamblea se tomó su tiempo y ahí salió la bronca. Parecía que el mae quería agarrarle la mano al congreso, ¡tremendo brete!
Pero la Sala IV, con toda la calma del mundo, le dijo “maese, ya se acabó eso”. Argumentan que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) ya tramitó la renuncia del señor Brunner el 6 de agosto de 2025, dejando claro que ya no era vicepresidente. Entonces, ¿cuál era el problema? Que el recurso carecía de interés, porque el objetivo ya se había cumplido. ¡Qué vara!
Ahora bien, según la versión de Brunner, el asunto era que Rodrigo Arias les avisó a los diputados que su renuncia no se discutiría inmediatamente y que sí iba a haber una votación. El exvicepresidente argumentó que esto era una forma de obligarlo a quedarse en el cargo aunque ya había dicho que se iba, violando así sus derechos. ¡Imagínense el drama!
Pero los magistrados constitucionales no compraron la historia. Consideraron que el recurso era inadmisible, básicamente diciéndole a Brunner que se busque otro lao. Aunque, como si fuera poco, la Asamblea Legislativa finalmente aceptó la renuncia del exvicepresidente con 45 votos a favor el 4 de agosto – ¡una avalancha de apoyo para que se fuera a buscar terreno!
Y qué decir del timing... justo cuando Brunner se preparaba para lanzarse como candidato a diputado por el partido Pueblo Soberano. Parece que necesitaba dejar atrás el cargo de vicepresidente para poder competir limpiamente, o al menos eso dice. La política, ¡qué treta!
Este caso nos demuestra que la burocracia puede ser una torta a veces, y que ni siquiera los exvicepresidentes están exentos de pasar por el filtro de las leyes. Además, plantea interrogantes sobre la autonomía de la voluntad y el derecho al trabajo, temas que siempre dan para debatir. Se nota que Brunner tiene todavía ganas de figurar, pero esta vez tendrá que hacerlo desde otra posición.
Bueno, pues aquí estamos, con otra polémica más en el panorama político nacional. ¿Ustedes creen que Brunner debería reconsiderar su candidatura a diputado, considerando las críticas que ha recibido últimamente? ¿O será que este nuevo revés solo lo hará más decidido a demostrar su valía en la arena política?