¡Ay, Dios mío! Esto sí que es bronca, mi gente. La diputada Carballo soltó una bomba ayer en la Asamblea, acusando a sus propios compañeros de estar frenando un proyecto para formar más médicos especialistas. Lo peor de todo es que relaciona toda esta tardanza con las muertes que ocurren mientras la gente espera atención médica en la CCSS… ¡y dice que ya superan los homicidios!
Según la diputada socialcristiana, parece que algunos diputados prefieren cuidar los intereses de unos cuantos médicos especialistas “de esos que viven en el Olimpo”, en lugar de preocuparse por la salud de todos los costarricenses. Ya saben cómo es esto, siempre hay alguien defendiendo sus fuertecitos a costa de los demás.
La cifra es escalofriante, chunches: desde 2020 hasta ahora, más de 5793 personas se nos fueron esperando una cirugía en la CCSS. Este año, van casi 1500 vidas perdidas, ¡una persona cada cinco horas! Eso, pa’ ponerlo en perspectiva, es más de dos veces la cantidad de gente que muere por homicidio en el país. ¡Imagínense la bronca! Si hablamos de seguridad, gritamos al cielo; pero aquí tenemos una crisis de salud que nos está matando lentamente.
Y para colmo, Carballo explica que hospitales enteros andan funcionando a medio gas por falta de especialistas. Pone el ejemplo de Limón, donde tienen una sala de ultrasonido parada porque no hay radiólogo, y seis salas de operaciones que solo usan cuatro por falta de anestesiólogos. Guápiles tampoco escapa a la problemática, con ortopedistas, ginecólogos y radiólogos desaparecidos durante semanas en octubre. ¡Una verdadera torta! Parece que en algunas zonas la salud pública se fue al traste, diay.
Carballo no se anda con rodeos y acusa directamente a un “pequeño grupito” dentro del gremio de especialistas por impedir la creación de nuevas plazas. Dice que llevan 10 años bloqueando la formación de más profesionales, dejando cerca de 400 plazas vacías. Y lo más loco de todo es que, aunque la CCSS y las universidades hayan acordado aumentar las plazas, ella teme que el “manejo” interno siga siendo el mismo, y nadie se las llene. Ya sabemos cómo funciona la vaina, ¿no?
Y claro, algunos diputados se rascan la cabeza preguntándose si este aumento realmente servirá de algo. Hay quienes creen que pueden meter más médicos, pero luego les asignan trabajos de oficina o los envían a lugares remotos donde nadie los necesita. Como dicen por ahí, “el pescado podrido huele a toda la playa”. Esta vaina de la salud pública es como un brete enorme, lleno de trabas y conflictos de intereses.
La diputada, pues, llama a sus compañeros a despertar y dejar de proteger a estos “expertos” que parecen pensar solo en sus privilegios. Agrega que el proyecto de ley en realidad busca fortalecer la formación de especialistas en el país, no traer doctores extranjeros. ¡Ojalá escuchen, porque la verdad es que esta situación ya no puede esperar más! Hay familias sufriendo, maes desesperados, y gente muriendo mientras la burocracia se pone las pilas… o no.
Con todo este panorama, mi pregunta para ustedes, paisanos: ¿Creen que realmente vamos a ver cambios significativos en las listas de espera de la CCSS, o será que seguimos dando vueltas en círculos? ¿Y qué medidas urgentes deberían tomarse para asegurar que todos los costarricenses tengan acceso a una atención médica digna y oportuna? ¡Déjenme sus opiniones abajo!
Según la diputada socialcristiana, parece que algunos diputados prefieren cuidar los intereses de unos cuantos médicos especialistas “de esos que viven en el Olimpo”, en lugar de preocuparse por la salud de todos los costarricenses. Ya saben cómo es esto, siempre hay alguien defendiendo sus fuertecitos a costa de los demás.
La cifra es escalofriante, chunches: desde 2020 hasta ahora, más de 5793 personas se nos fueron esperando una cirugía en la CCSS. Este año, van casi 1500 vidas perdidas, ¡una persona cada cinco horas! Eso, pa’ ponerlo en perspectiva, es más de dos veces la cantidad de gente que muere por homicidio en el país. ¡Imagínense la bronca! Si hablamos de seguridad, gritamos al cielo; pero aquí tenemos una crisis de salud que nos está matando lentamente.
Y para colmo, Carballo explica que hospitales enteros andan funcionando a medio gas por falta de especialistas. Pone el ejemplo de Limón, donde tienen una sala de ultrasonido parada porque no hay radiólogo, y seis salas de operaciones que solo usan cuatro por falta de anestesiólogos. Guápiles tampoco escapa a la problemática, con ortopedistas, ginecólogos y radiólogos desaparecidos durante semanas en octubre. ¡Una verdadera torta! Parece que en algunas zonas la salud pública se fue al traste, diay.
Carballo no se anda con rodeos y acusa directamente a un “pequeño grupito” dentro del gremio de especialistas por impedir la creación de nuevas plazas. Dice que llevan 10 años bloqueando la formación de más profesionales, dejando cerca de 400 plazas vacías. Y lo más loco de todo es que, aunque la CCSS y las universidades hayan acordado aumentar las plazas, ella teme que el “manejo” interno siga siendo el mismo, y nadie se las llene. Ya sabemos cómo funciona la vaina, ¿no?
Y claro, algunos diputados se rascan la cabeza preguntándose si este aumento realmente servirá de algo. Hay quienes creen que pueden meter más médicos, pero luego les asignan trabajos de oficina o los envían a lugares remotos donde nadie los necesita. Como dicen por ahí, “el pescado podrido huele a toda la playa”. Esta vaina de la salud pública es como un brete enorme, lleno de trabas y conflictos de intereses.
La diputada, pues, llama a sus compañeros a despertar y dejar de proteger a estos “expertos” que parecen pensar solo en sus privilegios. Agrega que el proyecto de ley en realidad busca fortalecer la formación de especialistas en el país, no traer doctores extranjeros. ¡Ojalá escuchen, porque la verdad es que esta situación ya no puede esperar más! Hay familias sufriendo, maes desesperados, y gente muriendo mientras la burocracia se pone las pilas… o no.
Con todo este panorama, mi pregunta para ustedes, paisanos: ¿Creen que realmente vamos a ver cambios significativos en las listas de espera de la CCSS, o será que seguimos dando vueltas en círculos? ¿Y qué medidas urgentes deberían tomarse para asegurar que todos los costarricenses tengan acceso a una atención médica digna y oportuna? ¡Déjenme sus opiniones abajo!
