Maes, ¿se acuerdan de toda la bulla con la nueva cédula digital? El Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) nos venía pintando la octava maravilla del mundo: un futuro brillante donde nuestro documento de identidad vive felizmente en el celular. Por fin, el primer mundo llegaba a nuestros chunches. La vara sonaba tuanis, con una validez de cuatro años y un costo bastante razonable de ₡2.600 (y lo mejor, gratis para nuestros adultos mayores, ¡un aplauso ahí!). El día llegó, la gente se mandó a pagar con toda la fe del mundo y… bueno, digamos que el estreno se fue un toque al traste. Como suele pasar a veces en nuestra querida Tiquicia, la tecnología nos jugó una mala pasada y el lanzamiento terminó siendo un pequeño gran despiche.
El problema principal, y el que tiene a medio mundo con el pelo parado, es con los dispositivos Android. Resulta que si usted es del 90% de la población que usa este sistema operativo, quedó más salado que el agua de mar. Después de pagar religiosamente sus dos rojitos y seiscientos, la gente se fue a la Play Store a buscar la aplicación “Identidad Digital CR” y ¡sorpresa! No existe. No está. Se la comió el mar. Según el TSE, ellos mandaron todo a tiempo, pero es Google el que todavía no ha aprobado ni publicado la app. O sea, el brete se hizo, pero alguien en la cadena de mando no le puso. Mientras tanto, los usuarios de Apple, en su burbuja de exclusividad, sí pueden descargarla sin problema. ¡Qué bonito empezar un servicio nacional creando una división digital desde el minuto uno!
Pero esperen, que el drama no termina ahí. Para los compas del team iPhone que corrieron a descargarla sintiéndose los reyes del mambo, también les esperaba una sorpresita. Aparentemente, a alguien se le olvidó un detallito clave: estamos en Costa Rica y aquí, por si no lo han notado, hablamos español. La aplicación se les instaló a muchísimos usuarios completamente en inglés. ¡Pura vida, but in English! El TSE ya salió a decir que ofrecen disculpas y que en menos de 24 horas lanzarán una actualización para corregir la pifia. Diay, uno entiende que estas varas pasan, pero que una aplicación de Identidad Digital *Costarricense* se estrene en otro idioma es, como mínimo, para alzar una ceja y pensar si de verdad probaron esto antes de lanzarlo al público.
Claro, la comunicación oficial del TSE intenta calmar las aguas. Ya sacaron un comunicado diciendo que "como en todo proceso de este tipo, existe un período natural de adaptación". Una forma muy elegante de decir "maes, tranquilos, ya casi lo arreglamos". Aseguran que nadie va a perder su plata y que los datos están segurísimos, desmintiendo cualquier riesgo de seguridad. Y eso se agradece, porque lo último que uno quiere es que, además de no tener la cédula digital, le vacíen la cuenta. Pero la frase del "período de adaptación" deja un sinsabor, ¿no creen? Suena a una excusa para un lanzamiento que, a todas luces, se sintió apresurado y con falta de coordinación, especialmente con un gigante como Google.
Al final del día, la promesa de la modernización sigue ahí, flotando en el aire, pero el primer paso fue un tropezón evidente. Esto nos deja con varias preguntas. ¿Faltó planificación? ¿Quién es el verdadero responsable del despiche en Android, el TSE o Google? ¿Es este el estándar que debemos esperar para futuros proyectos de digitalización del Estado? La idea es buenísima, nadie lo niega, pero la ejecución inicial deja mucho que desear. Ahora la pregunta del millón es para ustedes, los que están leyendo esto en el foro: Diay, maes, ¿ustedes qué piensan? ¿Es solo un tropezón de arranque o el TSE se jaló una torta monumental con la planificación? ¿Alguno de ustedes ya pagó y está en la lista de espera de Android? ¡Cuenten el chisme!
El problema principal, y el que tiene a medio mundo con el pelo parado, es con los dispositivos Android. Resulta que si usted es del 90% de la población que usa este sistema operativo, quedó más salado que el agua de mar. Después de pagar religiosamente sus dos rojitos y seiscientos, la gente se fue a la Play Store a buscar la aplicación “Identidad Digital CR” y ¡sorpresa! No existe. No está. Se la comió el mar. Según el TSE, ellos mandaron todo a tiempo, pero es Google el que todavía no ha aprobado ni publicado la app. O sea, el brete se hizo, pero alguien en la cadena de mando no le puso. Mientras tanto, los usuarios de Apple, en su burbuja de exclusividad, sí pueden descargarla sin problema. ¡Qué bonito empezar un servicio nacional creando una división digital desde el minuto uno!
Pero esperen, que el drama no termina ahí. Para los compas del team iPhone que corrieron a descargarla sintiéndose los reyes del mambo, también les esperaba una sorpresita. Aparentemente, a alguien se le olvidó un detallito clave: estamos en Costa Rica y aquí, por si no lo han notado, hablamos español. La aplicación se les instaló a muchísimos usuarios completamente en inglés. ¡Pura vida, but in English! El TSE ya salió a decir que ofrecen disculpas y que en menos de 24 horas lanzarán una actualización para corregir la pifia. Diay, uno entiende que estas varas pasan, pero que una aplicación de Identidad Digital *Costarricense* se estrene en otro idioma es, como mínimo, para alzar una ceja y pensar si de verdad probaron esto antes de lanzarlo al público.
Claro, la comunicación oficial del TSE intenta calmar las aguas. Ya sacaron un comunicado diciendo que "como en todo proceso de este tipo, existe un período natural de adaptación". Una forma muy elegante de decir "maes, tranquilos, ya casi lo arreglamos". Aseguran que nadie va a perder su plata y que los datos están segurísimos, desmintiendo cualquier riesgo de seguridad. Y eso se agradece, porque lo último que uno quiere es que, además de no tener la cédula digital, le vacíen la cuenta. Pero la frase del "período de adaptación" deja un sinsabor, ¿no creen? Suena a una excusa para un lanzamiento que, a todas luces, se sintió apresurado y con falta de coordinación, especialmente con un gigante como Google.
Al final del día, la promesa de la modernización sigue ahí, flotando en el aire, pero el primer paso fue un tropezón evidente. Esto nos deja con varias preguntas. ¿Faltó planificación? ¿Quién es el verdadero responsable del despiche en Android, el TSE o Google? ¿Es este el estándar que debemos esperar para futuros proyectos de digitalización del Estado? La idea es buenísima, nadie lo niega, pero la ejecución inicial deja mucho que desear. Ahora la pregunta del millón es para ustedes, los que están leyendo esto en el foro: Diay, maes, ¿ustedes qué piensan? ¿Es solo un tropezón de arranque o el TSE se jaló una torta monumental con la planificación? ¿Alguno de ustedes ya pagó y está en la lista de espera de Android? ¡Cuenten el chisme!