¡Ay, mi gente! Quién iba a decir que el profe Rodrigo seguiría dando de qué hablar aunque ya dejó la silla presidencial. Resulta que, según un estudio nuevo fresquito del OCD de la U Latina, sigue siendo el rey del morbo digital, pese a que no anda metiéndose en la contienda electoral. ¡Eso sí que es influencia, pura verdá!
El Observatorio de Comunicación Digital, esos chiscos de la U Latina, hicieron un rastreo exhaustivo de lo que se está hablando en las redes sobre los candidatos a la presidencia. Se pusieron a revisar Facebook, Twitter, Instagram y hasta TikTok (porque ahora todos andamos ahí). Y lo que encontraron es que, aunque no esté en la boleta, Chaves es un tema recurrente en cada conversación.
La investigación, hecha en colaboración con Kantar IBOPE Media, analizó casi medio millón de menciones relacionadas con los seis aspirantes con más visibilidad inicial. Pero, sorpresa, sorpresa, ¡la figura del exmandatario salió a flote como espuma! Según el OCD, los usuarios lo perciben como una especie de fantasma que ronda la campaña, influyendo en el ánimo de unos y provocando chirridos a otros. ¡Una vara aparte, sin duda!
Dicen que es porque sus gestiones siguen generando debate, tanto positivo como negativo. Algunos le aplauden las reformas que hizo –esas de bajar impuestos y cambiar cosas –, mientras que otros todavía le echan bala por algunos temas que quedaron pendientes. Lo cierto es que, sea para bien o para mal, él sigue moviendo el avispero en la red.
Pero ojo, que el estudio también puso encima de la mesa otro problemón: la polarización extrema que vivimos en las redes. Parece que estamos más peleados que nunca y, en lugar de debatir ideas, nos dedicamos a tirar flores y pedradas virtuales. ¡Qué pena, diay! Deberíamos aprender a discutir con respeto, buscando soluciones y no solo buscando quién tiene la razón.
Y no solo eso, sino que también hay mucha desconfianza en los políticos. La gente ya no cree ni papa de lo que dicen y prefiere buscar información en fuentes alternativas, muchas veces sin verificar si son ciertas. ¡Qué despiche! Así cómo vamos, nos vamos a ir al traste como país.
Ahora, volviendo al profe Chaves, el informe recalca que su influencia no depende de que diga algo nuevo. Simplemente, basta con mencionar su nombre para encender la mecha. Las reacciones son inmediatas, con defensores y detractores listos para dar batalla en los comentarios. ¡Se arma un brete tremendo!
En fin, parece que el legado del profe Rodrigo va más allá de su tiempo en el Palacio Azul. Sigue siendo un personaje clave en el imaginario colectivo y, aunque no esté postulado, su voz (y sus dichos) aún resuenan con fuerza en la esfera pública. ¿Creen que esta atención mediática continua es justa, o simplemente estamos obsesionados con figuras controvertidas? ¿Será que la política digital ya se convirtió en un circo donde lo importante es llamar la atención, sin importar si es por buenos o malos motivos?
El Observatorio de Comunicación Digital, esos chiscos de la U Latina, hicieron un rastreo exhaustivo de lo que se está hablando en las redes sobre los candidatos a la presidencia. Se pusieron a revisar Facebook, Twitter, Instagram y hasta TikTok (porque ahora todos andamos ahí). Y lo que encontraron es que, aunque no esté en la boleta, Chaves es un tema recurrente en cada conversación.
La investigación, hecha en colaboración con Kantar IBOPE Media, analizó casi medio millón de menciones relacionadas con los seis aspirantes con más visibilidad inicial. Pero, sorpresa, sorpresa, ¡la figura del exmandatario salió a flote como espuma! Según el OCD, los usuarios lo perciben como una especie de fantasma que ronda la campaña, influyendo en el ánimo de unos y provocando chirridos a otros. ¡Una vara aparte, sin duda!
Dicen que es porque sus gestiones siguen generando debate, tanto positivo como negativo. Algunos le aplauden las reformas que hizo –esas de bajar impuestos y cambiar cosas –, mientras que otros todavía le echan bala por algunos temas que quedaron pendientes. Lo cierto es que, sea para bien o para mal, él sigue moviendo el avispero en la red.
Pero ojo, que el estudio también puso encima de la mesa otro problemón: la polarización extrema que vivimos en las redes. Parece que estamos más peleados que nunca y, en lugar de debatir ideas, nos dedicamos a tirar flores y pedradas virtuales. ¡Qué pena, diay! Deberíamos aprender a discutir con respeto, buscando soluciones y no solo buscando quién tiene la razón.
Y no solo eso, sino que también hay mucha desconfianza en los políticos. La gente ya no cree ni papa de lo que dicen y prefiere buscar información en fuentes alternativas, muchas veces sin verificar si son ciertas. ¡Qué despiche! Así cómo vamos, nos vamos a ir al traste como país.
Ahora, volviendo al profe Chaves, el informe recalca que su influencia no depende de que diga algo nuevo. Simplemente, basta con mencionar su nombre para encender la mecha. Las reacciones son inmediatas, con defensores y detractores listos para dar batalla en los comentarios. ¡Se arma un brete tremendo!
En fin, parece que el legado del profe Rodrigo va más allá de su tiempo en el Palacio Azul. Sigue siendo un personaje clave en el imaginario colectivo y, aunque no esté postulado, su voz (y sus dichos) aún resuenan con fuerza en la esfera pública. ¿Creen que esta atención mediática continua es justa, o simplemente estamos obsesionados con figuras controvertidas? ¿Será que la política digital ya se convirtió en un circo donde lo importante es llamar la atención, sin importar si es por buenos o malos motivos?