Confieso que, mi vida debe ir hacia otros rumbos, ocupo conservar esas manchitas de colores en mi paleta, no quiero un paisaje gris o triste…me encanta el rojo, el naranja y el morado...y ese azul verdoso.
Confieso que no fue buena idea, sólo alargar lo inevitable, bien dicen que solo el ser humano tropieza dos veces con la misma piedra, lo sé, ahora, debo aceptarlo, y dejar ir.
Confieso que escribí mucho en éste tiempo impuesto, y que todo ésto me enseñó que sólo tengo un hoy, que el mañana no existe, y que debo abrazar con todas mis fuerzas mis realidades, y dejar fluir posibilidades,… que lo que conviene, viene, sólo debo esperar, tener paciencia y fe,…y ya terminé esa historia o cuento, ni sé ja ja, ahora faltan los dibujos, y también escribí un poema que realmente me impactó, hasta me asusté dónde puse ese punto final, quizás es un punto final para muchas cosas en mi vida.
Confieso que, a través del foro he conocido muchas personas, “en persona” conocí unas que eran un completo engaño ja ja, lo peor es que se mienten hasta a sí mism@s, conocí personas totalmente diferentes a mi entorno y realidad, lo cual fue bueno, porque me entendí mejor a mí misma, y aprendí que en la vida existen muchas realidades que no imaginaba; conocí personas maravillosas, a las que puedo decir que quiero, y son super especiales, y que espero tener en mi vida, hasta que seamos viejit@s, a otr@s personas, no les llegué a conocer su rostro o su voz, y sin embargo llegué a apreciarlas, incluso, hubo gran afinidad, y al menos de mi parte, cariño y estima.
Confieso que, tengo una familia, que si bien no es perfecta, es genial, y aprendí que la sangre, es un vínculo que nos marca, y nos impulsa, y que no puede negarse, a veces, es más fuerte que nosotros mismos.
Confieso que ando filo, pero en un buen sentido.
Confieso que agradezco a Dios la oportunidad, y pido poder ver ese camino, y no perderme.
Confieso que me lastimó mucho entender, lo que ya sabía. Pero debo dejar ir y fluir al destino, no se debe llorar por lo que no fue o no será, se debe sonreír por lo que es.
Confieso que te extraño tanto que a veces creo que realmente sangra mi corazón. Y que todos los días pienso en ti, te recuerdo, y pido poderte abrazar…aunque sea en mis sueños.
Confieso que es mejor irse despidiendo de acá.
“…eras parte de un sueño que por un momento no fue sueño ya, por un momento pude casi tocarte, un mágico momento a la luz de esa luna, una luna fría y distante, aparece inalcanzable, brillante y hermosa en su misterio, ¿y el calor?, siempre añorando un sol bravío, intenso, fuerte y cálido, siempre buscando ese abrigo de emoción, siempre dejando ir, y luego, vuelve, y se aleja, dejando ir el fuego y la pasión, …”