¡Ay, Dios mío! ¿Se acuerdan de Margarita Fernández? Esa niña que nos representó a Costa Rica en La Voz Kids Colombia hace unos cuantos años. Parecía que iba a explotar como espuma, pero a veces la vida te da sus giros, ¿verdad? Pues resulta que Margarita no se rindió, al contrario, se puso a trabajar duro para labrarse su propio camino como solista, ¡y qué chispa!
Después de su paso por el reality, Margarita aprovechó cada oportunidad que se le presentó. Trabajó con marcas, se llenó el ojo de experiencias musicales aquí mismo en el país. Pero siempre tuvo esa cosita adentro, ese deseo de crear su propia música, de dejarle ver al mundo su verdadera esencia artística. No quería depender de nadie más, ¡quería ser dueña de su brete!
Y vaya que le ha echado ganas. Ahora ya tiene su música en Spotify y otras plataformas digitales, compartiendo su pasión con sus seguidores en redes sociales. Ha construido una comunidad bien bonita de personitas que la apoyan y vibran con su arte. Pero la cosa no paraba ahí; Margarita sintió la necesidad de profundizar, de entender realmente cómo funciona el mundo de la música.
Así que, con toda la astucia que tiene, decidió especializarse en producción musical y diseño sonoro para medios digitales. Como ella misma dice, "la que tiene que saber de esto soy yo". Quería transmitir su sonido, su visión, su alma, y sabía que para hacerlo necesitaba dominar la técnica. Imagínate, aprender a producirla toda ella misma, sin depender de nadie, ¡qué nivel!
Con el dinero que ganaba trabajando como recepcionista en un colegio – un chuche para poder sostener sus sueños – se compró su propio equipo: parlantes, monitores, micrófonos... ¡todo lo que necesita para crear magia! Su meta no es solo que la gente escuche su voz, sino que sientan una artista completa, alguien que construye un sonido auténtico, un sonido que grita 'soy yo'.
Claro que no todo ha sido fácil. Como a muchos artistas nacionales, a Margarita la han rondado esos pensamientos intrusivos: "En Costa Rica no hay oportunidades”. Pero ella, con toda la picardía que la caracteriza, les demuestra a esos vocecitos que están equivocados. Quién busca, encuentra, y quién trabaja duro, cosecha éxitos. A esa siempre le heché palo, porque es pura verdá.
Participó en La Voz Kids en 2018, cautivando a los jurados Andrés Cepeda, Sebastián Yatra y Fanny Lu con su voz inconfundible. Se unió al equipo de Cepeda, aunque su recorrido terminó en una batalla. Pero esa experiencia, aunque corta, la marcó para siempre, abriéndole puertas que nunca imaginó. Y díganle a quiénes decían que no llegaría lejos… ¡mirenla ahora!
Pero la fama también tiene su lado oscuro. Después de su aparición en televisión, Margarita sufrió bullying en el colegio. Le tiraban cosas, la ignoraban, la hacían sentir terrible. Pero ella, con la resiliencia que la define, se levantó y siguió adelante. Caminar en la incertidumbre te lleva más lejos que quedarte estático, dice. Y vaya si es cierto, porque hoy Margarita está demostrando que los sueños sí se pueden cumplir, con esfuerzo, dedicación y, por supuesto, ¡un poquito de maña tica! Entonces, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que el bullying puede frenar los sueños de alguien, o simplemente los hace más fuertes?
Después de su paso por el reality, Margarita aprovechó cada oportunidad que se le presentó. Trabajó con marcas, se llenó el ojo de experiencias musicales aquí mismo en el país. Pero siempre tuvo esa cosita adentro, ese deseo de crear su propia música, de dejarle ver al mundo su verdadera esencia artística. No quería depender de nadie más, ¡quería ser dueña de su brete!
Y vaya que le ha echado ganas. Ahora ya tiene su música en Spotify y otras plataformas digitales, compartiendo su pasión con sus seguidores en redes sociales. Ha construido una comunidad bien bonita de personitas que la apoyan y vibran con su arte. Pero la cosa no paraba ahí; Margarita sintió la necesidad de profundizar, de entender realmente cómo funciona el mundo de la música.
Así que, con toda la astucia que tiene, decidió especializarse en producción musical y diseño sonoro para medios digitales. Como ella misma dice, "la que tiene que saber de esto soy yo". Quería transmitir su sonido, su visión, su alma, y sabía que para hacerlo necesitaba dominar la técnica. Imagínate, aprender a producirla toda ella misma, sin depender de nadie, ¡qué nivel!
Con el dinero que ganaba trabajando como recepcionista en un colegio – un chuche para poder sostener sus sueños – se compró su propio equipo: parlantes, monitores, micrófonos... ¡todo lo que necesita para crear magia! Su meta no es solo que la gente escuche su voz, sino que sientan una artista completa, alguien que construye un sonido auténtico, un sonido que grita 'soy yo'.
Claro que no todo ha sido fácil. Como a muchos artistas nacionales, a Margarita la han rondado esos pensamientos intrusivos: "En Costa Rica no hay oportunidades”. Pero ella, con toda la picardía que la caracteriza, les demuestra a esos vocecitos que están equivocados. Quién busca, encuentra, y quién trabaja duro, cosecha éxitos. A esa siempre le heché palo, porque es pura verdá.
Participó en La Voz Kids en 2018, cautivando a los jurados Andrés Cepeda, Sebastián Yatra y Fanny Lu con su voz inconfundible. Se unió al equipo de Cepeda, aunque su recorrido terminó en una batalla. Pero esa experiencia, aunque corta, la marcó para siempre, abriéndole puertas que nunca imaginó. Y díganle a quiénes decían que no llegaría lejos… ¡mirenla ahora!
Pero la fama también tiene su lado oscuro. Después de su aparición en televisión, Margarita sufrió bullying en el colegio. Le tiraban cosas, la ignoraban, la hacían sentir terrible. Pero ella, con la resiliencia que la define, se levantó y siguió adelante. Caminar en la incertidumbre te lleva más lejos que quedarte estático, dice. Y vaya si es cierto, porque hoy Margarita está demostrando que los sueños sí se pueden cumplir, con esfuerzo, dedicación y, por supuesto, ¡un poquito de maña tica! Entonces, ¿ustedes qué piensan? ¿Creen que el bullying puede frenar los sueños de alguien, o simplemente los hace más fuertes?
