Ay, mae, la bronca se armó gorda. Resulta que varias mujeres acá en Costa Rica están pasando verdaderas pesadillas tratando de conseguir un diagnóstico oportuno de cáncer de mama en la Caja. No es cuento, ¡qué torta! Las historias que están saliendo a la luz son escalofriantes y nos hacen preguntarnos qué está pasando realmente con nuestro sistema de salud pública.
Según los últimos datos, el cáncer de mama sigue siendo una de las principales causas de muerte entre nosotras, ticas. De hecho, tenemos un promedio preocupante: 47 de cada 100.000 mujeres lo padecen, y unas 12 de cada 100.000 llegan a perder la vida por esta causa. En 2023, fueron 426 las mujeres que dijeron adiós por esta enfermedad terrible. Esto nos demuestra que la lucha está lejos de terminar, y que necesitamos hacer cambios urgentes.
Una auditoría reciente de la CCSS sacó a relucir denuncias bien fuertes. Mujeres que hablan de esperas interminables, citas médicas que nunca llegan, y encima, lo peor de todo, comentarios insensibles y poco empáticos por parte de algunos profesionales de la salud. ¡Imagínate! Ya sabes cómo somos nosotras, las ticas, sensibles y buscando apoyo en momentos difíciles…y que te reciban con eso, ¡diay!
Las testimonios recogidos en el “Plan de soporte grupal para pacientes con cáncer de mama” pintan un panorama bien oscuro. Hablan de sentirse ignoradas, minimizadas, y hasta culpadas por tener la enfermedad. Algunas dicen que la incertidumbre y la falta de información las han llevado a buscar opciones privadas, porque simplemente no aguantan más la tardanza y la falta de atención adecuada. Y ahí sí, se va el dinero rápido, ¿verdad?
Lo que preocupa es que esta situación pueda llevar a que más mujeres abandonen la atención pública y busquen soluciones en clínicas particulares, agravando aún más las desigualdades en el acceso a la salud. Porque no todo el mundo puede costearse un diagnóstico privado, y ahí es donde vemos que se pone feísima la vara. La norma nacional dice que debemos tener acceso a psicólogos si lo necesitamos, pero parece que en la práctica, eso no siempre pasa.
El informe de la auditoría también resalta la necesidad urgente de mejorar la capacitación del personal médico en temas de comunicación humanizada. No se trata solo de saber diagnosticar y tratar enfermedades; se trata de entender el impacto emocional que estas tienen en las pacientes y ofrecerles un trato digno y respetuoso. Que le den duro a esos cursos de sensibilidad, ¿eh? Porque esto no se puede seguir tragando.
Algunas señalan que la carga administrativa es demasiado grande, y que eso afecta directamente la calidad de la atención. Demasiados papeles, demasiados trámites, y poco tiempo para dedicarle a cada paciente. Es un brete, claro, pero hay que encontrar la forma de optimizar procesos y poner el foco en lo importante: la salud de las mujeres. A veces, parece que estamos más enfocados en rellenar formularios que en atender a la gente.
En fin, la situación es delicada y requiere una solución inmediata. Hay que invertir en recursos humanos, tecnología y, sobre todo, en cambiar la cultura organizacional de la CCSS. Pero, ¿ustedes creen que la CCSS tomará cartas en el asunto y realmente hará algo para mejorar la atención a las mujeres con cáncer de mama, o seguiremos viendo pasar los años con los mismos problemas? Déjennos sus opiniones en los comentarios...
Según los últimos datos, el cáncer de mama sigue siendo una de las principales causas de muerte entre nosotras, ticas. De hecho, tenemos un promedio preocupante: 47 de cada 100.000 mujeres lo padecen, y unas 12 de cada 100.000 llegan a perder la vida por esta causa. En 2023, fueron 426 las mujeres que dijeron adiós por esta enfermedad terrible. Esto nos demuestra que la lucha está lejos de terminar, y que necesitamos hacer cambios urgentes.
Una auditoría reciente de la CCSS sacó a relucir denuncias bien fuertes. Mujeres que hablan de esperas interminables, citas médicas que nunca llegan, y encima, lo peor de todo, comentarios insensibles y poco empáticos por parte de algunos profesionales de la salud. ¡Imagínate! Ya sabes cómo somos nosotras, las ticas, sensibles y buscando apoyo en momentos difíciles…y que te reciban con eso, ¡diay!
Las testimonios recogidos en el “Plan de soporte grupal para pacientes con cáncer de mama” pintan un panorama bien oscuro. Hablan de sentirse ignoradas, minimizadas, y hasta culpadas por tener la enfermedad. Algunas dicen que la incertidumbre y la falta de información las han llevado a buscar opciones privadas, porque simplemente no aguantan más la tardanza y la falta de atención adecuada. Y ahí sí, se va el dinero rápido, ¿verdad?
Lo que preocupa es que esta situación pueda llevar a que más mujeres abandonen la atención pública y busquen soluciones en clínicas particulares, agravando aún más las desigualdades en el acceso a la salud. Porque no todo el mundo puede costearse un diagnóstico privado, y ahí es donde vemos que se pone feísima la vara. La norma nacional dice que debemos tener acceso a psicólogos si lo necesitamos, pero parece que en la práctica, eso no siempre pasa.
El informe de la auditoría también resalta la necesidad urgente de mejorar la capacitación del personal médico en temas de comunicación humanizada. No se trata solo de saber diagnosticar y tratar enfermedades; se trata de entender el impacto emocional que estas tienen en las pacientes y ofrecerles un trato digno y respetuoso. Que le den duro a esos cursos de sensibilidad, ¿eh? Porque esto no se puede seguir tragando.
Algunas señalan que la carga administrativa es demasiado grande, y que eso afecta directamente la calidad de la atención. Demasiados papeles, demasiados trámites, y poco tiempo para dedicarle a cada paciente. Es un brete, claro, pero hay que encontrar la forma de optimizar procesos y poner el foco en lo importante: la salud de las mujeres. A veces, parece que estamos más enfocados en rellenar formularios que en atender a la gente.
En fin, la situación es delicada y requiere una solución inmediata. Hay que invertir en recursos humanos, tecnología y, sobre todo, en cambiar la cultura organizacional de la CCSS. Pero, ¿ustedes creen que la CCSS tomará cartas en el asunto y realmente hará algo para mejorar la atención a las mujeres con cáncer de mama, o seguiremos viendo pasar los años con los mismos problemas? Déjennos sus opiniones en los comentarios...