Ay, Dios mío, qué día duro el que nos tocó vivir ayer en San Ignacio de Acosta. Una pareja, aparentemente disfrutando de un paseo en moto, terminó dando un vuelco espectacular cuando perdieron los frenos y se fueron directo a parar a una quebrada de unos 30 metros de profundidad. Menuda torta, vecinos. Por suerte, y gracias a Dios, salió todo bien, pero el susto fue tremendo.
La Cruz Roja llegó rapidísimo al lugar, y vaya que lo necesitan por allá, porque la zona es pura maraña, ya saben cómo es esa parte. Las unidades básicas, avanzadas, e incluso la unidad de rescate, pusieron toda la carne al asador para sacar a los afectados de forma segura. Imagínense el panorama: oscuridad, terreno empinado, ¡y encima la quebrada llena de agua! Un brete eso sí.
Según contaron testigos, la moto venía bajando a toda velocidad, cuando de repente, pum!, los frenos flaquearon y la cosa se puso fea. Parece que la combinación de la pendiente pronunciada y la falla mecánica hizo estragos. Vamos, que se jalaron una torta considerable, mándale flores a Santa Bárbara que los cuidó.
Al principio, la preocupación era máxima, claro que sí. Los paramédicos trabajaron a marchas forzadas para evaluar el estado de la pareja justo ahí en el lugar del accidente. Después de estabilizarlos, comenzaron las maniobras para trasladarlos a un centro médico. Dicen que la operación de rescate tomó varias horas, porque acceder a la quebrada era como escalar el pico de Miravalles, entre maleza y piedras resbalosas.
Lo bueno es que, a pesar de la aparatosa caída, tanto el hombre como la mujer resultaron con lesiones leves. Algunos rasguños, golpes, y el alma medio reventada, pero sin fracturas ni complicaciones graves. Los médicos aseguran que están fuera de peligro, pero permanecerán bajo observación para descartar cualquier eventualidad. Menos mal, ¿verdad?
Este tipo de incidentes nos recuerdan la importancia de mantener nuestros vehículos en óptimas condiciones, y también de conducir con precaución, especialmente en zonas rurales como Acosta. No hay prisa, mae, un segundo de distracción puede cambiarlo todo. Además, hablando de seguridad vial, ¿cuántos de ustedes revisan los frenos de su carro regularmente?
Ahora, algunos expertos señalan que la falta de señalización adecuada en ciertas curvas peligrosas de la zona podría haber contribuido al accidente. Vaya, otra vara más para analizar. Se dice que ya se ha solicitado una evaluación a la Dirección General de Planificación Vial (DGPV), pero queda esperar si realmente tomarán cartas en el asunto. Porque a veces, parece que esas cosas se van al traste, ¿eh?
En fin, esperamos que la pareja se recupere pronto y pueda volver a disfrutar de la vida sin tantos sobresaltos. Pero me pregunto, puras estadísticas son eso, ¿cree usted que debería aumentar el control de los vehículos particulares en carreteras secundarias como ésta, aunque esto signifique un mayor costo para el Estado?
La Cruz Roja llegó rapidísimo al lugar, y vaya que lo necesitan por allá, porque la zona es pura maraña, ya saben cómo es esa parte. Las unidades básicas, avanzadas, e incluso la unidad de rescate, pusieron toda la carne al asador para sacar a los afectados de forma segura. Imagínense el panorama: oscuridad, terreno empinado, ¡y encima la quebrada llena de agua! Un brete eso sí.
Según contaron testigos, la moto venía bajando a toda velocidad, cuando de repente, pum!, los frenos flaquearon y la cosa se puso fea. Parece que la combinación de la pendiente pronunciada y la falla mecánica hizo estragos. Vamos, que se jalaron una torta considerable, mándale flores a Santa Bárbara que los cuidó.
Al principio, la preocupación era máxima, claro que sí. Los paramédicos trabajaron a marchas forzadas para evaluar el estado de la pareja justo ahí en el lugar del accidente. Después de estabilizarlos, comenzaron las maniobras para trasladarlos a un centro médico. Dicen que la operación de rescate tomó varias horas, porque acceder a la quebrada era como escalar el pico de Miravalles, entre maleza y piedras resbalosas.
Lo bueno es que, a pesar de la aparatosa caída, tanto el hombre como la mujer resultaron con lesiones leves. Algunos rasguños, golpes, y el alma medio reventada, pero sin fracturas ni complicaciones graves. Los médicos aseguran que están fuera de peligro, pero permanecerán bajo observación para descartar cualquier eventualidad. Menos mal, ¿verdad?
Este tipo de incidentes nos recuerdan la importancia de mantener nuestros vehículos en óptimas condiciones, y también de conducir con precaución, especialmente en zonas rurales como Acosta. No hay prisa, mae, un segundo de distracción puede cambiarlo todo. Además, hablando de seguridad vial, ¿cuántos de ustedes revisan los frenos de su carro regularmente?
Ahora, algunos expertos señalan que la falta de señalización adecuada en ciertas curvas peligrosas de la zona podría haber contribuido al accidente. Vaya, otra vara más para analizar. Se dice que ya se ha solicitado una evaluación a la Dirección General de Planificación Vial (DGPV), pero queda esperar si realmente tomarán cartas en el asunto. Porque a veces, parece que esas cosas se van al traste, ¿eh?
En fin, esperamos que la pareja se recupere pronto y pueda volver a disfrutar de la vida sin tantos sobresaltos. Pero me pregunto, puras estadísticas son eso, ¿cree usted que debería aumentar el control de los vehículos particulares en carreteras secundarias como ésta, aunque esto signifique un mayor costo para el Estado?