Maes, la vara está que arde entre el sector agro y el Gobierno, y todo por el famoso Acuerdo Transpacífico (el mentado CPTPP). Resulta que la Cámara Nacional de Agricultura y Agroindustria (CNAA) ya se cansó del silencio y le mandó un oficio bien directo al ministro del MAG, Victor Carvajal, que se puede traducir básicamente en: "Idiay, ¿de qué lado está usted?". La carta, firmada por el mero presidente de la Cámara, es un párele el carro en toda regla, porque el sector siente que en esta negociación los han dejado más solos que a la una.
El despiche, en pocas palabras, es este: mientras el Gobierno vende la idea de que entrar al CPTPP es la última chupada del mango para la economía tica, los productores del país están con el Jesús en la boca. Sienten que este tratado es como ir a una mejenga contra la Sele del 89 pero con el equipo de la escuela. La CNAA lo dice clarito: el potencial para que nosotros exportemos a esos mercados es bajísimo, pero la puerta que se abre para que nos inunden con productos de afuera es gigante. Y ahí es donde la puerca tuerce el rabo, porque temen que productos tan nuestros como el arroz, el cafecito, la carne, los lácteos y las hortalizas, simplemente se vayan al traste. ¡Qué sal!
Lo que más les pica es que sienten que el MAG, que debería ser su principal aliado, ha estado pintado en la pared durante todo este proceso. En negociaciones pasadas, el ministerio se metía de lleno a pulsearla, a buscar un balance para que el agro no saliera crucificado. Pero ahora, según la CNAA, el ministro Carvajal ha brillado por su ausencia. Por eso, le cayeron con cuatro preguntas que son puro veneno: ¿Cuál es su posición oficial? ¿Qué beneficios concretos (si es que hay) ve para nosotros? ¿Cómo explica que no nos dieran ni un chance de negociar? Y la más matadora: ¿Por qué este estilo de negociación donde al agro ni lo invitaron a la fiesta?
Pero diay, del otro lado de la acera, el Gobierno sigue en su carrera a toda máquina. Ya anuncian con bombos y platillos que la negociación va por un 70% y que la meta es cerrar el chunche este mismo 2025. La zanahoria que nos ponen en frente es el acceso a un mercado de casi 600 millones de compas y, sobre todo, un tratado preferencial con Japón, el único país del G7 con el que todavía no tenemos un TLC. Además, la idea es actualizar los acuerdos que ya tenemos con países como Canadá, México y Chile, y meternos de lleno en mercados nuevos como Australia y Nueva Zelanda.
Entonces, ¿en qué quedamos? Por un lado, tenemos al Gobierno vendiéndonos un futuro a cachete, con acceso al 15% del PIB mundial. Por el otro, al sector que nos da de comer todos los días advirtiendo que podríamos estar a punto de jalar una torta histórica que amenazaría la sostenibilidad de miles de familias y productores. La vara es compleja y, como siempre, parece que los estudios técnicos que demuestren los supuestos beneficios para todos brillan por su ausencia. El tema todavía tiene que pasar por la Asamblea Legislativa y la Sala IV, así que este arroz apenas se está empezando a cocinar. Ahora la pregunta es para ustedes, maes del foro: ¿Ustedes qué dicen? ¿Es el CPTPP el tiquete dorado que nos venden, o el clavo en el ataúd para nuestro agro? ¿Pura vida o pura sal?
El despiche, en pocas palabras, es este: mientras el Gobierno vende la idea de que entrar al CPTPP es la última chupada del mango para la economía tica, los productores del país están con el Jesús en la boca. Sienten que este tratado es como ir a una mejenga contra la Sele del 89 pero con el equipo de la escuela. La CNAA lo dice clarito: el potencial para que nosotros exportemos a esos mercados es bajísimo, pero la puerta que se abre para que nos inunden con productos de afuera es gigante. Y ahí es donde la puerca tuerce el rabo, porque temen que productos tan nuestros como el arroz, el cafecito, la carne, los lácteos y las hortalizas, simplemente se vayan al traste. ¡Qué sal!
Lo que más les pica es que sienten que el MAG, que debería ser su principal aliado, ha estado pintado en la pared durante todo este proceso. En negociaciones pasadas, el ministerio se metía de lleno a pulsearla, a buscar un balance para que el agro no saliera crucificado. Pero ahora, según la CNAA, el ministro Carvajal ha brillado por su ausencia. Por eso, le cayeron con cuatro preguntas que son puro veneno: ¿Cuál es su posición oficial? ¿Qué beneficios concretos (si es que hay) ve para nosotros? ¿Cómo explica que no nos dieran ni un chance de negociar? Y la más matadora: ¿Por qué este estilo de negociación donde al agro ni lo invitaron a la fiesta?
Pero diay, del otro lado de la acera, el Gobierno sigue en su carrera a toda máquina. Ya anuncian con bombos y platillos que la negociación va por un 70% y que la meta es cerrar el chunche este mismo 2025. La zanahoria que nos ponen en frente es el acceso a un mercado de casi 600 millones de compas y, sobre todo, un tratado preferencial con Japón, el único país del G7 con el que todavía no tenemos un TLC. Además, la idea es actualizar los acuerdos que ya tenemos con países como Canadá, México y Chile, y meternos de lleno en mercados nuevos como Australia y Nueva Zelanda.
Entonces, ¿en qué quedamos? Por un lado, tenemos al Gobierno vendiéndonos un futuro a cachete, con acceso al 15% del PIB mundial. Por el otro, al sector que nos da de comer todos los días advirtiendo que podríamos estar a punto de jalar una torta histórica que amenazaría la sostenibilidad de miles de familias y productores. La vara es compleja y, como siempre, parece que los estudios técnicos que demuestren los supuestos beneficios para todos brillan por su ausencia. El tema todavía tiene que pasar por la Asamblea Legislativa y la Sala IV, así que este arroz apenas se está empezando a cocinar. Ahora la pregunta es para ustedes, maes del foro: ¿Ustedes qué dicen? ¿Es el CPTPP el tiquete dorado que nos venden, o el clavo en el ataúd para nuestro agro? ¿Pura vida o pura sal?