¡Aguanten bien, pura vida! Parece mentira, pero ya estamos casi pa' 2026 y el mundo de las casitas, terrenos y edificios anda cambiando a marchas forzadas. Olvídate de esas construcciones grises y aburridas que parecían salido de otra época. Ahora la onda es sostenible, tecnológica y con opciones pa’ todos los gustos – desde el mae que quiere comprar su rancho hasta el que prefiere alquilar con todas las comodidades.
Según expertos como Diego Soto, del Grupo Ecoquintas, el sector inmobiliario ya no está esperando a que le digan qué hacer. ¡Se está inventando las tendencias! Y la clave, señores, es la sostenibilidad. Ya no es un lujo tener paneles solares o reciclar agua, ¡es una necesidad! Los inversores y los que buscan dónde vivir quieren ver proyectos que piensen en el medio ambiente y en el futuro del planeta. Imagínate, invertir en un proyecto que te da rendimientos económicos y además ayuda a cuidar la Pura Vida de nuestro terruño.
Y no crean que solo es eso. La tecnología también está revolucionando el boneyaco. Con la PropTech, la inteligencia artificial y el Big Data, ahora se pueden predecir precios, gestionar activos y personalizar experiencias. Desde visitar un departamento por internet hasta firmar el contrato con un click, todo va a ser más rápido, transparente y fácil. ¡Adiós a esos trámites eternos y papeleos que te sacaban canas verdes!
Otra movida importante es que el alquiler está ganando terreno. Muchos jóvenes y profesionales prefieren no atarse a una hipoteca y optan por arrendar, especialmente si les ofrecen facilidades como el Build-to-Rent (casas hechas pensando en el alquiler), el Coliving (compartir espacio con otras personas y tener servicios incluidos) o incluso alquilar temporalmente por Airbnb. Esto, pa' los dueños de propiedades, significa una oportunidad de diversificar sus ingresos y ofrecer soluciones flexibles a diferentes tipos de inquilinos.
Piensa en esto: ya nadie quiere solo un techo. Quieren un lugar donde puedan trabajar desde casa, relajarse, socializar y disfrutar de amenidades como gimnasios, piscinas y áreas verdes. Por eso, los nuevos proyectos están diseñados con espacios multifuncionales y adaptables a las necesidades de cada persona. ¡Un verdadero oasis urbano, mi pana!
Grupo Ecoquintas, como pioneros en este movimiento, está impulsando a sus clientes a aprovechar estas oportunidades, como poner sus casas en plataformas como Airbnb para recibir nómadas digitales, jubilados buscando un clima agradable o extranjeros que quieren invertir en bienes raíces en Costa Rica. ¡Una excelente forma de generar ingresos pasivos y aprovechar al máximo tu propiedad!
Pero ojo, como dice el dicho, “a quien madruga, Dios le ayuda”. Soto nos advierte que el 2026 será un año para los que estén preparados para adaptarse a estos cambios. La clave estará en usar la tecnología para ser más eficientes, construir de forma sostenible y entender lo que realmente busca el nuevo consumidor. El sector se está poniendo más serio, más regulado y enfocado en crear valor a largo plazo. Ya no es suficiente con levantar paredes; hay que pensar en comunidades, en bienestar y en impacto ambiental.
Así que, ¿qué opinas tú, compañero? ¿Crees que la construcción sostenible y tecnológica es la mejor opción para el futuro de Costa Rica? ¿Te animas a invertir en un proyecto eco-friendly o prefieres seguir buscando la casa tradicional? ¡Compárteme tu opinión en el foro y vayamos conversando sobre este tema que nos afecta a todos!
Según expertos como Diego Soto, del Grupo Ecoquintas, el sector inmobiliario ya no está esperando a que le digan qué hacer. ¡Se está inventando las tendencias! Y la clave, señores, es la sostenibilidad. Ya no es un lujo tener paneles solares o reciclar agua, ¡es una necesidad! Los inversores y los que buscan dónde vivir quieren ver proyectos que piensen en el medio ambiente y en el futuro del planeta. Imagínate, invertir en un proyecto que te da rendimientos económicos y además ayuda a cuidar la Pura Vida de nuestro terruño.
Y no crean que solo es eso. La tecnología también está revolucionando el boneyaco. Con la PropTech, la inteligencia artificial y el Big Data, ahora se pueden predecir precios, gestionar activos y personalizar experiencias. Desde visitar un departamento por internet hasta firmar el contrato con un click, todo va a ser más rápido, transparente y fácil. ¡Adiós a esos trámites eternos y papeleos que te sacaban canas verdes!
Otra movida importante es que el alquiler está ganando terreno. Muchos jóvenes y profesionales prefieren no atarse a una hipoteca y optan por arrendar, especialmente si les ofrecen facilidades como el Build-to-Rent (casas hechas pensando en el alquiler), el Coliving (compartir espacio con otras personas y tener servicios incluidos) o incluso alquilar temporalmente por Airbnb. Esto, pa' los dueños de propiedades, significa una oportunidad de diversificar sus ingresos y ofrecer soluciones flexibles a diferentes tipos de inquilinos.
Piensa en esto: ya nadie quiere solo un techo. Quieren un lugar donde puedan trabajar desde casa, relajarse, socializar y disfrutar de amenidades como gimnasios, piscinas y áreas verdes. Por eso, los nuevos proyectos están diseñados con espacios multifuncionales y adaptables a las necesidades de cada persona. ¡Un verdadero oasis urbano, mi pana!
Grupo Ecoquintas, como pioneros en este movimiento, está impulsando a sus clientes a aprovechar estas oportunidades, como poner sus casas en plataformas como Airbnb para recibir nómadas digitales, jubilados buscando un clima agradable o extranjeros que quieren invertir en bienes raíces en Costa Rica. ¡Una excelente forma de generar ingresos pasivos y aprovechar al máximo tu propiedad!
Pero ojo, como dice el dicho, “a quien madruga, Dios le ayuda”. Soto nos advierte que el 2026 será un año para los que estén preparados para adaptarse a estos cambios. La clave estará en usar la tecnología para ser más eficientes, construir de forma sostenible y entender lo que realmente busca el nuevo consumidor. El sector se está poniendo más serio, más regulado y enfocado en crear valor a largo plazo. Ya no es suficiente con levantar paredes; hay que pensar en comunidades, en bienestar y en impacto ambiental.
Así que, ¿qué opinas tú, compañero? ¿Crees que la construcción sostenible y tecnológica es la mejor opción para el futuro de Costa Rica? ¿Te animas a invertir en un proyecto eco-friendly o prefieres seguir buscando la casa tradicional? ¡Compárteme tu opinión en el foro y vayamos conversando sobre este tema que nos afecta a todos!
