Definitivamente el mejor minuto de mi vida fué cuando supe que estaba embarazada y tomé la decisión de tener a mi hijo, aún sabiendo que sería madre soltera, que vivía lejos de mi familia y que tendría que salir adelante sola.
De no haber tomado esa decisión, me estaría perdiendo de la maravillosa bendición de ser madre.
De no haber tomado esa decisión, me estaría perdiendo de la maravillosa bendición de ser madre.
