¡Aguafiestas a las malas noticias! Porque parece que el Tecnológico de Costa Rica (TEC) está haciendo cosas interesantes por allá en Limón, y eso siempre hay que contarlo. Resulta que los proyectos de extensión universitaria del TEC están echándole ganas para impulsar el desarrollo de las mipymes en la provincia, porque vamos, todos sabemos que el Caribe necesita una buena patada pa' arriba.
Hablamos de un problema serio, diay. Según el Banco Central, Limón arrastra la peor nota en temas de desarrollo empresarial. La pandemia, como bien recuerdan, no ayudó en nada. Cierres de negocio, gente sin trabajo... ¡una torta! Y ni hablar de cómo esto afecta la calidad de vida de la gente, pues se ven afectados todos los aspectos. Pero bueno, parece que hay luz al final del túnel gracias a esta iniciativa.
La Clínica Empresarial TEC del Caribe, coordinada por Henry Binns Hernández, está recorriendo la provincia de punta a punta – desde Talamanca hasta Tortuguero – llevando ayuda donde más se necesita. No es cualquier vaina, má' que ellos tienen un modelo llamado “quíntuple hélice”. Lo que quiere decir, pichones, que trabajan juntitos con el gobierno, el sector privado, la academia, la comunidad y hasta con el medio ambiente. ¡Eso sí que es trabajar con conciencia!
¿Y en qué andan metidos específicamente? Pues fíjense que se están enfocando en tres áreas clave: turismo, agroindustria y logística. Aunque claro, dicen que si surge otra actividad que le pueda ir bien a la zona, pues ahí se les suma. Lo importante es echarle aguante y ver qué puede salir bien. Binns nos cuenta que todo esto nació de la urgencia de ayudar a las mipymes luego de la crisis sanitaria, cuando parecía que todo se iba al traste.
Pero no todo ha sido fácil, obvio. Como siempre, faltaban recursos y había que buscar aliados estratégicos para que los proyectos pudieran despegar. Una de las mayores dificultades era que muchos emprendedores no sabían cómo tramitar papeles o pedir créditos al gobierno. Ahí entraron los amigos del INAMU y del IMAS para brindar apoyo integral, cubriendo tanto lo empresarial como lo emocional. ¡Porque a veces, diay, uno necesita un empujoncito extra!
Lo bueno de todo esto es que también le ha dado un buen impulso a los estudiantes del TEC. Ahora ellos pueden participar activamente en estos proyectos, ganar experiencia práctica y hasta inspirarse a crear sus propias empresas. Se habló de un proyecto específico en Siquirres, que busca brindar apoyo técnico y capacitación a negocios locales, involucrando a profesionales de distintas áreas como administración, psicología, ingeniería e incluso gestión de turismo sostenible. ¡Una mezcla poderosa para darle un buen churro a los negocios!
La idea ahora es que esto no quede solo en proyectos puntuales, sino que se convierta en un programa permanente. Los extensionistas del TEC sueñan con seguir apoyando a las comunidades y viendo cómo estas iniciativas generan un impacto positivo a largo plazo. El TEC, parece que está dispuesto a ponerle todo el empeño, porque saben que invertir en las mipymes es invertir en el futuro de Costa Rica.
En fin, parece que hay buenas señales en el Caribe. Pero me pregunto, ¿cree usted que estas iniciativas del TEC serán suficientes para revertir la situación actual en Limón? ¿O necesitamos medidas más drásticas y ambiciosas para impulsar el desarrollo económico de la provincia?
Hablamos de un problema serio, diay. Según el Banco Central, Limón arrastra la peor nota en temas de desarrollo empresarial. La pandemia, como bien recuerdan, no ayudó en nada. Cierres de negocio, gente sin trabajo... ¡una torta! Y ni hablar de cómo esto afecta la calidad de vida de la gente, pues se ven afectados todos los aspectos. Pero bueno, parece que hay luz al final del túnel gracias a esta iniciativa.
La Clínica Empresarial TEC del Caribe, coordinada por Henry Binns Hernández, está recorriendo la provincia de punta a punta – desde Talamanca hasta Tortuguero – llevando ayuda donde más se necesita. No es cualquier vaina, má' que ellos tienen un modelo llamado “quíntuple hélice”. Lo que quiere decir, pichones, que trabajan juntitos con el gobierno, el sector privado, la academia, la comunidad y hasta con el medio ambiente. ¡Eso sí que es trabajar con conciencia!
¿Y en qué andan metidos específicamente? Pues fíjense que se están enfocando en tres áreas clave: turismo, agroindustria y logística. Aunque claro, dicen que si surge otra actividad que le pueda ir bien a la zona, pues ahí se les suma. Lo importante es echarle aguante y ver qué puede salir bien. Binns nos cuenta que todo esto nació de la urgencia de ayudar a las mipymes luego de la crisis sanitaria, cuando parecía que todo se iba al traste.
Pero no todo ha sido fácil, obvio. Como siempre, faltaban recursos y había que buscar aliados estratégicos para que los proyectos pudieran despegar. Una de las mayores dificultades era que muchos emprendedores no sabían cómo tramitar papeles o pedir créditos al gobierno. Ahí entraron los amigos del INAMU y del IMAS para brindar apoyo integral, cubriendo tanto lo empresarial como lo emocional. ¡Porque a veces, diay, uno necesita un empujoncito extra!
Lo bueno de todo esto es que también le ha dado un buen impulso a los estudiantes del TEC. Ahora ellos pueden participar activamente en estos proyectos, ganar experiencia práctica y hasta inspirarse a crear sus propias empresas. Se habló de un proyecto específico en Siquirres, que busca brindar apoyo técnico y capacitación a negocios locales, involucrando a profesionales de distintas áreas como administración, psicología, ingeniería e incluso gestión de turismo sostenible. ¡Una mezcla poderosa para darle un buen churro a los negocios!
La idea ahora es que esto no quede solo en proyectos puntuales, sino que se convierta en un programa permanente. Los extensionistas del TEC sueñan con seguir apoyando a las comunidades y viendo cómo estas iniciativas generan un impacto positivo a largo plazo. El TEC, parece que está dispuesto a ponerle todo el empeño, porque saben que invertir en las mipymes es invertir en el futuro de Costa Rica.
En fin, parece que hay buenas señales en el Caribe. Pero me pregunto, ¿cree usted que estas iniciativas del TEC serán suficientes para revertir la situación actual en Limón? ¿O necesitamos medidas más drásticas y ambiciosas para impulsar el desarrollo económico de la provincia?