¡Aguante! El Gobierno hizo pompa este miércoles con la inauguración oficial de los nuevos escáneres en los puertos de Caldera y Limón. Después de meses de espera, y con el TSE respirándonos en la nuca por culpa de las elecciones, finalmente pusieron en marcha estos aparatos que prometen darle una sacudida al narcotráfico en Costa Rica. Parece que sí, aunque aún queda mucho brete por delante.
Como bien saben los conocedores, estos escáneres son una donación del gobierno de Estados Unidos – unos $20 millones, dicen –, complementada con una inversión nacional de casi mil millones de colones en infraestructura. La idea es simple: detectar cargamentos sospechosos antes de que salgan o entren del país. Mario Zamora, el ministro de Seguridad, anda prometiendo ajustes técnicos sorpresa y operativos inesperados para los traficantes. Ya veremos si cumplen, ¿eh?
Rodrigo Chaves, como buen político, aprovechó la ocasión para soltar pullas hacia gobiernos anteriores, diciendo que ellos nunca tuvieron el valor o la capacidad de invertir en estas tecnologías. Claro, siempre hay que echarle la piedra al vecino, pero el caso es que ahora los tenemos. Eso sí, el Presidente se mostró cauteloso sobre hablar demasiado del tema antes del 1 de octubre, alegando una supuesta “mordaza” impuesta por el Tribunal Supremos de Elecciones. ¡Qué vaina!
Recordemos que, según cifras del Gobierno, desde la instalación del primer escáner en APM Terminals, se han interceptado más de 15 mil kilos de cocaína. Zamora dice que esperan ver mejoras significativas en las estadísticas gracias a los nuevos equipos en Caldera y Limón. A ver si logran bajar esos números que están más altos que Morera Escalante.
Jennifer Savage, la encargada de negocios de la Embajada estadounidense, recalcó el compromiso de EE.UU. con Costa Rica en materia de seguridad. Dice que la seguridad de ambos países está entrelazada, y que están invirtiendo en dos escáneres móviles adicionales para cubrir áreas remotas del país. Suena a que sí quieren ayudar, pero también tienen sus propios intereses en juego, ¿verdad?
La diputada Pilar Cisneros, rompiendo con el protocolo de rigor, expresó públicamente que la instalación de los escáneres le devuelve la paz al pueblo. Una afirmación bastante contundente, dirían. Otros analistas consideran que esto podría ser una estrategia política para ganar puntos de vista antes de las próximas elecciones, pero bueno, cada quien juega sus cartas como puede.
Además, no podemos ignorar el caso del ex magistrado Celso Gamboa, quien enfrenta la posibilidad de extradición a Estados Unidos por cargos relacionados con tráfico de drogas. Este detalle añade un saborcito agridulce a toda la historia y nos recuerda que la lucha contra el narcotráfico es compleja y tiene muchas aristas. Si bien los escáneres son una herramienta valiosa, no son una solución mágica; necesitan ir acompañados de políticas públicas integrales y cooperación regional efectiva.
En fin, la llegada de estos escáneres representa un avance significativo en la lucha contra el narcotráfico, pero la verdadera prueba será ver si realmente cumplen las expectativas y contribuyen a reducir el flujo de drogas ilícitas por territorio costarricense. ¿Ustedes creen que estos escáneres marcarán una diferencia real en la seguridad del país, o simplemente son otro parche temporal en un problema estructural profundo? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!
Como bien saben los conocedores, estos escáneres son una donación del gobierno de Estados Unidos – unos $20 millones, dicen –, complementada con una inversión nacional de casi mil millones de colones en infraestructura. La idea es simple: detectar cargamentos sospechosos antes de que salgan o entren del país. Mario Zamora, el ministro de Seguridad, anda prometiendo ajustes técnicos sorpresa y operativos inesperados para los traficantes. Ya veremos si cumplen, ¿eh?
Rodrigo Chaves, como buen político, aprovechó la ocasión para soltar pullas hacia gobiernos anteriores, diciendo que ellos nunca tuvieron el valor o la capacidad de invertir en estas tecnologías. Claro, siempre hay que echarle la piedra al vecino, pero el caso es que ahora los tenemos. Eso sí, el Presidente se mostró cauteloso sobre hablar demasiado del tema antes del 1 de octubre, alegando una supuesta “mordaza” impuesta por el Tribunal Supremos de Elecciones. ¡Qué vaina!
Recordemos que, según cifras del Gobierno, desde la instalación del primer escáner en APM Terminals, se han interceptado más de 15 mil kilos de cocaína. Zamora dice que esperan ver mejoras significativas en las estadísticas gracias a los nuevos equipos en Caldera y Limón. A ver si logran bajar esos números que están más altos que Morera Escalante.
Jennifer Savage, la encargada de negocios de la Embajada estadounidense, recalcó el compromiso de EE.UU. con Costa Rica en materia de seguridad. Dice que la seguridad de ambos países está entrelazada, y que están invirtiendo en dos escáneres móviles adicionales para cubrir áreas remotas del país. Suena a que sí quieren ayudar, pero también tienen sus propios intereses en juego, ¿verdad?
La diputada Pilar Cisneros, rompiendo con el protocolo de rigor, expresó públicamente que la instalación de los escáneres le devuelve la paz al pueblo. Una afirmación bastante contundente, dirían. Otros analistas consideran que esto podría ser una estrategia política para ganar puntos de vista antes de las próximas elecciones, pero bueno, cada quien juega sus cartas como puede.
Además, no podemos ignorar el caso del ex magistrado Celso Gamboa, quien enfrenta la posibilidad de extradición a Estados Unidos por cargos relacionados con tráfico de drogas. Este detalle añade un saborcito agridulce a toda la historia y nos recuerda que la lucha contra el narcotráfico es compleja y tiene muchas aristas. Si bien los escáneres son una herramienta valiosa, no son una solución mágica; necesitan ir acompañados de políticas públicas integrales y cooperación regional efectiva.
En fin, la llegada de estos escáneres representa un avance significativo en la lucha contra el narcotráfico, pero la verdadera prueba será ver si realmente cumplen las expectativas y contribuyen a reducir el flujo de drogas ilícitas por territorio costarricense. ¿Ustedes creen que estos escáneres marcarán una diferencia real en la seguridad del país, o simplemente son otro parche temporal en un problema estructural profundo? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!