¡Ay, Dios mío! Qué manera de empezar campaña… Resulta que Laura Fernández, la aspirante de Pueblo Soberano, anda revolucionada porque parece que alguien estaba espiando sus planes desde adentro de su propia oficina en Pavas. Todo esto mientras ella va dando vueltas por el país, sudando la gota gorda tratando de convencer a la gente de que su propuesta es la mejor. ¡Una pena!
La jugada, según cuenta la historia, es que contrataron una firma especializada en seguridad para revisar si había algo raro en la oficina, ya saben, los protocolos de rigor. Y vaya sorpresa, encontraron un micro de esos que alcanzan hasta el vecino cantón. Un aparatito lujoso, de unos tres mil dólares, listo para capturar cualquier conversación picante sobre estrategias de campaña y quién le pega más a qué sector. Lo que te pasa…
Fernández, visiblemente molesta – y con razón, diay – acusó directamente a la “acera de enfrente”, refiriéndose a sus contendientes políticos, principalmente a Rodrigo Calvo, su jefazo. No andaba precisamente con tapaderas, diciendo que eso demuestra la desesperación que sienten algunos de llegar al Palacio. Ahora, si nos ponemos a analizarlo bien, la política a veces llega a niveles bajos, pero bueno, lo importante es que la gente esté informada.
La candidata, que viene recorriendo el país presentando su plan de gobierno – una labor encomiable, por cierto, aunque cansadísima – afirmó que esta clase de acciones no contribuyen a una discusión política sana y democrática, sino que atentan contra la confianza ciudadana. Es verdad, ¿quién quiere sentirse vigilado constantemente mientras trabaja por mejorar el país?
Según fuentes cercanas a la campaña, la empresa de seguridad detectó el dispositivo escondido dentro de un objeto decorativo en la sala de reuniones. Aparentemente, el micro estaba camuflado a tal punto que solo un ojo entrenado podría haberlo encontrado. Así que imagínate, quién sabe cuánta información confidencial ya habría sido filtrada antes de que descubrieran la vaina. ¡Menudo brete!
Este escándalo llega en un momento crucial de la campaña electoral, justo a pocas semanas de la presentación oficial del plan de gobierno de Pueblo Soberano. Expertos políticos consultados sugieren que este incidente podría afectar la imagen de la candidatura de Fernández, aunque también podría generar simpatía entre aquellos que ven en ella una figura honesta y comprometida con la transparencia. Veremos cómo se desarrolla la cosa…
La abogada ha anunciado que presentará una denuncia formal ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Esperemos que investiguen a fondo el caso y atraigan a los responsables ante la justicia. No puede ser que la privacidad y la libertad de expresión sean pisoteadas así, ni siquiera durante una campaña política. Por aquello de mantener el orden, ¿saben?
En fin, toda esta polémica plantea una pregunta importante: ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar los políticos para obtener ventaja sobre sus adversarios? ¿Cree usted que este tipo de prácticas de espionaje son comunes en la política costarricense, o es un caso aislado? Comparta su opinión en el foro y démosle sabor a la discusión, ¡mae!
La jugada, según cuenta la historia, es que contrataron una firma especializada en seguridad para revisar si había algo raro en la oficina, ya saben, los protocolos de rigor. Y vaya sorpresa, encontraron un micro de esos que alcanzan hasta el vecino cantón. Un aparatito lujoso, de unos tres mil dólares, listo para capturar cualquier conversación picante sobre estrategias de campaña y quién le pega más a qué sector. Lo que te pasa…
Fernández, visiblemente molesta – y con razón, diay – acusó directamente a la “acera de enfrente”, refiriéndose a sus contendientes políticos, principalmente a Rodrigo Calvo, su jefazo. No andaba precisamente con tapaderas, diciendo que eso demuestra la desesperación que sienten algunos de llegar al Palacio. Ahora, si nos ponemos a analizarlo bien, la política a veces llega a niveles bajos, pero bueno, lo importante es que la gente esté informada.
La candidata, que viene recorriendo el país presentando su plan de gobierno – una labor encomiable, por cierto, aunque cansadísima – afirmó que esta clase de acciones no contribuyen a una discusión política sana y democrática, sino que atentan contra la confianza ciudadana. Es verdad, ¿quién quiere sentirse vigilado constantemente mientras trabaja por mejorar el país?
Según fuentes cercanas a la campaña, la empresa de seguridad detectó el dispositivo escondido dentro de un objeto decorativo en la sala de reuniones. Aparentemente, el micro estaba camuflado a tal punto que solo un ojo entrenado podría haberlo encontrado. Así que imagínate, quién sabe cuánta información confidencial ya habría sido filtrada antes de que descubrieran la vaina. ¡Menudo brete!
Este escándalo llega en un momento crucial de la campaña electoral, justo a pocas semanas de la presentación oficial del plan de gobierno de Pueblo Soberano. Expertos políticos consultados sugieren que este incidente podría afectar la imagen de la candidatura de Fernández, aunque también podría generar simpatía entre aquellos que ven en ella una figura honesta y comprometida con la transparencia. Veremos cómo se desarrolla la cosa…
La abogada ha anunciado que presentará una denuncia formal ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ). Esperemos que investiguen a fondo el caso y atraigan a los responsables ante la justicia. No puede ser que la privacidad y la libertad de expresión sean pisoteadas así, ni siquiera durante una campaña política. Por aquello de mantener el orden, ¿saben?
En fin, toda esta polémica plantea una pregunta importante: ¿Hasta dónde están dispuestos a llegar los políticos para obtener ventaja sobre sus adversarios? ¿Cree usted que este tipo de prácticas de espionaje son comunes en la política costarricense, o es un caso aislado? Comparta su opinión en el foro y démosle sabor a la discusión, ¡mae!