¡Ay, Dios mío, qué despiche! Resulta que Costa Rica acaba de recibir una notita nada agradable de la OACI: reprobamos la evaluación de seguridad aérea con un 61.7%. Suena a broma, pero esto es serio, muy serio. El diputado Eliécer Feinzaig, recién salido de una operación, no se anduvo con rodeos y soltó la bomba: calificó al gobierno de Chaves como "el más incompetente de la historia". Ahí les queda, pa' que le den vueltas.
Para entender la magnitud del problema, hay que recordar que en 2017, cuando Don Luis Guillermo Solís estaba en la presidencia, nos sacamos un 76.7%, y hasta estuvimos sudando la gota gorda porque estábamos al borde. Ahora, hemos caído 15 puntos, ¡quince! Eso significa que no cumplimos al menos cuatro estándares internacionales de aeronavegabilidad. Estos estándares no son por pura formalidad, son cosas de seguridad, ¿entienden?
Feinzaig explicó que esto no va a ser cositas raras. Según él, las aseguradoras ya se pusieron en contacto con las aerolíneas, lo cual implica que los seguros se van a encarecer. ¿Y quién paga eso? Pues nosotros, los costarricenses, claro. Porque al final, todo termina afectándonos en el bolsillo. Imaginen, subirán los boletos tanto nacionales como internacionales, justo en un momento en que el turismo está dando señales de alerta. ¡Una combinación fatal!
“Esto es una tragedia”, sentenció Feinzaig. No es exageración, vamos. Si los boletos se hacen más caros, los turistas buscarán otros destinos más accesibles. Y si el turismo se desploma, el impacto económico será devastador. Y hablando de proyectos, recordemos que Feinzaig propuso hace poco una ley para fomentar vuelos de bajo costo entre Costa Rica, Centroamérica y República Dominicana. ¿Qué hizo el Presidente Chaves? Se la vetó, ¡obviamente!, mostrando una clara falta de visión a futuro.
Ahora bien, para contextualizar un poquito, muchos recuerdan cuando se hablaba de convertir a Costa Rica en un hub turístico regional. Parecía prometedor, pero parece que con este gobierno vamos retrocediendo. Las promesas de campaña se han quedado en agua salada, y la realidad es que estamos perdiendo terreno frente a nuestros vecinos. ¿Será que alguien realmente está pensando en el bienestar del país, o solamente en cómo mantener el poder?
Algunos analistas políticos sugieren que la caída en la evaluación aérea es solo la punta del iceberg de una gestión gubernamental deficiente. Señalan problemas de planificación, falta de inversión en infraestructura clave y una comunicación interna descoordinada. Otros, más optimistas, argumentan que es un contratiempo aislado que se podrá solucionar con medidas correctivas rápidas. Pero viendo la trayectoria del gobierno, la verdad es que pocas esperanzas hay.
Y para rematar, agreguen que este fallo podría tener consecuencias legales y diplomáticas. Podríamos enfrentarnos a sanciones comerciales, restricciones en nuestras operaciones aéreas e incluso a la pérdida de confianza de nuestros socios internacionales. Esto es más grave de lo que muchos parecen creer, y la poca respuesta oficial solo agrava la situación. Parece que estamos a punto de irnos al traste, y la cosa pinta fea.
Bueno, pues ahí lo tienen, directito desde el Foro. Una evaluación aérea fallida, un diputado furioso y un gobierno en la cuerda floja. ¿Creen que el gobierno de Chaves tomará cartas en el asunto, o seguiremos sumiéndonos en este despiche? ¿Deberían reconsiderar la aprobación de la ley de vuelos de bajo costo para impulsar el turismo y evitar que la situación empeore?
Para entender la magnitud del problema, hay que recordar que en 2017, cuando Don Luis Guillermo Solís estaba en la presidencia, nos sacamos un 76.7%, y hasta estuvimos sudando la gota gorda porque estábamos al borde. Ahora, hemos caído 15 puntos, ¡quince! Eso significa que no cumplimos al menos cuatro estándares internacionales de aeronavegabilidad. Estos estándares no son por pura formalidad, son cosas de seguridad, ¿entienden?
Feinzaig explicó que esto no va a ser cositas raras. Según él, las aseguradoras ya se pusieron en contacto con las aerolíneas, lo cual implica que los seguros se van a encarecer. ¿Y quién paga eso? Pues nosotros, los costarricenses, claro. Porque al final, todo termina afectándonos en el bolsillo. Imaginen, subirán los boletos tanto nacionales como internacionales, justo en un momento en que el turismo está dando señales de alerta. ¡Una combinación fatal!
“Esto es una tragedia”, sentenció Feinzaig. No es exageración, vamos. Si los boletos se hacen más caros, los turistas buscarán otros destinos más accesibles. Y si el turismo se desploma, el impacto económico será devastador. Y hablando de proyectos, recordemos que Feinzaig propuso hace poco una ley para fomentar vuelos de bajo costo entre Costa Rica, Centroamérica y República Dominicana. ¿Qué hizo el Presidente Chaves? Se la vetó, ¡obviamente!, mostrando una clara falta de visión a futuro.
Ahora bien, para contextualizar un poquito, muchos recuerdan cuando se hablaba de convertir a Costa Rica en un hub turístico regional. Parecía prometedor, pero parece que con este gobierno vamos retrocediendo. Las promesas de campaña se han quedado en agua salada, y la realidad es que estamos perdiendo terreno frente a nuestros vecinos. ¿Será que alguien realmente está pensando en el bienestar del país, o solamente en cómo mantener el poder?
Algunos analistas políticos sugieren que la caída en la evaluación aérea es solo la punta del iceberg de una gestión gubernamental deficiente. Señalan problemas de planificación, falta de inversión en infraestructura clave y una comunicación interna descoordinada. Otros, más optimistas, argumentan que es un contratiempo aislado que se podrá solucionar con medidas correctivas rápidas. Pero viendo la trayectoria del gobierno, la verdad es que pocas esperanzas hay.
Y para rematar, agreguen que este fallo podría tener consecuencias legales y diplomáticas. Podríamos enfrentarnos a sanciones comerciales, restricciones en nuestras operaciones aéreas e incluso a la pérdida de confianza de nuestros socios internacionales. Esto es más grave de lo que muchos parecen creer, y la poca respuesta oficial solo agrava la situación. Parece que estamos a punto de irnos al traste, y la cosa pinta fea.
Bueno, pues ahí lo tienen, directito desde el Foro. Una evaluación aérea fallida, un diputado furioso y un gobierno en la cuerda floja. ¿Creen que el gobierno de Chaves tomará cartas en el asunto, o seguiremos sumiéndonos en este despiche? ¿Deberían reconsiderar la aprobación de la ley de vuelos de bajo costo para impulsar el turismo y evitar que la situación empeore?