En Costa Rica, el empleo informal se ha disparado casi un 10 % durante el trimestre de junio, julio y agosto de 2024, lo que ha generado preocupaciones sobre la evasión fiscal, un fenómeno que a menudo encuentra refugio en los márgenes de la economía informal.
Según la Encuesta Continua de Empleo (ECE) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), aproximadamente 84,000 personas más están involucradas en trabajos informales en comparación con el año anterior, elevando la cifra a casi 900,000 personas.
El empleo informal, que incluye actividades económicas no registradas y sin protección social, sigue siendo una realidad compleja. Actualmente, afecta al 40.1 % de la población ocupada, en su mayoría hombres (538,000) frente a mujeres (362,000). Este aumento, aunque refleje el dinamismo económico, también expone las fisuras de un sistema que, lejos de ser eficiente, facilita prácticas que evaden el control tributario y la protección de los derechos laborales.
¿Por qué el auge del empleo informal es una preocupación fiscal?
En teoría, cualquier trabajador debería estar registrado en el sistema tributario costarricense, aportando tanto a la seguridad social como a la recaudación impositiva. Sin embargo, el alto porcentaje de trabajadores informales sugiere que una parte considerable de la población empleada está eludiendo las cargas fiscales. Lo curioso es que esta "evasión" se encuentra camuflada en una aparente normalización de la informalidad.
La informalidad no solo afecta las arcas del Estado, que pierden contribuciones fiscales esenciales para el financiamiento de servicios públicos y proyectos de desarrollo, sino que también perpetúa la desigualdad social. Muchos trabajadores informales no reciben beneficios sociales, como seguro de salud, pensiones o licencias por enfermedad, y, al mismo tiempo, no contribuyen de manera equitativa a las finanzas públicas.
Desempleo a la baja, pero a qué costo...
En contraste con el aumento de la informalidad, la tasa de desempleo mostró una disminución, alcanzando el 6.7 % en el mismo trimestre de 2024. Este dato podría parecer un signo de recuperación económica, pero la realidad es más compleja. Si bien más personas tienen algún tipo de empleo, la calidad de esos trabajos está lejos de ser la ideal. De hecho, muchos optan por la informalidad no por elección, sino por necesidad, lo que los coloca en una situación vulnerable y fuera del radar fiscal.
El fenómeno es particularmente preocupante en sectores como el comercio informal, la agricultura y los servicios domésticos, donde la fiscalización es débil o casi inexistente. Estos sectores concentran una gran parte del empleo informal, lo que sugiere que las reformas necesarias para atacar el problema de la evasión fiscal y la informalidad están aún por materializarse.
Los retos para el gobierno y el sistema tributario
La evasión fiscal en Costa Rica, ligada al auge del empleo informal, presenta un desafío monumental para el gobierno. Si bien es comprensible que muchas personas recurran a trabajos informales debido a la falta de opciones formales, la incapacidad del Estado para integrar a estos trabajadores en el sistema tributario y de seguridad social subraya una debilidad estructural. Además, la informalidad contribuye a una competencia desleal en el mercado laboral, ya que las empresas que operan dentro del marco legal se ven obligadas a competir con negocios que evaden impuestos y, por lo tanto, pueden ofrecer precios más bajos.
El gobierno debe intensificar los esfuerzos para regularizar la situación de los trabajadores informales y asegurar que todos contribuyan equitativamente al sistema fiscal. En última instancia, la evasión fiscal a través de la informalidad no solo afecta al gobierno, sino que erosiona la confianza de la sociedad en la equidad del sistema.
¿Cómo pedirle al ciudadano promedio que pague sus impuestos si gran parte de la población activa no lo hace?
Es hora de preguntarse si este crecimiento del empleo informal es simplemente una respuesta a la falta de oportunidades o una forma de evasión fiscal bien disfrazada que el gobierno ha permitido por mucho tiempo.
Según la Encuesta Continua de Empleo (ECE) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), aproximadamente 84,000 personas más están involucradas en trabajos informales en comparación con el año anterior, elevando la cifra a casi 900,000 personas.
El empleo informal, que incluye actividades económicas no registradas y sin protección social, sigue siendo una realidad compleja. Actualmente, afecta al 40.1 % de la población ocupada, en su mayoría hombres (538,000) frente a mujeres (362,000). Este aumento, aunque refleje el dinamismo económico, también expone las fisuras de un sistema que, lejos de ser eficiente, facilita prácticas que evaden el control tributario y la protección de los derechos laborales.
¿Por qué el auge del empleo informal es una preocupación fiscal?
En teoría, cualquier trabajador debería estar registrado en el sistema tributario costarricense, aportando tanto a la seguridad social como a la recaudación impositiva. Sin embargo, el alto porcentaje de trabajadores informales sugiere que una parte considerable de la población empleada está eludiendo las cargas fiscales. Lo curioso es que esta "evasión" se encuentra camuflada en una aparente normalización de la informalidad.
La informalidad no solo afecta las arcas del Estado, que pierden contribuciones fiscales esenciales para el financiamiento de servicios públicos y proyectos de desarrollo, sino que también perpetúa la desigualdad social. Muchos trabajadores informales no reciben beneficios sociales, como seguro de salud, pensiones o licencias por enfermedad, y, al mismo tiempo, no contribuyen de manera equitativa a las finanzas públicas.
Desempleo a la baja, pero a qué costo...
En contraste con el aumento de la informalidad, la tasa de desempleo mostró una disminución, alcanzando el 6.7 % en el mismo trimestre de 2024. Este dato podría parecer un signo de recuperación económica, pero la realidad es más compleja. Si bien más personas tienen algún tipo de empleo, la calidad de esos trabajos está lejos de ser la ideal. De hecho, muchos optan por la informalidad no por elección, sino por necesidad, lo que los coloca en una situación vulnerable y fuera del radar fiscal.
El fenómeno es particularmente preocupante en sectores como el comercio informal, la agricultura y los servicios domésticos, donde la fiscalización es débil o casi inexistente. Estos sectores concentran una gran parte del empleo informal, lo que sugiere que las reformas necesarias para atacar el problema de la evasión fiscal y la informalidad están aún por materializarse.
Los retos para el gobierno y el sistema tributario
La evasión fiscal en Costa Rica, ligada al auge del empleo informal, presenta un desafío monumental para el gobierno. Si bien es comprensible que muchas personas recurran a trabajos informales debido a la falta de opciones formales, la incapacidad del Estado para integrar a estos trabajadores en el sistema tributario y de seguridad social subraya una debilidad estructural. Además, la informalidad contribuye a una competencia desleal en el mercado laboral, ya que las empresas que operan dentro del marco legal se ven obligadas a competir con negocios que evaden impuestos y, por lo tanto, pueden ofrecer precios más bajos.
El gobierno debe intensificar los esfuerzos para regularizar la situación de los trabajadores informales y asegurar que todos contribuyan equitativamente al sistema fiscal. En última instancia, la evasión fiscal a través de la informalidad no solo afecta al gobierno, sino que erosiona la confianza de la sociedad en la equidad del sistema.
¿Cómo pedirle al ciudadano promedio que pague sus impuestos si gran parte de la población activa no lo hace?
Empleo informal crece y arrastra al país hacia la evasión fiscal
Mientras las políticas públicas no aborden el vínculo entre la informalidad y la evasión fiscal, el problema seguirá aumentando. La informalidad laboral no es solo un síntoma de una economía en recuperación lenta, sino también un reflejo de un sistema fiscal que aún no ha logrado incluir a todos sus ciudadanos.
Solo los foreros registrados pueden disfrutar ver los archivos adjuntos.
Es hora de preguntarse si este crecimiento del empleo informal es simplemente una respuesta a la falta de oportunidades o una forma de evasión fiscal bien disfrazada que el gobierno ha permitido por mucho tiempo.
