¡Ay, Dios mío! Resulta que el INA, esa vaina que debería estar echando a andar los programas de formación técnica como quien no quiere la cosa, anda con un brío pa’trás en la educación dual. Parece que se les cayó el interés, o qué será, porque la poca plata que tienen destinada para esto va a parar a ningún lado, ¡pura torta!
La jugada es que, hace seis añitos lanzaron esta idea de la educación dual, donde los estudiantes combinan lo que aprenden en el colegio con la práctica real en una empresa. Suena lindo en teoría, ¿verdad?, pero en la práctica… bueno, digamos que todavía estamos en pañales. El primer programa salió en 2022, y ni siquiera se vio bien si agarró.
Un asesor del INA, Daniel González, soltó la bomba de que hay “retos estructurales” que atender. Eso suena técnico, pero lo que dice es que las empresas no quieren meterle mano, ni darle una ayuda económica, ni tampoco certifican a sus mentores, esos señores que deberían estar guiando a los jóvenes en las empresas. ¡Qué falta de ganas, mae!
Y no nomás con las empresas, resulta que el INA mismo tiene problemas. No tienen la onda, ni la infraestructura, ni el equipo adecuado, ni personal capacitado. ¡Parece que esperan que los estudiantes lleguen con todas las herramientas para trabajar! Eso sí que es despiste, diay.
González también recalcó que necesitan estar pendiente de lo que pide el mercado laboral, para no andar creando programas que nadie necesita. “No se trata de tener 50 programas en papel”, dijo él, “sino de ver qué funciona y qué no”. ¡Menos hablar y más echarlo adelante, pana!
Están analizando una modificación a la Ley 9728, para ver si pueden hacerla más atractiva para las empresas. Dicen que podría ayudar con los fondos de becas y los incentivos. Uno se pregunta: ¿será que les da vergüenza reconocer que han metido la pata?
Lo peor de todo es que tienen más de mil doscientos millones de colones en becas destinadas, pero apenas han usado unos ciento veinte millones. ¡Eso es como comprarse un Chunche y dejarlo tirado! Se supone que hay 9 instituciones, 190 colegios, 70 sedes académicas y 81 centros universitarios participando en esta vaina, pero parece que todos están durmiendo la siesta.
En fin, la cosa está lenta, pero dicen que van mejorando poquito a poco. Empezaron con cien graduados en 2023, llegaron a más de 250 en 2024 y esperan cerrar este año con casi 300. Aunque todavía queda mucho brete por delante, esperemos que pronto la educación dual empiece a funcionar como debe ser. ¿Ustedes creen que el INA realmente logrará reactivar esta iniciativa y aprovechar al máximo estos recursos, o seguiremos viendo cómo el dinero se va al drenaje?
La jugada es que, hace seis añitos lanzaron esta idea de la educación dual, donde los estudiantes combinan lo que aprenden en el colegio con la práctica real en una empresa. Suena lindo en teoría, ¿verdad?, pero en la práctica… bueno, digamos que todavía estamos en pañales. El primer programa salió en 2022, y ni siquiera se vio bien si agarró.
Un asesor del INA, Daniel González, soltó la bomba de que hay “retos estructurales” que atender. Eso suena técnico, pero lo que dice es que las empresas no quieren meterle mano, ni darle una ayuda económica, ni tampoco certifican a sus mentores, esos señores que deberían estar guiando a los jóvenes en las empresas. ¡Qué falta de ganas, mae!
Y no nomás con las empresas, resulta que el INA mismo tiene problemas. No tienen la onda, ni la infraestructura, ni el equipo adecuado, ni personal capacitado. ¡Parece que esperan que los estudiantes lleguen con todas las herramientas para trabajar! Eso sí que es despiste, diay.
González también recalcó que necesitan estar pendiente de lo que pide el mercado laboral, para no andar creando programas que nadie necesita. “No se trata de tener 50 programas en papel”, dijo él, “sino de ver qué funciona y qué no”. ¡Menos hablar y más echarlo adelante, pana!
Están analizando una modificación a la Ley 9728, para ver si pueden hacerla más atractiva para las empresas. Dicen que podría ayudar con los fondos de becas y los incentivos. Uno se pregunta: ¿será que les da vergüenza reconocer que han metido la pata?
Lo peor de todo es que tienen más de mil doscientos millones de colones en becas destinadas, pero apenas han usado unos ciento veinte millones. ¡Eso es como comprarse un Chunche y dejarlo tirado! Se supone que hay 9 instituciones, 190 colegios, 70 sedes académicas y 81 centros universitarios participando en esta vaina, pero parece que todos están durmiendo la siesta.
En fin, la cosa está lenta, pero dicen que van mejorando poquito a poco. Empezaron con cien graduados en 2023, llegaron a más de 250 en 2024 y esperan cerrar este año con casi 300. Aunque todavía queda mucho brete por delante, esperemos que pronto la educación dual empiece a funcionar como debe ser. ¿Ustedes creen que el INA realmente logrará reactivar esta iniciativa y aprovechar al máximo estos recursos, o seguiremos viendo cómo el dinero se va al drenaje?