¡Agarrénse los pantalones, pura vida! La Sutel, esos de siempre cuidando que no nos estén tomando el pelo con el internet, soltó los resultados de la última medición de velocidades fijas. Y pa’lante que sí, hay cosas buenas, pero también unos resbalones que nos hacen preguntarnos si estamos pagando por lo que realmente recibimos. Como diría mi abu, “diay, qué rollo”.
Si les parece poca cosa, esto afecta a casi el 88% de los hogares costarricenses, porque ahí están metidas Kolbi, Liberty, Telecable y Tigo, las principales operadoras del país. Imaginen el brete que le dan a la Sutel vigilar que estas no se anden de mamadas y cumplan con lo prometido. Recordemos que, según la ley, tienen que darnos al menos el 80% de la velocidad que contratamos, sino… ¡qué sal!
Para hacer esto, pusieron 422 aparatos en casas de todo el país, mediendo la velocidad real contra la que aparece en nuestro contrato. Básicamente, quieren saber si nos están estafando a mansalva o si realmente estamos disfrutando de ese megahertz que tanto promocionan en los comerciales. Y los números, en general, pintan bastante decentes.
Al parecer, la mayoría de los operadores han mejorado la calidad del servicio y la estabilidad. ¡Qué chiva! Esto significa que podemos navegar, ver Netflix y subirnos unas birritas a Instagram sin que se atore todo como un carro viejo en medio de la cuesta. Pero ojo, que la cosa no es tan color de rosa en todas partes. Hay matices, como dice la Sutel, y esos matices pueden significar la diferencia entre disfrutar de tu serie favorita y sentarte a mirar la rueda girar.
San José, como siempre, lidera la tabla con un rendimiento superior al 90% en todos los operadores. Liberty, ahí se fajó mucho y cumplió crecesito con lo prometido. En Alajuela, la cosa estuvo más pareja, pero Tigo le dio un susto a sus clientes entre las siete y las nueve de la noche, bajando la velocidad considerablemente. Kolbi, ahí demostró que es un maquina y se mantuvo firme como una roca.
Cartago tampoco escapó a los problemas, con Liberty dando algunas vueltas abajo, aunque no muy graves. De nuevo, Kolbi fue el más estable, demostrando que a veces, la vieja escuela sigue siendo la mejor. En Heredia, las cuatro compañías anduvieron bien, aunque Tigo tuvo algunos titubeos vespertinos que no llegaron a ser un problema serio. Telecable y Liberty se robaron el show con sus altos porcentajes de cumplimiento.
Y entonces salimos de las provincias centrales y la cosa se pone un poco más complicada. En Guanacaste, Telecable tuvo algunos momentos flojos entre las ocho y las nueve de la noche, pero el resto aguantó el paso. Puntarenas siguió la tendencia de las noches problemáticas, con Telecable y Tigo mostrando las mayores fluctuaciones. Una vez más, Kolbi demostró ser el Chunche estable, el que siempre cumple.
Finalmente, llegamos a Limón, donde la cosa estuvo más parejo, pero Liberty y Telecable dieron algunos calambres, acercándose peligrosamente al 70% en ciertos horarios. ¿Será que a los limoneseños nos tratan diferente? Bromas aparte, la verdad es que todavía queda mucho por mejorar. Así que, chavos, díganme... ¿ustedes qué piensan? ¿Están satisfechos con la velocidad de internet que reciben o sienten que les están llevando el pelo? ¡Dejen sus comentarios y contemos quién anda contento y quién anda echándole arena al ceviche!
Si les parece poca cosa, esto afecta a casi el 88% de los hogares costarricenses, porque ahí están metidas Kolbi, Liberty, Telecable y Tigo, las principales operadoras del país. Imaginen el brete que le dan a la Sutel vigilar que estas no se anden de mamadas y cumplan con lo prometido. Recordemos que, según la ley, tienen que darnos al menos el 80% de la velocidad que contratamos, sino… ¡qué sal!
Para hacer esto, pusieron 422 aparatos en casas de todo el país, mediendo la velocidad real contra la que aparece en nuestro contrato. Básicamente, quieren saber si nos están estafando a mansalva o si realmente estamos disfrutando de ese megahertz que tanto promocionan en los comerciales. Y los números, en general, pintan bastante decentes.
Al parecer, la mayoría de los operadores han mejorado la calidad del servicio y la estabilidad. ¡Qué chiva! Esto significa que podemos navegar, ver Netflix y subirnos unas birritas a Instagram sin que se atore todo como un carro viejo en medio de la cuesta. Pero ojo, que la cosa no es tan color de rosa en todas partes. Hay matices, como dice la Sutel, y esos matices pueden significar la diferencia entre disfrutar de tu serie favorita y sentarte a mirar la rueda girar.
San José, como siempre, lidera la tabla con un rendimiento superior al 90% en todos los operadores. Liberty, ahí se fajó mucho y cumplió crecesito con lo prometido. En Alajuela, la cosa estuvo más pareja, pero Tigo le dio un susto a sus clientes entre las siete y las nueve de la noche, bajando la velocidad considerablemente. Kolbi, ahí demostró que es un maquina y se mantuvo firme como una roca.
Cartago tampoco escapó a los problemas, con Liberty dando algunas vueltas abajo, aunque no muy graves. De nuevo, Kolbi fue el más estable, demostrando que a veces, la vieja escuela sigue siendo la mejor. En Heredia, las cuatro compañías anduvieron bien, aunque Tigo tuvo algunos titubeos vespertinos que no llegaron a ser un problema serio. Telecable y Liberty se robaron el show con sus altos porcentajes de cumplimiento.
Y entonces salimos de las provincias centrales y la cosa se pone un poco más complicada. En Guanacaste, Telecable tuvo algunos momentos flojos entre las ocho y las nueve de la noche, pero el resto aguantó el paso. Puntarenas siguió la tendencia de las noches problemáticas, con Telecable y Tigo mostrando las mayores fluctuaciones. Una vez más, Kolbi demostró ser el Chunche estable, el que siempre cumple.
Finalmente, llegamos a Limón, donde la cosa estuvo más parejo, pero Liberty y Telecable dieron algunos calambres, acercándose peligrosamente al 70% en ciertos horarios. ¿Será que a los limoneseños nos tratan diferente? Bromas aparte, la verdad es que todavía queda mucho por mejorar. Así que, chavos, díganme... ¿ustedes qué piensan? ¿Están satisfechos con la velocidad de internet que reciben o sienten que les están llevando el pelo? ¡Dejen sus comentarios y contemos quién anda contento y quién anda echándole arena al ceviche!