¡Ay, Dios mío, qué situación estamos viviendo en Montes de Oca! Parece que las lluvias torrenciales decidieron convertir la entrada de la Facultad de Derecho de la UCR en un río, dejando a vecinos y estudiantes empapados y furiosos. Este martes amanecimos con otra jornada de protestas que paralizó la zona, porque ya ni brincamos a clase, ¡parece que vamos a tener que aprender a nadar!
La movilización, liderada por residentes de barrios cercanos, estudiantes de la UCR y la AED, fue un verdadero clamor por ayuda. Llevan meses denunciando la problemática de estas inundaciones recurrentes, pero parece que las instancias correspondientes han estado haciendo caso omiso. ¿Será que esperan a que nos ahoguemos para ponerle remedio?
“Estamos hartos”, gritaba Doña Marta, vecina del sector, mientras intentaba secar su bolso empapado. “Cada vez que llueve un poquito, esto se inunda. Ya perdimos muebles, electrodomésticos... ¡Y nadie hace nada!”. La señora, con razón, estaba visiblemente molesta, porque vaya si es un brete vivir así, siempre pendiente de si sale el sol o no.
La marcha partió desde la Facultad de Derecho rumbo a la Municipalidad de Montes de Oca, donde buscaron dialogar con el asesor legal Domingo Argüello y con el alcalde Diego Miranda. Sus demandas son claras: requieren soluciones urgentes y efectivas para mitigar las inundaciones y evitar que sigan causando daños materiales y poniendo en riesgo la seguridad de las personas. No quieren excusas ni promesas vacías; buscan acciones concretas.
La raíz del problema, según los manifestantes, radica en la falta de mantenimiento adecuado de los sistemas de drenaje pluvial y en la construcción de viviendas e infraestructura en zonas propensas a inundaciones. Un descuido monumental, diay, porque se nota que no le ponen empeño a resolver este tema. Además, acusan a la municipalidad de no haber implementado planes de prevención efectivos ni de brindar asistencia a las familias afectadas.
Durante la protesta, algunos manifestantes incluso llevaron carteles con mensajes contundentes: “¿Cuándo dejarán de mojarnos?”, “Exigimos soluciones, no pretextos” y, mi favorita, “¡Si siguen igual, les declaramos la guerra!”. Bueno, quizás no literal, pero sí estaban expresando su frustración y determinación de no rendirse hasta lograr cambios reales. Al final, la paciencia también tiene un límite, ¿verdad, maes?
Las autoridades municipales prometieron evaluar la situación y tomar cartas en el asunto, pero los vecinos y estudiantes se muestran escépticos. Han escuchado esas mismas promesas muchas veces, y poco ha cambiado. Por eso, anuncian que las manifestaciones continuarán hasta que obtengan respuestas satisfactorias y vean resultados tangibles. Aseguran que no se van a ir de allí hasta que les den una solución de verdad, algo que funcione y no sea otro parche.
Ahora bien, la gran pregunta queda abierta: ¿Realmente tenemos alcaldes y funcionarios públicos comprometidos con el bienestar de sus ciudadanos, o siguen pensando más en su bolsillo y en la próxima campaña electoral? Con tanta promesa incumplida y tanta negligencia, uno empieza a preguntarse quién representa realmente los intereses del pueblo. ¿Creen ustedes que las autoridades escucharán a la gente de Montes de Oca, o seguiremos viendo cómo el agua se lleva nuestros sueños y esperanzas? Compartan sus opiniones y propuestas en el foro, ¡esto necesita una conversación seria!
La movilización, liderada por residentes de barrios cercanos, estudiantes de la UCR y la AED, fue un verdadero clamor por ayuda. Llevan meses denunciando la problemática de estas inundaciones recurrentes, pero parece que las instancias correspondientes han estado haciendo caso omiso. ¿Será que esperan a que nos ahoguemos para ponerle remedio?
“Estamos hartos”, gritaba Doña Marta, vecina del sector, mientras intentaba secar su bolso empapado. “Cada vez que llueve un poquito, esto se inunda. Ya perdimos muebles, electrodomésticos... ¡Y nadie hace nada!”. La señora, con razón, estaba visiblemente molesta, porque vaya si es un brete vivir así, siempre pendiente de si sale el sol o no.
La marcha partió desde la Facultad de Derecho rumbo a la Municipalidad de Montes de Oca, donde buscaron dialogar con el asesor legal Domingo Argüello y con el alcalde Diego Miranda. Sus demandas son claras: requieren soluciones urgentes y efectivas para mitigar las inundaciones y evitar que sigan causando daños materiales y poniendo en riesgo la seguridad de las personas. No quieren excusas ni promesas vacías; buscan acciones concretas.
La raíz del problema, según los manifestantes, radica en la falta de mantenimiento adecuado de los sistemas de drenaje pluvial y en la construcción de viviendas e infraestructura en zonas propensas a inundaciones. Un descuido monumental, diay, porque se nota que no le ponen empeño a resolver este tema. Además, acusan a la municipalidad de no haber implementado planes de prevención efectivos ni de brindar asistencia a las familias afectadas.
Durante la protesta, algunos manifestantes incluso llevaron carteles con mensajes contundentes: “¿Cuándo dejarán de mojarnos?”, “Exigimos soluciones, no pretextos” y, mi favorita, “¡Si siguen igual, les declaramos la guerra!”. Bueno, quizás no literal, pero sí estaban expresando su frustración y determinación de no rendirse hasta lograr cambios reales. Al final, la paciencia también tiene un límite, ¿verdad, maes?
Las autoridades municipales prometieron evaluar la situación y tomar cartas en el asunto, pero los vecinos y estudiantes se muestran escépticos. Han escuchado esas mismas promesas muchas veces, y poco ha cambiado. Por eso, anuncian que las manifestaciones continuarán hasta que obtengan respuestas satisfactorias y vean resultados tangibles. Aseguran que no se van a ir de allí hasta que les den una solución de verdad, algo que funcione y no sea otro parche.
Ahora bien, la gran pregunta queda abierta: ¿Realmente tenemos alcaldes y funcionarios públicos comprometidos con el bienestar de sus ciudadanos, o siguen pensando más en su bolsillo y en la próxima campaña electoral? Con tanta promesa incumplida y tanta negligencia, uno empieza a preguntarse quién representa realmente los intereses del pueblo. ¿Creen ustedes que las autoridades escucharán a la gente de Montes de Oca, o seguiremos viendo cómo el agua se lleva nuestros sueños y esperanzas? Compartan sus opiniones y propuestas en el foro, ¡esto necesita una conversación seria!
