Cualquier incremento patrimonial debe justificarse, aunque esté exonerado. No lo digo yo, lo dice la ley 7092. Para eso está el aparte de ingresos no gravados en la Declaración 101.
Por ejemplo, las cooperativas están exentas por Ley, pero no las exime de declarar sus ingresos todos los años a la Tributación.
En lo que corresponde a lo que dice don Jorge en cuanto al financiamiento, sin duda, el sistema actual es absurdo y más bien proclive a que los partidos, en su desesperación por logra fondos, sean sujetos de acercamiento de gente indeseable que están dispuestos a financiarlos y a la vez, generar compromisos políticos de ellos.
Ciertamente, debe estar justificado. La cuestión es que, hasta ahora, si no me equivoco, no se ha aportado prueba que apunte a un origen dudoso del patrimonio de la señora. Por supuesto, no pongo las manos al fuego por ella, porque ni la conozco. Pero si en realidad no hay nada irregular, este es un desincentivo más a financiar partidos emergentes.
La verdad es que la relación entre las donaciones privadas a partidos políticos y la política es más sutil y compleja de lo que se cree. Usualmente, en su form más pedestre, se pensaría que esas donaciones son una forma de "comprar" al político para que, una vez elegido, legisle a favor del grupo que lo llevó al poder.
Sin embargo, se puede ver desde la otra óptica:qué tal si la donación es debido a que lso objetvios o planes del político, coinciden con los intereses de la empresa, o asociación que da la doanción?
Eso para nada es ilegal. Incluso, está consagrado como un derecho en la Constitución:
ARTÍCULO 27.- Se garantiza la libertad de petición, en forma individual o colectiva, ante cualquier funcionario público o entidad oficial, y el derecho a obtener pronta resolución.
Además, el comportamiento de las donaciones privadas se asemeja mucho más a el caso de "cubrirse ante cualqueir eventualidad" por parte del donante. Así, generalmente los donantes que no son miembros de un partido dan dinero a ambos candidatos, o aquellos que tienen mayor posibildiad de ganar.
Debido a lo anterior, muchas veces, la causalidad es inversa: no es tanto que el candidato que recibe más donaciones es el que gana. Sino más bien, el candidato más carismático y popular atrae más donaciones. Muchas veces, por más dinero que se gaste, un candidato malo sigue siendo malo.
En uno de los estudios más exhaustivos en este tema, se comparó el desempeño de candidatos al Congreso de EEUU y su probabilidad de ganar o no la elección, con base en ciertas variables. Además, como en EEUU los congresistas pueden reelegirse, se pudo comparar el desempeño del mismo candidato en caso que hubiera ganado en una primera elección, pero que hubiera eventualmente perdido. Esto es un excelente experimento, porque permite comparar la misma persona. El estudio encontró que el gasto en la campaña electoral no era significativo en explicar el éxito o fracaso del candidato.
Incluso, la donación puede ser un arma de doble filo para el donante, al ser identificado como partidario de un movimiento político perdedor. Esto se usó en California por ejemplo, cuando se derrotó una propuesta de legalizar el matrimonio homosexual en una consulta popular. Los partidarios de la misma revisaron la lista de donantes del movimiento en contra y empezaron a hostigar y boicotear los negocios que apoyaron el NO.
EL consejo sería entonces que los que quieran financiar campañas políticas, lo hagan "diversificando" su cartera. Se ahorrarían un gran dolor de cabeza.