Maes, no sé ustedes, pero a mí setiembre siempre me pega diferente. Uno pasa el año quejándose de las presas, del brete, de la política (y con razón), pero llega este mes y es inevitable: uno ve una bandera en un carro y algo se mueve por dentro. Y claro, el MEP empieza con su bombardeo de noticias sobre la Antorcha, que si ya entró por La Cruz, que si va para Liberia... y es fácil verlo como el mismo chunche de siempre. Pero diay, me puse a rascar un poco en las noticias oficiales y, les juro, encontré unas historias que son otro nivel.
Dejemos de lado por un toque al Ministro y la ofrenda floral, que es el protocolo de siempre. Hablemos de Abigail Redondo. Mae, la que llevó la antorcha en La Cruz. La noticia del MEP dice: "estudiante de 30 años, madre de dos hijos, cursa sétimo en el nocturno". Pensemos en esa vara un segundo. Una doña que seguro se levanta a las 5 a.m., alista güilas, seguro trabaja todo el día y todavía le pone bonito para sacar el cole de noche... y encima es la escogida para cargar el símbolo de la independencia. ¡Qué nivel de mujer! Esa es la gente que de verdad representa el esfuerzo de este país, mucho más que cualquier discurso político. Esas son las historias que el MEP debería poner en letras gigantes.
Y la cosa no para ahí. Mientras en La Cruz se recordaba la historia de Marcelino García Flamenco –un profe salvadoreño que se la jugó y murió luchando contra la dictadura de los Tinoco, provocando la huelga que los terminó de botar–, un grupo de cinco güilas del Liceo de Canaán de Rivas se alistaba para una misión épica: llevar otra antorcha hasta la mismísima cima del Chirripó. O sea, no es solo el recorrido oficial por la Interamericana. Hay gente llevando el fuego patrio al punto más alto del país. ¡Qué carga la vara! Es ese extra, ese "ir más allá" lo que le da un significado tuanis a toda la celebración, ¿no creen?
Claro, también está el fiestón más tradicional. En Chepe, por ejemplo, se juntaron más de 800 estudiantes de coles técnicos y liceos para un festival de bandas que, por lo que se ve, la vara se puso a cachete. La Carpio, Pavas, el Castro Madriz, el Liceo Costa Rica... todos juntos sonando en el Parque Central. Eso es civismo del bueno: chiquillos haciendo algo productivo, compartiendo, y de paso alegrándole el domingo a un montón de gente que se acercó. Y para los que no pueden salir de casa o del brete, el MEP hasta montó una página para seguir el recorrido de la antorcha en tiempo real. Un detallazo tecnológico para no quedarse por fuera.
Al final, detrás del acto cívico que a veces se siente repetitivo, hay un montón de historias personales que valen oro. La de Abigail, la mamá que estudia de noche; la de Keylor, el que pasó de "mal portado" a profe de sociales; la de Yafeth, el mejor promedio que fue el primero en correr. Estos son los rostros que le dan sentido al corre-corre de la antorcha. No es solo un fuego que pasa de mano en mano; es el reflejo del esfuerzo, la dedicación y el sacrificio que, al final del día, construyen la democracia que tanto nos gusta celebrar. Y eso sí que es algo para sentirse orgulloso.
Por eso les pregunto, foreros: Más allá del desfile y el himno, ¿qué es lo que a ustedes de verdad los hace sentir ese "¡qué chiva ser tico!" por estas fechas? ¿Alguna historia personal con la Antorcha o los desfiles que se les haya quedado grabada?
Dejemos de lado por un toque al Ministro y la ofrenda floral, que es el protocolo de siempre. Hablemos de Abigail Redondo. Mae, la que llevó la antorcha en La Cruz. La noticia del MEP dice: "estudiante de 30 años, madre de dos hijos, cursa sétimo en el nocturno". Pensemos en esa vara un segundo. Una doña que seguro se levanta a las 5 a.m., alista güilas, seguro trabaja todo el día y todavía le pone bonito para sacar el cole de noche... y encima es la escogida para cargar el símbolo de la independencia. ¡Qué nivel de mujer! Esa es la gente que de verdad representa el esfuerzo de este país, mucho más que cualquier discurso político. Esas son las historias que el MEP debería poner en letras gigantes.
Y la cosa no para ahí. Mientras en La Cruz se recordaba la historia de Marcelino García Flamenco –un profe salvadoreño que se la jugó y murió luchando contra la dictadura de los Tinoco, provocando la huelga que los terminó de botar–, un grupo de cinco güilas del Liceo de Canaán de Rivas se alistaba para una misión épica: llevar otra antorcha hasta la mismísima cima del Chirripó. O sea, no es solo el recorrido oficial por la Interamericana. Hay gente llevando el fuego patrio al punto más alto del país. ¡Qué carga la vara! Es ese extra, ese "ir más allá" lo que le da un significado tuanis a toda la celebración, ¿no creen?
Claro, también está el fiestón más tradicional. En Chepe, por ejemplo, se juntaron más de 800 estudiantes de coles técnicos y liceos para un festival de bandas que, por lo que se ve, la vara se puso a cachete. La Carpio, Pavas, el Castro Madriz, el Liceo Costa Rica... todos juntos sonando en el Parque Central. Eso es civismo del bueno: chiquillos haciendo algo productivo, compartiendo, y de paso alegrándole el domingo a un montón de gente que se acercó. Y para los que no pueden salir de casa o del brete, el MEP hasta montó una página para seguir el recorrido de la antorcha en tiempo real. Un detallazo tecnológico para no quedarse por fuera.
Al final, detrás del acto cívico que a veces se siente repetitivo, hay un montón de historias personales que valen oro. La de Abigail, la mamá que estudia de noche; la de Keylor, el que pasó de "mal portado" a profe de sociales; la de Yafeth, el mejor promedio que fue el primero en correr. Estos son los rostros que le dan sentido al corre-corre de la antorcha. No es solo un fuego que pasa de mano en mano; es el reflejo del esfuerzo, la dedicación y el sacrificio que, al final del día, construyen la democracia que tanto nos gusta celebrar. Y eso sí que es algo para sentirse orgulloso.
Por eso les pregunto, foreros: Más allá del desfile y el himno, ¿qué es lo que a ustedes de verdad los hace sentir ese "¡qué chiva ser tico!" por estas fechas? ¿Alguna historia personal con la Antorcha o los desfiles que se les haya quedado grabada?
