A ver, compas, hablemos de esa vara que nos duele a todos en la bolsa cada mes: el recibo de la luz. Porque si ustedes son como yo, cada vez que llega sienten ese mini infarto y la necesidad de apagar hasta la refri. Y ahora, para ponerle la cereza al pastel, el ICE pide aumentos que nos van a sacudir el bolsillo en 2026. Diay, con todo respeto, pero ¡qué despiche! Mientras el mundo avanza, aquí parece que nos encanta complicarnos la vida y, de paso, pagar un platal por un servicio que podría ser mucho más barato y eficiente.
La discusión que se traen el ICE y la ARESEP es la punta del iceberg de un problema mucho más profundo. No es solo un ajuste de tarifas, es que todo el sistema eléctrico parece un chunche viejo que pide a gritos una renovación. Unos expertos de la Cámara de Generación Distribuida (que para efectos prácticos son los maes que sí saben de este tema) lo pusieron clarísimo: si no modernizamos el mercado eléctrico, se nos va al traste la poca competitividad que nos queda. Y no es vara, piénsenlo: si a las empresas les sale carísimo producir aquí por la luz, ¿adivinen a dónde se van a ir a poner su brete? Exacto. Nos estamos jalando una torta monumental por pura terquedad.
Pero bueno, no todo es estar salado. Hay una solución que es tan obvia que casi ofende que no la estemos aplicando a todo gas. Se llama "generación distribuida". Suena técnico, pero la idea es ¡qué chiva! y súper simple: que usted, yo, el vecino, la pulpería de la esquina y la empresa grande podamos generar nuestra propia energía. Piense en paneles solares en cada techo. En vez de depender 100% del ICE, cada uno se convierte en una mini planta eléctrica. Uno de los expertos, un mae que se ve que es un carga en el tema, Jan Borchgrenvink, dijo que los proyectos solares se pueden montar de toque y a precios que le compiten a cualquiera. O sea, la tecnología está, la plata también… entonces, ¿qué estamos esperando?
Aquí es donde la puerca tuerce el rabo. Para que esta vara funcione, necesitamos reglas claras. El gobierno y las instituciones tienen que dejar el enredo y crear un marco legal que de verdad funcione. Necesitamos poder instalar nuestros paneles, consumir nuestra energía (autoconsumo, le dicen), y si nos sobra, poder venderle ese excedente a la red y que nos paguen un precio justo. Esto no solo le baja el recibo a la gente, sino que le quita presión al sistema eléctrico nacional, evita apagones y hace que todo el país sea más resiliente. Sería una jugada a cachete por donde se le vea: se cuida el ambiente, se ahorra plata y se genera más brete.
Al final, el meollo del asunto es pura voluntad política. Tenemos la capacidad técnica, tenemos empresas listas para invertir y tenemos a miles de ticos ahogados con las tarifas que estarían felices de entrarle a la energía solar. Lo que falta es que quienes toman las decisiones dejen de darle vueltas al asunto y se pongan las pilas. Esta no es una discusión de izquierda o derecha, es de puro sentido común. O modernizamos este chereque de una vez por todas, o nos quedamos pegados viendo cómo nuestros vecinos avanzan y nosotros seguimos pagando una fortuna por la luz. Así que les pregunto a ustedes, la gente pensante de este foro: ¿seguimos en las mismas o empezamos a presionar para que esta modernización deje de ser un cuento y se convierta en realidad?
La discusión que se traen el ICE y la ARESEP es la punta del iceberg de un problema mucho más profundo. No es solo un ajuste de tarifas, es que todo el sistema eléctrico parece un chunche viejo que pide a gritos una renovación. Unos expertos de la Cámara de Generación Distribuida (que para efectos prácticos son los maes que sí saben de este tema) lo pusieron clarísimo: si no modernizamos el mercado eléctrico, se nos va al traste la poca competitividad que nos queda. Y no es vara, piénsenlo: si a las empresas les sale carísimo producir aquí por la luz, ¿adivinen a dónde se van a ir a poner su brete? Exacto. Nos estamos jalando una torta monumental por pura terquedad.
Pero bueno, no todo es estar salado. Hay una solución que es tan obvia que casi ofende que no la estemos aplicando a todo gas. Se llama "generación distribuida". Suena técnico, pero la idea es ¡qué chiva! y súper simple: que usted, yo, el vecino, la pulpería de la esquina y la empresa grande podamos generar nuestra propia energía. Piense en paneles solares en cada techo. En vez de depender 100% del ICE, cada uno se convierte en una mini planta eléctrica. Uno de los expertos, un mae que se ve que es un carga en el tema, Jan Borchgrenvink, dijo que los proyectos solares se pueden montar de toque y a precios que le compiten a cualquiera. O sea, la tecnología está, la plata también… entonces, ¿qué estamos esperando?
Aquí es donde la puerca tuerce el rabo. Para que esta vara funcione, necesitamos reglas claras. El gobierno y las instituciones tienen que dejar el enredo y crear un marco legal que de verdad funcione. Necesitamos poder instalar nuestros paneles, consumir nuestra energía (autoconsumo, le dicen), y si nos sobra, poder venderle ese excedente a la red y que nos paguen un precio justo. Esto no solo le baja el recibo a la gente, sino que le quita presión al sistema eléctrico nacional, evita apagones y hace que todo el país sea más resiliente. Sería una jugada a cachete por donde se le vea: se cuida el ambiente, se ahorra plata y se genera más brete.
Al final, el meollo del asunto es pura voluntad política. Tenemos la capacidad técnica, tenemos empresas listas para invertir y tenemos a miles de ticos ahogados con las tarifas que estarían felices de entrarle a la energía solar. Lo que falta es que quienes toman las decisiones dejen de darle vueltas al asunto y se pongan las pilas. Esta no es una discusión de izquierda o derecha, es de puro sentido común. O modernizamos este chereque de una vez por todas, o nos quedamos pegados viendo cómo nuestros vecinos avanzan y nosotros seguimos pagando una fortuna por la luz. Así que les pregunto a ustedes, la gente pensante de este foro: ¿seguimos en las mismas o empezamos a presionar para que esta modernización deje de ser un cuento y se convierta en realidad?
