¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, otra vez la Quebrada de Los Negritos causando paila. Un día tranquilo como cualquier otro, y de pronto te encuentas con el agua subiendo por las calles, mojándote hasta las pestañas. Ya nadie se sorprende, pero la verdad, es que da qué pensar cómo seguimos aguantando esto año tras año. La Quebrada, que normalmente es tranquila, se transforma en un río bravío con unas goteritas de lluvia.
Como muchos recuerdan, las inundaciones han sido frecuentes en los últimos años, especialmente alrededor de la Facultad de Derecho de la UCR. Barrios cercanos también han sufrido las consecuencias, con casas inundadas y vehículos varados. Pero, ¿qué demonios está pasando realmente? Resulta que el problema no es nuevo, ni siquiera reciente; viene de atrás, de unos trabajos que hicieron allá por los noventa, según nos explica el alcalde de Montes de Oca, Don Domingo Argüello.
Y vaya que es complicado, mae. Don Domingo nos cuenta que la raíz del problema está en una tubería que se colapsó en pleno 2023, una tubería que originalmente tenía un diámetro de 3.80 metros, pero que acabó reduciéndose a tan solo 1.50 metros. Imagínate la diferencia, ¡una verdadera torta! Esta tubería, que pertenecía a la Municipalidad de San José, simplemente no pudo soportar el volumen de agua, y eso provocó que el líquido rebotara y causara todas esas inundaciones que tanto nos afectan.
Además, la topografía del lugar juega un papel importante, diay. Las obras realizadas en la Circunvalación y el paso a desnivel frente a la facultad de Derecho de la UCR han creado una especie de laguna artificial. Según el alcalde, “ahora tenemos un tapón”. El agua, que debería desembocar en el Río Torres, se queda atascada, agravando aún más la situación. ¡Qué brete!, porque ahora no saben cómo solucionarlo y encima requieren millones.
Y hablando de billetes, ¡ufff! Resolver este problema no es barato, ni un poquito. Se habla de entre ocho y diez millones de dólares para solucionar el asunto. ¡Una suma considerable!, y el municipio de Montes de Oca ni loco tiene ese tipo de presupuesto disponible. Ya propusieron una solución escalonada a tres años con el ICE, pero eso implica esperar y seguir viendo cómo el agua invade nuestros barrios. Esto demuestra que se necesita la colaboración de varias instituciones: la Municipalidad de San José, la UCR, el Conavi, y hasta algunas empresas privadas de la zona.
No todo es lluvia negra, pues. La UCR está tomando cartas en el asunto, tratando de mitigar los daños. Han realizado algunas intervenciones, especialmente en materia de telecomunicaciones, con un convenio con el ICE para proteger la fibra óptica. También planean trabajar en los pasos cercanos a las escuelas de Química y Estudios Generales, y la Facultad de Educación, ya que estos puentes han sido afectados por las escorrentías. Parece que sí le están poniendo empeño, aunque admiten que la responsabilidad principal recae en las municipalidades.
Lo que preocupa, además de los costos y la burocracia (que seguro tomará meses resolver), es el impacto en la vida diaria de los vecinos y estudiantes. Inundaciones repentinas, cierres de carreteras, clases virtuales… ¡Qué fastidio!, pero parece que es el precio que pagamos por tener una infraestructura deficiente. Ya hemos visto señales de advertencia durante años, puentes dañados, sistemas eléctricos comprometidos… y la Quebrada de Los Negritos sigue siendo una amenaza constante. Es evidente que se necesita una solución integral, rápida y efectiva, porque esto no puede seguir así.
Ahora bien, con todo este panorama, me pregunto: ¿Crees que el gobierno debería declarar una emergencia nacional por la situación de la Quebrada de Los Negritos y priorizar la asignación de fondos para solucionar este problema de una vez por todas, o deberíamos esperar a que ocurra una tragedia mayor para actuar?
Como muchos recuerdan, las inundaciones han sido frecuentes en los últimos años, especialmente alrededor de la Facultad de Derecho de la UCR. Barrios cercanos también han sufrido las consecuencias, con casas inundadas y vehículos varados. Pero, ¿qué demonios está pasando realmente? Resulta que el problema no es nuevo, ni siquiera reciente; viene de atrás, de unos trabajos que hicieron allá por los noventa, según nos explica el alcalde de Montes de Oca, Don Domingo Argüello.
Y vaya que es complicado, mae. Don Domingo nos cuenta que la raíz del problema está en una tubería que se colapsó en pleno 2023, una tubería que originalmente tenía un diámetro de 3.80 metros, pero que acabó reduciéndose a tan solo 1.50 metros. Imagínate la diferencia, ¡una verdadera torta! Esta tubería, que pertenecía a la Municipalidad de San José, simplemente no pudo soportar el volumen de agua, y eso provocó que el líquido rebotara y causara todas esas inundaciones que tanto nos afectan.
Además, la topografía del lugar juega un papel importante, diay. Las obras realizadas en la Circunvalación y el paso a desnivel frente a la facultad de Derecho de la UCR han creado una especie de laguna artificial. Según el alcalde, “ahora tenemos un tapón”. El agua, que debería desembocar en el Río Torres, se queda atascada, agravando aún más la situación. ¡Qué brete!, porque ahora no saben cómo solucionarlo y encima requieren millones.
Y hablando de billetes, ¡ufff! Resolver este problema no es barato, ni un poquito. Se habla de entre ocho y diez millones de dólares para solucionar el asunto. ¡Una suma considerable!, y el municipio de Montes de Oca ni loco tiene ese tipo de presupuesto disponible. Ya propusieron una solución escalonada a tres años con el ICE, pero eso implica esperar y seguir viendo cómo el agua invade nuestros barrios. Esto demuestra que se necesita la colaboración de varias instituciones: la Municipalidad de San José, la UCR, el Conavi, y hasta algunas empresas privadas de la zona.
No todo es lluvia negra, pues. La UCR está tomando cartas en el asunto, tratando de mitigar los daños. Han realizado algunas intervenciones, especialmente en materia de telecomunicaciones, con un convenio con el ICE para proteger la fibra óptica. También planean trabajar en los pasos cercanos a las escuelas de Química y Estudios Generales, y la Facultad de Educación, ya que estos puentes han sido afectados por las escorrentías. Parece que sí le están poniendo empeño, aunque admiten que la responsabilidad principal recae en las municipalidades.
Lo que preocupa, además de los costos y la burocracia (que seguro tomará meses resolver), es el impacto en la vida diaria de los vecinos y estudiantes. Inundaciones repentinas, cierres de carreteras, clases virtuales… ¡Qué fastidio!, pero parece que es el precio que pagamos por tener una infraestructura deficiente. Ya hemos visto señales de advertencia durante años, puentes dañados, sistemas eléctricos comprometidos… y la Quebrada de Los Negritos sigue siendo una amenaza constante. Es evidente que se necesita una solución integral, rápida y efectiva, porque esto no puede seguir así.
Ahora bien, con todo este panorama, me pregunto: ¿Crees que el gobierno debería declarar una emergencia nacional por la situación de la Quebrada de Los Negritos y priorizar la asignación de fondos para solucionar este problema de una vez por todas, o deberíamos esperar a que ocurra una tragedia mayor para actuar?
