PiruX
Alfa Dog
Bueno se acerca el dia de la madre, los que la tenemos con nosotros aun le celebramos el dia y los que no lo recordaran. Por ahi me encontre esto de diferentes tipos de madres, cada uno vera con cual se identifica y pues puede buscar un regalito adecuado.
A las que ya son, felicidades de antemano
MADRES RIGIDAS: Son aquellas que dominan a sus hijos , de forma consciente o no, son permanentemente autoritarios.
MADRES PERMISIVAS:
Estas madres, son incapaces de disciplinar a sus hijos, no existe un " no " en su bocabulario, con la excusa de no ser autoritaria y que todo se debe de hablar , muchas veces , permite que el que tenga la última palabra siempre sea el hijo, siendo los que mandan en la casa. Estos extremos no sirven , porque los hijos precisan limites para poder crecer sanamente.
MADRES SOBREPROTECTORAS:
Las madres sobreprotectoras, tratan de todos modos evitarle cualquier tipo de sufrimiento, hace las cosas por el , y con esto no le permite crecer, desarrollarse ni tener autonomia.
De esta manera lo que logra es retrasar la madurez de su hijo, haciendolo dependiente, no pudiendo tomar una decisión sin el consentimiento de la mamá.
MADRES ANSIOSAS:
La ansiedad es una emoción que frente a diversas circunstancias nos pueden jugar a favor, por ejemplo , ante un peligro, ayudandonos a salir del paso. Pero cuando es desmedida, en el caso especifico de las mamás, puede ser contraproducente, ya que estara siempre tensa irritada, preocupada y esto distanciara y hara que la relación no sea buena. Además podemos criar niños ansiosos, porque los hijos son un poco el reflejo de lo que ven y viven.
MADRES CELOSAS:
Los celos son una emoción posesiva, queremos la exclusividad de la persona y tenemos miedo de perder algo que "poseemos".
La que sufre más los celos es la persona misma, ya que les motiva a tener desconfianza, vigilar , espiar, y hacer muchas preguntas.
Una madre celosa, vigilara a su hijo en exceso, manifiestan demasiado a sus hijos lo que lo extrañan cuando no estan, los vigilaran inclusive de los seres cercanos , como padres y abuelos, desconfiara de sus amigos. En el momento que crecen y tienen pareja , posiblemente la relación con esta será problematica y competitiva.
MADRES OBSESIVAS:
Esto puede ser una patología, donde las imagenes, pensamientos y miedos , invaden la mente de la madre, y no puede controlarlo.
Son madres muy estrictas en cuanto a las normas que deben de seguir sus hijos. La obsesión por lo general se manifiesta también en la limpieza orden , etc.
Esto hará que los hijos se sientan axfisiados y que sientan que nunca colman las espectativas de sus madres, por mucho que lo intenten.
Se preguntaran , cual es el mejor método a seguir. No existe la perfección , pero debemos de tratar de , ser flexibles pero no permisivas, controlar que hacen pero que no se vuelva una persecusión. Hablar mucho con ellos, pero también escucharlos.
Poner limites y cumplirlos. Enseñarlos para que ellos mismos sepan hasta donde llegar. Controlar, sin invadir.
La mamá new age.
Sus hijos apenas conocen el azúcar (morena) y jamás probaron siquiera un sorbo de gaseosa. Las primeras veces que les hizo tomar té verde no pudieron disimular las arcadas, pero como ella dice, "si es natural es mejor", así que no les quedó otra que acostumbrarse. Las camas marineras del dormitorio infantil están dispuestas en sentido norte-sur con las cabeceras demasiado cerca del ventanal: gracias al Feng Shui, los chicos corren el riesgo de sufrir un accidente y a ella no le importa. La casa está "armonizada".
La mamá mascotera.
Se mudó con el viejo cocker que sus padres no pensaban cuidar. Trajo una gata. Después cayó una perra en adopción. Otro gatico abandonado la enterneció y fue a parar al dos ambientes donde vive con un bebé y una nena de 4 años. Todas las mañanas la despierta el canto del canario que retumba en la cocina, si es que el perro no la molestó antes con su incontinencia urinaria o si el hámster no se escapó de la jaula que está detrás de las piedritas de los gatos. Sus hijos viven besando los hocicos mugrientos de los animales porque, claro, se criaron como Tarzán en la selva. A ella le parece de lo más normal y le encanta la mancomunión entre mascotas y niños, porque -aclara- "todos son mis hijos y somos una gran familia".
La mamá "grande".
Los pocos años que transcurrieron entre el nacimiento de su tardío bebé y los primeros síntomas de la menopausia son vitales a la hora de entender sus complejos. No quiere ir a las reuniones de padres porque sus pares se confunden y creen que es la abuela del pobre chico, también traumado por las "palabras de vieja" que ostenta el léxico de su madre. Es que sobreprotege a su hijo único como una madre de antes y lo malcría como una abuela de siempre.
La mamá rocanrolera.
Casi un resabio de la tradicional madre hippie, esta especie se destaca por el olor a patchouli de sus atuendos de jean y, principalmente, por la tenacidad con que intenta transmitirle toda su brutalidad a su descendencia. Los gestitos con la mano, los "aguante" como única palabra introductoria en los diálogos. La mamá rocanrolera, eterna adolescente, nunca crecerá.
La mamá ocupada.
En esta categoría no hay mucho por describir ya que es tan breve el tiempo que comparte con sus hijos, que apenas se la puede denominar madre. Los recuerda en las fotos que decoran la pantalla de su celular o notebook y con eso alcanza, de todo lo demás se encargan "la señora que los cuida", los abuelos, el colegio/prisión bilingüe de doble turno y las actividades extracurriculares como ajedrez, danzas o voley: es que los chicos "ya están grandes y se manejan solos". Provoca la envidia de las amas de casa que la ven desfilar llena de carpetas, agendas y diez mil planes para lo que queda del día, pero se trata de una envidia inútil: ellas no saben cuánto tiene que hacer para que su vida no parezca más vacía.
A las que ya son, felicidades de antemano
MADRES RIGIDAS: Son aquellas que dominan a sus hijos , de forma consciente o no, son permanentemente autoritarios.
MADRES PERMISIVAS:
Estas madres, son incapaces de disciplinar a sus hijos, no existe un " no " en su bocabulario, con la excusa de no ser autoritaria y que todo se debe de hablar , muchas veces , permite que el que tenga la última palabra siempre sea el hijo, siendo los que mandan en la casa. Estos extremos no sirven , porque los hijos precisan limites para poder crecer sanamente.
MADRES SOBREPROTECTORAS:
Las madres sobreprotectoras, tratan de todos modos evitarle cualquier tipo de sufrimiento, hace las cosas por el , y con esto no le permite crecer, desarrollarse ni tener autonomia.
De esta manera lo que logra es retrasar la madurez de su hijo, haciendolo dependiente, no pudiendo tomar una decisión sin el consentimiento de la mamá.
MADRES ANSIOSAS:
La ansiedad es una emoción que frente a diversas circunstancias nos pueden jugar a favor, por ejemplo , ante un peligro, ayudandonos a salir del paso. Pero cuando es desmedida, en el caso especifico de las mamás, puede ser contraproducente, ya que estara siempre tensa irritada, preocupada y esto distanciara y hara que la relación no sea buena. Además podemos criar niños ansiosos, porque los hijos son un poco el reflejo de lo que ven y viven.
MADRES CELOSAS:
Los celos son una emoción posesiva, queremos la exclusividad de la persona y tenemos miedo de perder algo que "poseemos".
La que sufre más los celos es la persona misma, ya que les motiva a tener desconfianza, vigilar , espiar, y hacer muchas preguntas.
Una madre celosa, vigilara a su hijo en exceso, manifiestan demasiado a sus hijos lo que lo extrañan cuando no estan, los vigilaran inclusive de los seres cercanos , como padres y abuelos, desconfiara de sus amigos. En el momento que crecen y tienen pareja , posiblemente la relación con esta será problematica y competitiva.
MADRES OBSESIVAS:
Esto puede ser una patología, donde las imagenes, pensamientos y miedos , invaden la mente de la madre, y no puede controlarlo.
Son madres muy estrictas en cuanto a las normas que deben de seguir sus hijos. La obsesión por lo general se manifiesta también en la limpieza orden , etc.
Esto hará que los hijos se sientan axfisiados y que sientan que nunca colman las espectativas de sus madres, por mucho que lo intenten.
Se preguntaran , cual es el mejor método a seguir. No existe la perfección , pero debemos de tratar de , ser flexibles pero no permisivas, controlar que hacen pero que no se vuelva una persecusión. Hablar mucho con ellos, pero también escucharlos.
Poner limites y cumplirlos. Enseñarlos para que ellos mismos sepan hasta donde llegar. Controlar, sin invadir.
La mamá new age.
Sus hijos apenas conocen el azúcar (morena) y jamás probaron siquiera un sorbo de gaseosa. Las primeras veces que les hizo tomar té verde no pudieron disimular las arcadas, pero como ella dice, "si es natural es mejor", así que no les quedó otra que acostumbrarse. Las camas marineras del dormitorio infantil están dispuestas en sentido norte-sur con las cabeceras demasiado cerca del ventanal: gracias al Feng Shui, los chicos corren el riesgo de sufrir un accidente y a ella no le importa. La casa está "armonizada".
La mamá mascotera.
Se mudó con el viejo cocker que sus padres no pensaban cuidar. Trajo una gata. Después cayó una perra en adopción. Otro gatico abandonado la enterneció y fue a parar al dos ambientes donde vive con un bebé y una nena de 4 años. Todas las mañanas la despierta el canto del canario que retumba en la cocina, si es que el perro no la molestó antes con su incontinencia urinaria o si el hámster no se escapó de la jaula que está detrás de las piedritas de los gatos. Sus hijos viven besando los hocicos mugrientos de los animales porque, claro, se criaron como Tarzán en la selva. A ella le parece de lo más normal y le encanta la mancomunión entre mascotas y niños, porque -aclara- "todos son mis hijos y somos una gran familia".
La mamá "grande".
Los pocos años que transcurrieron entre el nacimiento de su tardío bebé y los primeros síntomas de la menopausia son vitales a la hora de entender sus complejos. No quiere ir a las reuniones de padres porque sus pares se confunden y creen que es la abuela del pobre chico, también traumado por las "palabras de vieja" que ostenta el léxico de su madre. Es que sobreprotege a su hijo único como una madre de antes y lo malcría como una abuela de siempre.
La mamá rocanrolera.
Casi un resabio de la tradicional madre hippie, esta especie se destaca por el olor a patchouli de sus atuendos de jean y, principalmente, por la tenacidad con que intenta transmitirle toda su brutalidad a su descendencia. Los gestitos con la mano, los "aguante" como única palabra introductoria en los diálogos. La mamá rocanrolera, eterna adolescente, nunca crecerá.
La mamá ocupada.
En esta categoría no hay mucho por describir ya que es tan breve el tiempo que comparte con sus hijos, que apenas se la puede denominar madre. Los recuerda en las fotos que decoran la pantalla de su celular o notebook y con eso alcanza, de todo lo demás se encargan "la señora que los cuida", los abuelos, el colegio/prisión bilingüe de doble turno y las actividades extracurriculares como ajedrez, danzas o voley: es que los chicos "ya están grandes y se manejan solos". Provoca la envidia de las amas de casa que la ven desfilar llena de carpetas, agendas y diez mil planes para lo que queda del día, pero se trata de una envidia inútil: ellas no saben cuánto tiene que hacer para que su vida no parezca más vacía.