¡Qué vaina, raza! La cosa está dura por acá en Limón. Michael Soto, el jefe del OIJ, soltó unas verdades bien pesadas sobre cómo andan operando estos jóvenes que se meten a hacerle daño a la gente. Parece que les ponen como mulas y luego los mandan al garete… ¡tremenda bronca!
La movida es así: estos muchachos, la mayoría menores de edad o apenas entrando a los 25, entran a bandas criminales como los ‘Diablos’ de La T, y ahí se convierten en sicarios. Pero la cosa no pinta linda para ellos, porque según el OIJ, no suelen durar mucho en esas filas. Se los mata rápido, ya sea por peleas con otras bandas o hasta por sus propios compañeros. ¡Tremendo lío pa’ esos chavales!
Lo que descubrieron en los allanamientos recientes es que estos grupos son pura juventud. Operaban desde hace años, aunque sean chavalillos, y ya se les relaciona con cuatro asesinatos confirmados. Soto lo dice claro: “Son sujetos muy jóvenes, lamentablemente desechables… Entre 18 y 20 años, que entraron cuando eran menores y si los matan o los agarran, viene otro”. ¡Vaya panorama, diay!
Y aquí viene la bomba: parece que la ‘vida útil’ de un sicario en Costa Rica no pasa de un año. O sea, entras al hampa y te juegas la vida por tan poco tiempo. Según el OIJ, han visto esto en muchísimos casos. “Básicamente, el que se mete a eso termina muerto o en la cárcel”, comentó Soto hace un tiempo. Aunque todavía no lo tienen comprobado con estudios, la experiencia de tantos casos lo respalda.
Pero la cosa no acaba ahí. Desde el 2023, se calcula que el grupo de La T ha dejado unos 70 muertos, ¡una cifra aterradora! Y mientras tanto, andan buscando conexiones entre las armas que encontraron en una casa de seguridad y otros crímenes sin resolver. Utilizan un sistema llamado IBIS para analizar los casquillos y ver si coinciden con alguno de esos asesinatos. ¡Con razón la policía anda picoteando fuerte!
Ahora, el fiscal Carlo Díaz también puso luz sobre otra vaina: aunque La T siga tirando desde la cárcel, podrían estar surgiendo nuevos jefes para reemplazarlo. Dice que están investigando quiénes quieren agarrarle el puesto. Esto significa que la pelea por el control de la zona podría intensificarse aún más, y eso no pinta nada bien para los vecinos de Limón. Ya saben, las cosas nunca andan tranquilas en esos bretes.
Todo esto está conectado con el Cártel del Caribe Sur, esa megaorganización de narcotráfico que pillaron hace poquito. Este grupo de La T les daba apoyo, generándole miedo a toda la gente en Limón. Un caso que lo demuestra bien es el de “Cholito”, un sicario que terminó asesinado en medio de un supuesto “tumbonazo”. Ese mismo “Cholito” estaba involucrado en otros crímenes horribles, como el asesinato de Kristel Fernández y su hijita. ¡Qué sal!”
En fin, la situación en Limón es preocupante y muestra cómo la violencia se alimenta de la vulnerabilidad de los jóvenes. ¿Ustedes creen que las medidas actuales son suficientes para frenar esta espiral de violencia y ofrecer alternativas reales a los jóvenes en riesgo de caer en las garras del crimen organizado? ¡Den su opinión, máng!
La movida es así: estos muchachos, la mayoría menores de edad o apenas entrando a los 25, entran a bandas criminales como los ‘Diablos’ de La T, y ahí se convierten en sicarios. Pero la cosa no pinta linda para ellos, porque según el OIJ, no suelen durar mucho en esas filas. Se los mata rápido, ya sea por peleas con otras bandas o hasta por sus propios compañeros. ¡Tremendo lío pa’ esos chavales!
Lo que descubrieron en los allanamientos recientes es que estos grupos son pura juventud. Operaban desde hace años, aunque sean chavalillos, y ya se les relaciona con cuatro asesinatos confirmados. Soto lo dice claro: “Son sujetos muy jóvenes, lamentablemente desechables… Entre 18 y 20 años, que entraron cuando eran menores y si los matan o los agarran, viene otro”. ¡Vaya panorama, diay!
Y aquí viene la bomba: parece que la ‘vida útil’ de un sicario en Costa Rica no pasa de un año. O sea, entras al hampa y te juegas la vida por tan poco tiempo. Según el OIJ, han visto esto en muchísimos casos. “Básicamente, el que se mete a eso termina muerto o en la cárcel”, comentó Soto hace un tiempo. Aunque todavía no lo tienen comprobado con estudios, la experiencia de tantos casos lo respalda.
Pero la cosa no acaba ahí. Desde el 2023, se calcula que el grupo de La T ha dejado unos 70 muertos, ¡una cifra aterradora! Y mientras tanto, andan buscando conexiones entre las armas que encontraron en una casa de seguridad y otros crímenes sin resolver. Utilizan un sistema llamado IBIS para analizar los casquillos y ver si coinciden con alguno de esos asesinatos. ¡Con razón la policía anda picoteando fuerte!
Ahora, el fiscal Carlo Díaz también puso luz sobre otra vaina: aunque La T siga tirando desde la cárcel, podrían estar surgiendo nuevos jefes para reemplazarlo. Dice que están investigando quiénes quieren agarrarle el puesto. Esto significa que la pelea por el control de la zona podría intensificarse aún más, y eso no pinta nada bien para los vecinos de Limón. Ya saben, las cosas nunca andan tranquilas en esos bretes.
Todo esto está conectado con el Cártel del Caribe Sur, esa megaorganización de narcotráfico que pillaron hace poquito. Este grupo de La T les daba apoyo, generándole miedo a toda la gente en Limón. Un caso que lo demuestra bien es el de “Cholito”, un sicario que terminó asesinado en medio de un supuesto “tumbonazo”. Ese mismo “Cholito” estaba involucrado en otros crímenes horribles, como el asesinato de Kristel Fernández y su hijita. ¡Qué sal!”
En fin, la situación en Limón es preocupante y muestra cómo la violencia se alimenta de la vulnerabilidad de los jóvenes. ¿Ustedes creen que las medidas actuales son suficientes para frenar esta espiral de violencia y ofrecer alternativas reales a los jóvenes en riesgo de caer en las garras del crimen organizado? ¡Den su opinión, máng!