¡Imagínate la bronca que nos daba tener poquitos vigilantes en nuestros bosques! Resulta que ahora, gracias a un decreto ejecutivo, van a meterle 50 nuevas plazas para cuidar nuestras áreas silvestres protegidas. Esto es un alivio porque, díganlo en voz alta, ¡la delincuencia ambiental andaba campeando libre! Ya eran demasiados los chanches que se estaban perdiendo y eso no va con nosotros, ¿verdad?
Según datos oficiales del SINAC-MINAE, ahorita tenemos 1152 funcionarios trabajando, pero apenas 391 se dedicaban directamente a proteger estos espacios tan importantes. Es decir, el esfuerzo estaba bien cargado para unos pocos. Con este aumento del 13%, la cosa cambia bastante; vamos a poder cubrir más terreno y estar más atentos a cualquier cosita extraña que esté pasando por ahí.
Esto significa que, a partir de ahora, las once áreas de conservación del país van a tener más apoyo. Antes contaban con una cantidad limitada de funcionarios, lo cual dificultaba la patrulla y la detección temprana de actividades ilegales como la tala indiscriminada, la caza furtiva y otras cosas feas que ponen en peligro nuestra biodiversidad. Ahora sí vamos a poder echarles ojo, ¡y eso les va a pesar!
El Ministro Franz Tattenbach soltó unas verdades hace poco, explicando que han tenido que adaptarse mucho para tomar mejores decisiones. Dijo que antes había mucha monotonía en cómo hacían las cosas, y que necesitaban innovar y ser más flexibles para cuidar nuestros recursos naturales. Vamos, que antes iban medio lentitos y ahora hay que moverse con más ganas porque la naturaleza no espera.
Uno de los puntos clave es la gestión del recurso humano. Parece una vara simple, pero conseguir gente capacitada y ponerlos a trabajar rápido es fundamental. Según el comunicado oficial, se están agilizando los trámites para contratar a estas personas lo antes posible, así no pierden tiempo ni se van al traste los esfuerzos de conservación.
Esto es importantísimo, señores, porque nuestras áreas silvestres son vitales para el equilibrio ecológico del planeta y también para nuestra economía. Piensen en el turismo, en la pesca, en la calidad del agua… Todo depende de que cuidemos estos lugares. No es solo por los monos y los perezosos, ¡es por todos nosotros!
Ahora, con más gente vigilando, esperamos ver una disminución en los actos vandálicos y una mayor protección de la flora y fauna silvestre. Que esto sirva de ejemplo para otros países de la región, demostrando que sí podemos hacer las cosas bien si le ponemos corazón y empeño. Además, ¡más empleos significan más oportunidades para los jóvenes de nuestras comunidades rurales!
En fin, parece que las cosas van encaminándose, aunque siempre hay que estar pendientes. Se necesitarán más esfuerzos y más inversión para garantizar la sostenibilidad de nuestras áreas protegidas a largo plazo. ¿Ustedes qué piensan? ¿Creen que 50 nuevos vigilantes serán suficientes para combatir la delincuencia ambiental en Costa Rica, o deberíamos buscar medidas aún más drásticas?
Según datos oficiales del SINAC-MINAE, ahorita tenemos 1152 funcionarios trabajando, pero apenas 391 se dedicaban directamente a proteger estos espacios tan importantes. Es decir, el esfuerzo estaba bien cargado para unos pocos. Con este aumento del 13%, la cosa cambia bastante; vamos a poder cubrir más terreno y estar más atentos a cualquier cosita extraña que esté pasando por ahí.
Esto significa que, a partir de ahora, las once áreas de conservación del país van a tener más apoyo. Antes contaban con una cantidad limitada de funcionarios, lo cual dificultaba la patrulla y la detección temprana de actividades ilegales como la tala indiscriminada, la caza furtiva y otras cosas feas que ponen en peligro nuestra biodiversidad. Ahora sí vamos a poder echarles ojo, ¡y eso les va a pesar!
El Ministro Franz Tattenbach soltó unas verdades hace poco, explicando que han tenido que adaptarse mucho para tomar mejores decisiones. Dijo que antes había mucha monotonía en cómo hacían las cosas, y que necesitaban innovar y ser más flexibles para cuidar nuestros recursos naturales. Vamos, que antes iban medio lentitos y ahora hay que moverse con más ganas porque la naturaleza no espera.
Uno de los puntos clave es la gestión del recurso humano. Parece una vara simple, pero conseguir gente capacitada y ponerlos a trabajar rápido es fundamental. Según el comunicado oficial, se están agilizando los trámites para contratar a estas personas lo antes posible, así no pierden tiempo ni se van al traste los esfuerzos de conservación.
Esto es importantísimo, señores, porque nuestras áreas silvestres son vitales para el equilibrio ecológico del planeta y también para nuestra economía. Piensen en el turismo, en la pesca, en la calidad del agua… Todo depende de que cuidemos estos lugares. No es solo por los monos y los perezosos, ¡es por todos nosotros!
Ahora, con más gente vigilando, esperamos ver una disminución en los actos vandálicos y una mayor protección de la flora y fauna silvestre. Que esto sirva de ejemplo para otros países de la región, demostrando que sí podemos hacer las cosas bien si le ponemos corazón y empeño. Además, ¡más empleos significan más oportunidades para los jóvenes de nuestras comunidades rurales!
En fin, parece que las cosas van encaminándose, aunque siempre hay que estar pendientes. Se necesitarán más esfuerzos y más inversión para garantizar la sostenibilidad de nuestras áreas protegidas a largo plazo. ¿Ustedes qué piensan? ¿Creen que 50 nuevos vigilantes serán suficientes para combatir la delincuencia ambiental en Costa Rica, o deberíamos buscar medidas aún más drásticas?