Muy bien. ¿Y de dónde sacará Ud. la plata?
Columnista huésped | 7 de Diciembre 2009
Por Jaime Ordóñez - [email protected]
Usted -ciudadana o ciudadano que está observando esta campaña electoral- debería hacerle a nuestros candidatos y candidata a la presidencia de la República una pregunta muy simple y directa. En medio de las plazas públicas, en los debates, en los programas de radio, en media calle, Ud. debería detenerlos y preguntarles. Muy bien, ¿Ud. me está ofreciendo mejor seguridad ciudadana y más policías? ¿Usted me está ofreciendo un sistema de cuido para niños y adultos mayores? ¿Usted me está ofreciendo arreglar todos los puentes que se están cayendo? ¿Me está ofreciendo carreteras, escuelas, mejor salud pública? Muy bien. ¿Y de dónde sacará Ud. la plata para hacer todas estas cosas?
Esa es su mejor arma en esta campaña electoral, mi querida lectora o lector. Es su arma para descubrir y desmontar la demagogia. La situación es muy clara. Costa Rica no tiene fondos para cubrir todas esas promesas. El dinero que se recauda simplemente no alcanza para cubrir los gastos del Estado. Apenas recaudamos 60 de cada 100 colones que gastamos. Por el resto tenemos que endeudarnos. En ocasiones -como ha resultado en este cierre del año 2009-, inclusive los aguinaldos de este diciembre se están pagando, en buena parte, con deuda pública. Y eso es muy grave. Un país que cubre parte de sus gastos ordinarios del Estado por medio de deuda está hipotecando a las futuras generaciones. El aguinaldo que Ud. está gastando este diciembre, alguien lo pagará después. Quizá Ud. mismo, en uno o dos años, cuando su dinero valga cada día menos. En realidad no está cobrando ningún aguinaldo: es un espejismo. La devaluación se lo cobrará a Ud. de vuelta.
La pregunta que Ud. debe hacerle a la candidata y candidatos es muy concreta. ¿Esta Ud. dispuesto a hacer una buena reforma fiscal, y cobrarle realmente impuestos a todos los sectores exentos, a los grupos evasores, y que han gozado históricamente de granjerías? ¿Está Ud. dispuesto a crear un régimen de renta mundial, que permitiría que se cobre lo que muchos ganan aquí y afuera, y no declaran? ¿Está Ud. dispuesto a eliminar la gollería de las dobles facturaciones (unas aquí, y otra en un off-shore del extranjero) de la cual se han aprovechado muchos grupos empresariales y financieros?
Tiene razón don Jorge Guardia en el debate público que ha sostenido en las últimas semanas al indicar que aquí existe un sector bancario y financiero que ha gozado de beneficios, gollerías y prebendas, de los cuales no han gozado otros sectores. Y tiene razón en pedir cuentas políticas sobre ello. Don Jorge está clamando por transparencia y equidad. No está pidiendo una reforma fiscal, pero yo sí. Costa Rica y el resto de países centroamericanos seguiremos siendo países de mentirillas, repúblicas de papel y plasticina, mientras sigamos cobrando un raquítico 12% a 15% del PIB en impuestos mientras los países de verdad cobran un 40%. Detrás del milagro brasileño hay una recaudación tributaria hoy cercana al 32% del PIB y detrás del milagro chileno una recaudación del 24% del PIB. Sin dinero fresco y nuevo no hay obras, sino simples promesas de campaña. Esa es, pues, la gran pregunta para la candidata y candidatos de esta campaña: ¿y cómo piensa Ud. financiar todo eso?
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Columnista huésped | 7 de Diciembre 2009
Por Jaime Ordóñez - [email protected]
Usted -ciudadana o ciudadano que está observando esta campaña electoral- debería hacerle a nuestros candidatos y candidata a la presidencia de la República una pregunta muy simple y directa. En medio de las plazas públicas, en los debates, en los programas de radio, en media calle, Ud. debería detenerlos y preguntarles. Muy bien, ¿Ud. me está ofreciendo mejor seguridad ciudadana y más policías? ¿Usted me está ofreciendo un sistema de cuido para niños y adultos mayores? ¿Usted me está ofreciendo arreglar todos los puentes que se están cayendo? ¿Me está ofreciendo carreteras, escuelas, mejor salud pública? Muy bien. ¿Y de dónde sacará Ud. la plata para hacer todas estas cosas?
Esa es su mejor arma en esta campaña electoral, mi querida lectora o lector. Es su arma para descubrir y desmontar la demagogia. La situación es muy clara. Costa Rica no tiene fondos para cubrir todas esas promesas. El dinero que se recauda simplemente no alcanza para cubrir los gastos del Estado. Apenas recaudamos 60 de cada 100 colones que gastamos. Por el resto tenemos que endeudarnos. En ocasiones -como ha resultado en este cierre del año 2009-, inclusive los aguinaldos de este diciembre se están pagando, en buena parte, con deuda pública. Y eso es muy grave. Un país que cubre parte de sus gastos ordinarios del Estado por medio de deuda está hipotecando a las futuras generaciones. El aguinaldo que Ud. está gastando este diciembre, alguien lo pagará después. Quizá Ud. mismo, en uno o dos años, cuando su dinero valga cada día menos. En realidad no está cobrando ningún aguinaldo: es un espejismo. La devaluación se lo cobrará a Ud. de vuelta.
La pregunta que Ud. debe hacerle a la candidata y candidatos es muy concreta. ¿Esta Ud. dispuesto a hacer una buena reforma fiscal, y cobrarle realmente impuestos a todos los sectores exentos, a los grupos evasores, y que han gozado históricamente de granjerías? ¿Está Ud. dispuesto a crear un régimen de renta mundial, que permitiría que se cobre lo que muchos ganan aquí y afuera, y no declaran? ¿Está Ud. dispuesto a eliminar la gollería de las dobles facturaciones (unas aquí, y otra en un off-shore del extranjero) de la cual se han aprovechado muchos grupos empresariales y financieros?
Tiene razón don Jorge Guardia en el debate público que ha sostenido en las últimas semanas al indicar que aquí existe un sector bancario y financiero que ha gozado de beneficios, gollerías y prebendas, de los cuales no han gozado otros sectores. Y tiene razón en pedir cuentas políticas sobre ello. Don Jorge está clamando por transparencia y equidad. No está pidiendo una reforma fiscal, pero yo sí. Costa Rica y el resto de países centroamericanos seguiremos siendo países de mentirillas, repúblicas de papel y plasticina, mientras sigamos cobrando un raquítico 12% a 15% del PIB en impuestos mientras los países de verdad cobran un 40%. Detrás del milagro brasileño hay una recaudación tributaria hoy cercana al 32% del PIB y detrás del milagro chileno una recaudación del 24% del PIB. Sin dinero fresco y nuevo no hay obras, sino simples promesas de campaña. Esa es, pues, la gran pregunta para la candidata y candidatos de esta campaña: ¿y cómo piensa Ud. financiar todo eso?
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