Se utilizó un asunto penal local para denigrar a inocentes.
Me refiero a los costarricenses de ascendencia hebrea que conviven en esta tierra de paz y fueron consignados en este foro como “mafiosos” y que además hicieron extensivo a todos ellos. La fortaleza y valía del pueblo hebreo excede al cálculo racional, elegido del destino (no voy a decir de Dios) para semejante prueba los hijos de Israel no tienen parangón en la historia.
Exterminados por los monstruosos Asirios, esclavizados en Egipto, escapados de la furia de sus sacerdotes cuando el liberalismo y la trilogía de oriente fueron derrotados. Nómades por el desierto durante siglos, deportados por los romanos y sacrificados por cientos de miles durante el oscurantismo. Expulsados y asesinados por el imperio español; por la “santa” Iglesia de Pedro el más antiguo, misógino, y “honorable club gay” de la historia; confinados en guettos con todos los derechos proscriptos. Masacrados por los zares y utilizados como materia prima para la industria de guerra del tercer imperio alemán.
¿Sabe alguno en este foro que los marinos de los sumergibles de la kriegsmarine dormían en cálidos colchones fabricados con el pelo que se les quitaba a las jóvenes judías antes de asesinarlas? Desde Nínive el mundo no conocía de atrocidades semejantes y nunca leí ni escuché de un “almirante alemán” una sola palabra de disculpa.
Y ustedes, los que aquí los difaman, si yo les preguntara o los confrontara sobre que saben de “mafias” no saldrían muy bien parados, porque saben muy. Claro… son tan “inteligentes” que van un paso “adelante” que las mentes normales (al menos así quisieran parecerlo). Déjenme decirles algo aunque les duela los infelices de los cinturones de miseria a quienes pinto “razonan” igual.
No se engañen señores, ustedes los denigran no porque sepan “algo más” que otros no sepamos, los denigran por la más miserable de las razones: por esnobismo.
Cuando el pueblo hebreo salió de Egipto no iba solo, con el huían también los agnósticos, los razonadores sin Dios, los hombres de ciencia de entonces. Cuando Moisés “subió a la montaña” el pueblo “adoró” un carnero de oro, los griegos simbolizaban la razón con un carnero de oro, el agnosticismo se había impuesto. Con su muerte Moisés (según Freud la tribu come literalmente su cadáver) logró que el pueblo volviera al culto. El corazón se impuso a la mente esa vez como volvió a suceder tres mil años después cuando escogieron Palestina y no Madagascar como lo mandaba la lógica. Pero sin el cumplimiento del Tora no habría hoy pueblo judío.
Algunos quisieran verlos en las parrillas ardientes de Felipe II o en las piras crematorias del imperio alemán, pero ya no es posible aunque fieles a su Tora el pueblo judío lleva en su sangre la semilla de aquellos antiguos. No necesitan hacer pruebas para munirse de la fuerza del átomo, las ciencias les pertenecen. Desde su absoluta superioridad intelectual y moral pueden mantener a raya a un enemigo cien veces superior.
Su aporte a la humanidad es imposible de cuantificar, desde los Diez Mandamientos hasta la explicación de los misterios del universo. Son la única democracia genuina en oriente medio, el único lugar donde podría vivir felizmente cualquiera de ustedes. Defendida por cada uno de sus hijos. Cada hombre un soldado, por siempre.
Esos son los judíos señores del foro, que pueda haber algún mafioso, algún corrupto o un borracho. No cambia para nada su grandeza.
Mi hermano judío es mi predilecto. Víctor.-
Me refiero a los costarricenses de ascendencia hebrea que conviven en esta tierra de paz y fueron consignados en este foro como “mafiosos” y que además hicieron extensivo a todos ellos. La fortaleza y valía del pueblo hebreo excede al cálculo racional, elegido del destino (no voy a decir de Dios) para semejante prueba los hijos de Israel no tienen parangón en la historia.
Exterminados por los monstruosos Asirios, esclavizados en Egipto, escapados de la furia de sus sacerdotes cuando el liberalismo y la trilogía de oriente fueron derrotados. Nómades por el desierto durante siglos, deportados por los romanos y sacrificados por cientos de miles durante el oscurantismo. Expulsados y asesinados por el imperio español; por la “santa” Iglesia de Pedro el más antiguo, misógino, y “honorable club gay” de la historia; confinados en guettos con todos los derechos proscriptos. Masacrados por los zares y utilizados como materia prima para la industria de guerra del tercer imperio alemán.
¿Sabe alguno en este foro que los marinos de los sumergibles de la kriegsmarine dormían en cálidos colchones fabricados con el pelo que se les quitaba a las jóvenes judías antes de asesinarlas? Desde Nínive el mundo no conocía de atrocidades semejantes y nunca leí ni escuché de un “almirante alemán” una sola palabra de disculpa.
Y ustedes, los que aquí los difaman, si yo les preguntara o los confrontara sobre que saben de “mafias” no saldrían muy bien parados, porque saben muy. Claro… son tan “inteligentes” que van un paso “adelante” que las mentes normales (al menos así quisieran parecerlo). Déjenme decirles algo aunque les duela los infelices de los cinturones de miseria a quienes pinto “razonan” igual.
No se engañen señores, ustedes los denigran no porque sepan “algo más” que otros no sepamos, los denigran por la más miserable de las razones: por esnobismo.
Cuando el pueblo hebreo salió de Egipto no iba solo, con el huían también los agnósticos, los razonadores sin Dios, los hombres de ciencia de entonces. Cuando Moisés “subió a la montaña” el pueblo “adoró” un carnero de oro, los griegos simbolizaban la razón con un carnero de oro, el agnosticismo se había impuesto. Con su muerte Moisés (según Freud la tribu come literalmente su cadáver) logró que el pueblo volviera al culto. El corazón se impuso a la mente esa vez como volvió a suceder tres mil años después cuando escogieron Palestina y no Madagascar como lo mandaba la lógica. Pero sin el cumplimiento del Tora no habría hoy pueblo judío.
Algunos quisieran verlos en las parrillas ardientes de Felipe II o en las piras crematorias del imperio alemán, pero ya no es posible aunque fieles a su Tora el pueblo judío lleva en su sangre la semilla de aquellos antiguos. No necesitan hacer pruebas para munirse de la fuerza del átomo, las ciencias les pertenecen. Desde su absoluta superioridad intelectual y moral pueden mantener a raya a un enemigo cien veces superior.
Su aporte a la humanidad es imposible de cuantificar, desde los Diez Mandamientos hasta la explicación de los misterios del universo. Son la única democracia genuina en oriente medio, el único lugar donde podría vivir felizmente cualquiera de ustedes. Defendida por cada uno de sus hijos. Cada hombre un soldado, por siempre.
Esos son los judíos señores del foro, que pueda haber algún mafioso, algún corrupto o un borracho. No cambia para nada su grandeza.
Mi hermano judío es mi predilecto. Víctor.-