La amenaza de las ETSs y el HIV-SIDA constituye el principal obstáculo para que la humanidad libere de una vez por todas sus instintos naturales a la hora de vivir el sexo.
Cuando los primeros exploradores llegaron a lo que es hoy la Polinesia, los hombres se sorprendieron por la docilidad con la que las mujeres aceptaban sus avances sexuales.
La contracara fue que los conquistadores llevaban consigo enfermedades como la sífilis, que contaminó rápidamente a una sociedad indígena donde no existían las enfermedades de transmisión sexual.
Si se consigue eliminar esa amenaza la humanidad volverá al viejo y natural comportamiento instintivo del "me-gustas-te-acepto"
La posibilidad de un embarazo no deseado está casi controlada con los métodos modernos anticonceptivos, y ahora falta que se eliminen las enfermedades y recién ahí la humanidad podrá disfrutar libremente de su natural deseo sexual.
Excelente si esa medicación funciona y consigue evitar el HIV
Hay que seguir de cerca sus resultados.