La forma de superar un asunto (no olvidar porque eso dificilmente pasa) depende mucho de qué trate el problema en sí y de cada persona también.
Las últimas veces que he querido olvidar-superar algo hice dos cosas:
1-Hay algo que se llama la paradoja, que es decirse lo contrario a lo que realmente uno quiere. En vez de decirme: deja de pensar en el asunto x, me decía a mí misma que no lo evitara porque era muy normal pensar en eso y así dejé de darle importancia. Y si me sirvió bastante.
2- Y lo otro que me digo a veces es que somos insatisfechos practicamente por naturaleza, entonces cuando algo me preocupa demasiado me digo que ese es el motivo que encontré en este momento para tener algo en qué preocuparme y que como todo, tiene que pasar. Eso para restarle importancia y poder a ese asunto, dejar de verlo como EL PROBLEMA a un problema más como los que todos tenemos.
Pero si tengo otro asunto muy específico que no he logrado superar con una fulana ahí, que me dijo un montón de cosas negativas y no pude responderle en ese momento. Creo que me hizo falta decirle varias (muchas) cosas. No sé si buscarla para hablar con ella o enviarle un correo. La indecisión y el montón de cosas que he querido decirle y no he podido me tiene con mucha ansiedad. Es lo malo de cuando hay situaciones que quedan sin final, que quedan ahí, como en el aire, como pendientes que no se resolvieron.
Algo que antes hacía era escribir para desahogarme, pero desde que me enojé con esta fulana casi no he vuelto a escribir. Tal vez debería retomarlo.