¡Ay, mi gente! Se armó un tremendo batiburrillo en el mundo del cacao, porque parece que el grano costarricense va a estar dando de qué hablar a nivel global. La Hacienda Dos Lagunas, allá en La Florida de Siquirres, Limón, se llevó un reconocimiento que nos pone a todos contentos: quedó entre los 50 mejores cacaos del planeta en el concurso internacional Cacao of Excellence 2025, celebrado en Roma. ¡Imagínense eso, señores!
Esta hacienda, ubicada en nuestra hermosa región caribeña, representó a Costa Rica junto a otras cuatro muestras de diferentes partes del país. En una competencia dura como él hierro, donde participaron 191 muestras de 45 naciones, nuestro cacao se lució. Dicen los jueces que tiene una complejidad sensorial que ni siquiera se puede describir bien con palabras; elegante, sedoso, cremoso… ¡una maravilla!
Y no crean que esto es cuento chino, porque el proceso de evaluación fue más que serio. Evaluadores físicos y sensoriales, bajo protocolos estrictos y catas a ciegas, analizaron cada grano hasta la última mota. Así se asegura que no haya favoritismos ni nada de esas cosas turbias. Por eso, este reconocimiento vale oro macizo.
Ahora viene la parte emocionante: Hacienda Dos Lagunas sigue en carrera. En diciembre, van a transformar el cacao en chocolate oscuro y lo volverán a evaluar frente a un panel de expertos internacionales. Ahí decidirán quién se lleva el codiciado premio de Oro, Plata o Bronce. ¡Estemos rezando para que nuestro cacao traiga la medalla dorada a casa! Sería una bocanada de aire fresco para nuestros productores y para la imagen de Costa Rica.
El viceministro de Agricultura y Ganadería, Fernando Vargas Pérez, ya se puso contento y no tardó en resaltar la importancia de este logro para el país. Asegura que esto no solo honra el esfuerzo de los campesinos, sino que además valida el potencial de nuestras zonas cacaoteras. Y prometió que el Ministerio seguirá echándole ganas para fortalecer la producción y abrirnos camino en mercados internacionales. ¡Eso hay que aplaudirlo!
Pero ojo, que esto no es cualquier vaina. El cacao costarricense ya está catalogado como 100% fino para la exportación por la Organización Internacional de Cacao (ICCO). Esto significa que tenemos un producto de altísima calidad, que puede competir con los mejores del mundo. Los reconocimientos como este abren puertas a nuevos mercados, permiten a los agricultores conectar con fabricantes y compradores que saben apreciar el buen cacao, y le dan visibilidad internacional a nuestro grano.
Además, piénsennlo así: detrás de cada bolsa de cacao hay una familia trabajando duro, cuidando sus cultivos, aplicando técnicas ancestrales y buscando siempre mejorar la calidad de su producto. Este tipo de distinciones les da un impulso enorme, no solo económico, sino también moral. Les demuestra que su esfuerzo vale la pena y que están haciendo las cosas bien. Es un orgullo nacional, diay.
Bueno, mi gente, con todo este saborcito a cacao en la boca, me pregunto: ¿creen ustedes que Hacienda Dos Lagunas logrará llevarse el premio de Oro? ¿Cuáles creen que serían los beneficios más significativos para Costa Rica si nuestro cacao se corona campeón mundial?
Esta hacienda, ubicada en nuestra hermosa región caribeña, representó a Costa Rica junto a otras cuatro muestras de diferentes partes del país. En una competencia dura como él hierro, donde participaron 191 muestras de 45 naciones, nuestro cacao se lució. Dicen los jueces que tiene una complejidad sensorial que ni siquiera se puede describir bien con palabras; elegante, sedoso, cremoso… ¡una maravilla!
Y no crean que esto es cuento chino, porque el proceso de evaluación fue más que serio. Evaluadores físicos y sensoriales, bajo protocolos estrictos y catas a ciegas, analizaron cada grano hasta la última mota. Así se asegura que no haya favoritismos ni nada de esas cosas turbias. Por eso, este reconocimiento vale oro macizo.
Ahora viene la parte emocionante: Hacienda Dos Lagunas sigue en carrera. En diciembre, van a transformar el cacao en chocolate oscuro y lo volverán a evaluar frente a un panel de expertos internacionales. Ahí decidirán quién se lleva el codiciado premio de Oro, Plata o Bronce. ¡Estemos rezando para que nuestro cacao traiga la medalla dorada a casa! Sería una bocanada de aire fresco para nuestros productores y para la imagen de Costa Rica.
El viceministro de Agricultura y Ganadería, Fernando Vargas Pérez, ya se puso contento y no tardó en resaltar la importancia de este logro para el país. Asegura que esto no solo honra el esfuerzo de los campesinos, sino que además valida el potencial de nuestras zonas cacaoteras. Y prometió que el Ministerio seguirá echándole ganas para fortalecer la producción y abrirnos camino en mercados internacionales. ¡Eso hay que aplaudirlo!
Pero ojo, que esto no es cualquier vaina. El cacao costarricense ya está catalogado como 100% fino para la exportación por la Organización Internacional de Cacao (ICCO). Esto significa que tenemos un producto de altísima calidad, que puede competir con los mejores del mundo. Los reconocimientos como este abren puertas a nuevos mercados, permiten a los agricultores conectar con fabricantes y compradores que saben apreciar el buen cacao, y le dan visibilidad internacional a nuestro grano.
Además, piénsennlo así: detrás de cada bolsa de cacao hay una familia trabajando duro, cuidando sus cultivos, aplicando técnicas ancestrales y buscando siempre mejorar la calidad de su producto. Este tipo de distinciones les da un impulso enorme, no solo económico, sino también moral. Les demuestra que su esfuerzo vale la pena y que están haciendo las cosas bien. Es un orgullo nacional, diay.
Bueno, mi gente, con todo este saborcito a cacao en la boca, me pregunto: ¿creen ustedes que Hacienda Dos Lagunas logrará llevarse el premio de Oro? ¿Cuáles creen que serían los beneficios más significativos para Costa Rica si nuestro cacao se corona campeón mundial?