¡Ay, pata! Esto sí que es para decir "qué pasa"... David Ignacio Araya Mora, el mismo mae que hizo historia hace dos años, volvió a romperla con una nota perfecta en la Prueba de Aptitud Académica (PAA) para entrar a la UCR. Este chico, graduado del Colegio Científico de Alajuela, se ha convertido en la sensación del momento, demostrando que el esfuerzo constante da frutos, aunque te tome por sorpresa, como le pasó a él.
Para ponerle contexto al asunto, la PAA es el examen que todos los aspirantes a la UCR sufren – perdón, hacen – cada año. Son miles de jóvenes buscando un cupo, y Araya logró destacar entre más de 20.000 aplicando, entrando al selecto grupo de los veinte mejores promedios. Imagínense la presión, ¡una torta!
Durante la ceremonia de reconocimiento, el joven comentó que se sintió sorprendido, esperando ganar con la misma facilidad que la primera vez, pero reconoció la deuda que tiene con sus padres, con Dios y con el colegio. Como bien dice el dicho, “el que madruga, Dios le ayuda”, y este mae madrugó y sudó la camiseta para lograr este objetivo. Ya sabe uno que detrás de cada éxito hay horas y horas de estudio y dedicación.
Pero la cosa no termina ahí. Resulta que hace dos años, aunque consiguió la nota perfecta, decidió meterse al Tecnológico de Costa Rica (TEC), donde está estudiando Ingeniería Electrónica. Pero este mae tenía un anhelo guardado: cursar Ingeniería Mecánica en la UCR. Él mismo confesó que le quedaba la espinita de ese ocho cientos, pues la ingeniería mecánica es otra pasión suya y no quería dejar pasar la oportunidad de seguirla explorando.
Y aquí viene la parte más ambiciosa: Araya planea llevar las dos carreras en paralelo. ¡Un brete!, pero si alguien puede, este mae. Dice que es “full ingeniería”, que le encanta lo que está estudiando en el TEC y que también le apasiona lo que va a estudiar en la UCR. Tiene una conexión especial con la matemática y la ciencia, y quiere generar conocimiento. ¡Qué nivel!, un verdadero ejemplo a seguir para toda la juventud tica.
Lo más importante que nos dejó claro Araya es que no hay trucos ni atajos para llegar al éxito. “Muchísimo esfuerzo, muchas noches de estudio,” enfatizó. No es magia, sino el resultado de pequeños sacrificios que, sumados, conducen a grandes logros. Nos recuerda que creer en nosotros mismos es fundamental y que debemos ir a los exámenes con alegría, porque eso marca la diferencia. Dejemos atrás las recetas milagrosas y pongamos manos a la obra, diay.
Para aquellos que estén pensando en tomar la PAA en el futuro, Araya tiene un mensaje claro: “Primero creen en sí mismos. No hay magia, ni un curso milagroso. Se basa en el esfuerzo personal, dedicación y en ir al examen con alegría.” Un consejo valioso que vale oro, especialmente en estos tiempos donde tanto se busca el camino fácil. La ORI ya habilitó la consulta de resultados en su página web, así que ya saben, vayan a chequear qué tal les fue. Y recuerden, que incluso si no obtienen la nota perfecta, siempre hay oportunidades para mejorar y perseguir sus sueños.
En fin, esta historia de David Araya nos demuestra que con esfuerzo, perseverancia y fe en uno mismo, podemos alcanzar nuestras metas. Pero, fijos, díganme: ¿creen que es realista poder llevar dos carreras universitarias simultáneamente, como planea hacer Araya? ¿Es factible o se irá al traste el intento?
Para ponerle contexto al asunto, la PAA es el examen que todos los aspirantes a la UCR sufren – perdón, hacen – cada año. Son miles de jóvenes buscando un cupo, y Araya logró destacar entre más de 20.000 aplicando, entrando al selecto grupo de los veinte mejores promedios. Imagínense la presión, ¡una torta!
Durante la ceremonia de reconocimiento, el joven comentó que se sintió sorprendido, esperando ganar con la misma facilidad que la primera vez, pero reconoció la deuda que tiene con sus padres, con Dios y con el colegio. Como bien dice el dicho, “el que madruga, Dios le ayuda”, y este mae madrugó y sudó la camiseta para lograr este objetivo. Ya sabe uno que detrás de cada éxito hay horas y horas de estudio y dedicación.
Pero la cosa no termina ahí. Resulta que hace dos años, aunque consiguió la nota perfecta, decidió meterse al Tecnológico de Costa Rica (TEC), donde está estudiando Ingeniería Electrónica. Pero este mae tenía un anhelo guardado: cursar Ingeniería Mecánica en la UCR. Él mismo confesó que le quedaba la espinita de ese ocho cientos, pues la ingeniería mecánica es otra pasión suya y no quería dejar pasar la oportunidad de seguirla explorando.
Y aquí viene la parte más ambiciosa: Araya planea llevar las dos carreras en paralelo. ¡Un brete!, pero si alguien puede, este mae. Dice que es “full ingeniería”, que le encanta lo que está estudiando en el TEC y que también le apasiona lo que va a estudiar en la UCR. Tiene una conexión especial con la matemática y la ciencia, y quiere generar conocimiento. ¡Qué nivel!, un verdadero ejemplo a seguir para toda la juventud tica.
Lo más importante que nos dejó claro Araya es que no hay trucos ni atajos para llegar al éxito. “Muchísimo esfuerzo, muchas noches de estudio,” enfatizó. No es magia, sino el resultado de pequeños sacrificios que, sumados, conducen a grandes logros. Nos recuerda que creer en nosotros mismos es fundamental y que debemos ir a los exámenes con alegría, porque eso marca la diferencia. Dejemos atrás las recetas milagrosas y pongamos manos a la obra, diay.
Para aquellos que estén pensando en tomar la PAA en el futuro, Araya tiene un mensaje claro: “Primero creen en sí mismos. No hay magia, ni un curso milagroso. Se basa en el esfuerzo personal, dedicación y en ir al examen con alegría.” Un consejo valioso que vale oro, especialmente en estos tiempos donde tanto se busca el camino fácil. La ORI ya habilitó la consulta de resultados en su página web, así que ya saben, vayan a chequear qué tal les fue. Y recuerden, que incluso si no obtienen la nota perfecta, siempre hay oportunidades para mejorar y perseguir sus sueños.
En fin, esta historia de David Araya nos demuestra que con esfuerzo, perseverancia y fe en uno mismo, podemos alcanzar nuestras metas. Pero, fijos, díganme: ¿creen que es realista poder llevar dos carreras universitarias simultáneamente, como planea hacer Araya? ¿Es factible o se irá al traste el intento?
