¡Qué despiche! Resulta que un padre y su hijo, de apellidos Monge, estaban metidos en un brete bastante turbio: estafando gente por internet usando SINPE Móvil. La Fiscalía contra la ciberdelincuencia los agarró con las manos en la masa, y ahora van directo a la cárcel, pidiendo agua.
La movida empezó a desenmarañarse la semana pasada, cuando los judiciales hicieron tres allanamientos en Golfito y Corredores. Uno de los Monge, correteando como pollo sin cabeza, intentó cruzar la frontera con Panamá, pero ¡aguántate! No le alcanzó ni pa’ echar gasolina y lo atraparon ahí mismo. Esto demuestra que aunque te muevas rápido, la justicia tica llega, diay.
Según la Fiscalía, estos dos maes estuvieron operando desde San Ramón y Corredores entre octubre de 2024 y febrero de 2025, conformando una banda dedicada a robarle a la gente. Lo que hicieron fue obtener tarjetas SIM de líneas prepago, asociándolas a números de teléfono que ya no estaban activos, pero que milagrosamente seguían enlazados a cuentas bancarias de otras personas. ¡Imagínate el nivel!
Y aquí viene la parte más ingeniosa (y ruin), del plan: insertaban esas tarjetas SIM en sus celulares y revisaban si los números aún estaban conectados a las cuentas bancarias de terceros. Si era así, ¡boom!, podían hacer transferencias electrónicas. Envían mensajes tipo ‘Pase’, realizando las transacciones ilícitas hacia cuentas de unos 22 cómplices que recibían el dinero robado.
Después, esos secuaces iban a cajeros automáticos a retirar la plata. ¡Qué carga! El daño económico que causaron supera los ¢14 millones, dejando a unas 10 personas en la pura miseria. Unas víctimas bien puras, que confiaron en el sistema y terminaron con las manos vacías. Esto nos obliga a pensar qué tan seguros estamos realmente con nuestras finanzas digitales, chunches.
Esta situación pinta feísimo para la confianza en los servicios bancarios online. Mucha gente ya anda desconfiada de cualquier mensaje extraño, y con justa razón. Además, pone en evidencia las debilidades de seguridad que existen en algunas instituciones financieras, y la necesidad urgente de reforzar las medidas de protección para evitar que esto siga pasando. Ya hemos visto cómo los delincuentes se adaptan rapidito a la tecnología.
Ahora la Fiscalía sale a recordarnos a todos la importancia de desvincular nuestros números de teléfono de las cuentas bancarias al cambiar de línea, aunque parezca un rollo. ¡Es pan comido y puede salvarte de este brete! Parece simple, pero muchos no lo hacen, y terminan siendo víctimas de estos tipos. Mejor prevenir que lamentar, dice el dicho, y en este caso, ¡es verdad pura!
Definitivamente, este caso nos deja pensando en la vulnerabilidad de nuestras cuentas bancarias y en la necesidad de estar siempre alerta. ¿Ustedes creen que las entidades financieras deberían implementar medidas más estrictas para verificar la identidad de los usuarios antes de permitir transferencias, o es responsabilidad exclusiva de cada individuo proteger sus datos? Compartan sus opiniones en el foro, ¡qué lata que esto esté pasando en nuestro país!
La movida empezó a desenmarañarse la semana pasada, cuando los judiciales hicieron tres allanamientos en Golfito y Corredores. Uno de los Monge, correteando como pollo sin cabeza, intentó cruzar la frontera con Panamá, pero ¡aguántate! No le alcanzó ni pa’ echar gasolina y lo atraparon ahí mismo. Esto demuestra que aunque te muevas rápido, la justicia tica llega, diay.
Según la Fiscalía, estos dos maes estuvieron operando desde San Ramón y Corredores entre octubre de 2024 y febrero de 2025, conformando una banda dedicada a robarle a la gente. Lo que hicieron fue obtener tarjetas SIM de líneas prepago, asociándolas a números de teléfono que ya no estaban activos, pero que milagrosamente seguían enlazados a cuentas bancarias de otras personas. ¡Imagínate el nivel!
Y aquí viene la parte más ingeniosa (y ruin), del plan: insertaban esas tarjetas SIM en sus celulares y revisaban si los números aún estaban conectados a las cuentas bancarias de terceros. Si era así, ¡boom!, podían hacer transferencias electrónicas. Envían mensajes tipo ‘Pase’, realizando las transacciones ilícitas hacia cuentas de unos 22 cómplices que recibían el dinero robado.
Después, esos secuaces iban a cajeros automáticos a retirar la plata. ¡Qué carga! El daño económico que causaron supera los ¢14 millones, dejando a unas 10 personas en la pura miseria. Unas víctimas bien puras, que confiaron en el sistema y terminaron con las manos vacías. Esto nos obliga a pensar qué tan seguros estamos realmente con nuestras finanzas digitales, chunches.
Esta situación pinta feísimo para la confianza en los servicios bancarios online. Mucha gente ya anda desconfiada de cualquier mensaje extraño, y con justa razón. Además, pone en evidencia las debilidades de seguridad que existen en algunas instituciones financieras, y la necesidad urgente de reforzar las medidas de protección para evitar que esto siga pasando. Ya hemos visto cómo los delincuentes se adaptan rapidito a la tecnología.
Ahora la Fiscalía sale a recordarnos a todos la importancia de desvincular nuestros números de teléfono de las cuentas bancarias al cambiar de línea, aunque parezca un rollo. ¡Es pan comido y puede salvarte de este brete! Parece simple, pero muchos no lo hacen, y terminan siendo víctimas de estos tipos. Mejor prevenir que lamentar, dice el dicho, y en este caso, ¡es verdad pura!
Definitivamente, este caso nos deja pensando en la vulnerabilidad de nuestras cuentas bancarias y en la necesidad de estar siempre alerta. ¿Ustedes creen que las entidades financieras deberían implementar medidas más estrictas para verificar la identidad de los usuarios antes de permitir transferencias, o es responsabilidad exclusiva de cada individuo proteger sus datos? Compartan sus opiniones en el foro, ¡qué lata que esto esté pasando en nuestro país!