La manera como se manejaron los hechos de La Reforma dan la impresión que ahora sí se cuenta con un Ministro de Seguridad con coraje y capacidad. Me explico:
1. Cualquier politiquillo de los que estamos acostumbrados se hubiese puesto al frente del operativo para ganar protagonismo y estar frente a las Cámaras. Este nuevo Ministro de Seguridad mantuvo su perfil bajo durante todo el proceso, pero trabajando en acertada coordinación con todos los involucrados.
2. Colocó como jefes de las operaciones a los dos jerarcas del Poder Judicial (el jefe del OIJ y el Fiscal General). ¡Jugada de ajedrez! Ahora que hay delincuentes muertos no pueden salir los Magistrados de la Corte (que bien sabemos simpatizan bastante con los delincuentes) solicitando al Ministerio Público que investigue la muerte de los "dos angelitos" pues fue su gente la que estuvo al mando. Estén seguros que si al frente hubiese estado el Ministro de Seguridad ya los magistrados (especialmente el Presidente de la Corte) habrían salido con su rostro bañado en lágrimas quejándose por la "injusta" muerte de los delincuentes y argumentando que se violaron "derechos humanos". Ahora no pueden hacerle eso al Director del OIJ y al mismo MInisterio Público.
3. Hizo un cordón de dos kilómetros y mantuvo a la prensa lejos del sitio de crisis. Con eso evitó que los periodistas de la televisión, con la gentileza que les caracteriza y como lo han hecho en otras ocasiones, le brindaran a los recluso una excelente panorámica de los movimientos que hacen las autoridades para que estos delincuentes puedan reaccionar a tiempo.
Contrario a él, el Ministro de Justicia se ha escondico pero para no dar la cara. Él es el responsable de lo que pasó en La Reforma.
1. Cualquier politiquillo de los que estamos acostumbrados se hubiese puesto al frente del operativo para ganar protagonismo y estar frente a las Cámaras. Este nuevo Ministro de Seguridad mantuvo su perfil bajo durante todo el proceso, pero trabajando en acertada coordinación con todos los involucrados.
2. Colocó como jefes de las operaciones a los dos jerarcas del Poder Judicial (el jefe del OIJ y el Fiscal General). ¡Jugada de ajedrez! Ahora que hay delincuentes muertos no pueden salir los Magistrados de la Corte (que bien sabemos simpatizan bastante con los delincuentes) solicitando al Ministerio Público que investigue la muerte de los "dos angelitos" pues fue su gente la que estuvo al mando. Estén seguros que si al frente hubiese estado el Ministro de Seguridad ya los magistrados (especialmente el Presidente de la Corte) habrían salido con su rostro bañado en lágrimas quejándose por la "injusta" muerte de los delincuentes y argumentando que se violaron "derechos humanos". Ahora no pueden hacerle eso al Director del OIJ y al mismo MInisterio Público.
3. Hizo un cordón de dos kilómetros y mantuvo a la prensa lejos del sitio de crisis. Con eso evitó que los periodistas de la televisión, con la gentileza que les caracteriza y como lo han hecho en otras ocasiones, le brindaran a los recluso una excelente panorámica de los movimientos que hacen las autoridades para que estos delincuentes puedan reaccionar a tiempo.
Contrario a él, el Ministro de Justicia se ha escondico pero para no dar la cara. Él es el responsable de lo que pasó en La Reforma.
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