PANAMA NOS GANA EN TODO
El viaje de miles de ticos a Panamá dejó mucho más que alegría con sabor a goles y fútbol: dejó en la retina, en los compensadores y en los traseros, la sorpresa de carreteras de lujo, a cuatrocarriles, de cemento y con docenas de puentes peatonales.
Era para no creerlo. Los ticos, que creemos que somos la mamá de Tarzán, no dábamos crédito a semejante infraestructura. La sorpresa fue enorme.
Después de un viaje largo y pesado por una carretera angosta, que se encuentra en regular estado, pero sin demarcación, arribamos a Paso Canoas. Unas viejas, incómodas y deterioradas instalaciones recibieron a docenas de buses cargados de pacientes ticos. Del lado panameño, un edificio muy nuevo, amplio y acogedor sería el abrebocas de lo que estábamos por ver.
El autobús salió por fin, después de 4 desesperantes horas, a rodar por calles que nunca se han visto en Costa Rica (excepto en un breve tramo en Pérez Zeledón). Desde Paso Canoas hasta ciudad de Panamá, no había un solo hueco, un solo bache. Y la distancia era casi 400 kilómetros. Los 50 pasajeros no pudimos menos que exclamar: ”¡Qué buena carretera. Y nosotros con aquellas cochinadas!”, al menos eso dijeron los más decentes.
Con la boca abierta
Sí señor, cuatro carriles separados por una zona verde nos acompañaron a través de ríos, llanuras, algunas pocas elevaciones, pueblos y ciudades. En cada escuela, en cada pueblo, donde fuera necesario, un puente peatonal elevado, con su respectivo techo y barandas, además de docenas en construcción. “Y allá tienen no sé cuantos años de estar haciendo el de Multiplaza (en San José), ja ja ja”, dijo otra voz en el bus.
La experiencia me hizo recordar y reflexionar con la leyenda que se apreciaba hace años en las placas de los vehículos nacionales: “Costa Rica, jardín de las Américas”. La verdad es que quienes aún crean eso, es porque no han salido de estas cuatro fronteras.
Y es que un país que no invierta en infraestructura, la más elemental, no puede desarrollarse a buen paso.
Falsa premisa
Sí, es cierto, Panamá tiene el Canal pero Costa Rica tiene café, banano, piña, turismo y alguna mano de obra especializada como Intel, no tenemos ejército desde hace 50 años ni hemos sido invadidos por Estados Unidos, por lo que la excusa del Canal es vaga.
La realidad es que mientras nosotros sigamos creyendo que somos los mejores de Centroamérica y veamos con superioridad a los demás pueblos del istmo, ellos, con proyectos y visión de país
El viaje de miles de ticos a Panamá dejó mucho más que alegría con sabor a goles y fútbol: dejó en la retina, en los compensadores y en los traseros, la sorpresa de carreteras de lujo, a cuatrocarriles, de cemento y con docenas de puentes peatonales.
Era para no creerlo. Los ticos, que creemos que somos la mamá de Tarzán, no dábamos crédito a semejante infraestructura. La sorpresa fue enorme.
Después de un viaje largo y pesado por una carretera angosta, que se encuentra en regular estado, pero sin demarcación, arribamos a Paso Canoas. Unas viejas, incómodas y deterioradas instalaciones recibieron a docenas de buses cargados de pacientes ticos. Del lado panameño, un edificio muy nuevo, amplio y acogedor sería el abrebocas de lo que estábamos por ver.
El autobús salió por fin, después de 4 desesperantes horas, a rodar por calles que nunca se han visto en Costa Rica (excepto en un breve tramo en Pérez Zeledón). Desde Paso Canoas hasta ciudad de Panamá, no había un solo hueco, un solo bache. Y la distancia era casi 400 kilómetros. Los 50 pasajeros no pudimos menos que exclamar: ”¡Qué buena carretera. Y nosotros con aquellas cochinadas!”, al menos eso dijeron los más decentes.
Con la boca abierta
Sí señor, cuatro carriles separados por una zona verde nos acompañaron a través de ríos, llanuras, algunas pocas elevaciones, pueblos y ciudades. En cada escuela, en cada pueblo, donde fuera necesario, un puente peatonal elevado, con su respectivo techo y barandas, además de docenas en construcción. “Y allá tienen no sé cuantos años de estar haciendo el de Multiplaza (en San José), ja ja ja”, dijo otra voz en el bus.
La experiencia me hizo recordar y reflexionar con la leyenda que se apreciaba hace años en las placas de los vehículos nacionales: “Costa Rica, jardín de las Américas”. La verdad es que quienes aún crean eso, es porque no han salido de estas cuatro fronteras.
Y es que un país que no invierta en infraestructura, la más elemental, no puede desarrollarse a buen paso.
Falsa premisa
Sí, es cierto, Panamá tiene el Canal pero Costa Rica tiene café, banano, piña, turismo y alguna mano de obra especializada como Intel, no tenemos ejército desde hace 50 años ni hemos sido invadidos por Estados Unidos, por lo que la excusa del Canal es vaga.
La realidad es que mientras nosotros sigamos creyendo que somos los mejores de Centroamérica y veamos con superioridad a los demás pueblos del istmo, ellos, con proyectos y visión de país