Oy, oy, mi gente del Foro. Resulta que el gobierno le dio duro al bote y anunció que van a meterle dentro unos ¢12,8 billones al Presupuesto Nacional para el 2026. De esos billetes, más de tres berganches se irán directo a pagar salarios. Pero acá viene el juguito: ¡van a crear mil ochocientas plazas nuevas! Suena lindo, ¿verdad?, pero hay que ponerle lupa porque siempre hay gato encerrado.
Según dicen, la mayoría de estas varas frescas van destinadas al Ministerio de Seguridad Pública. Trece centenas de nuevos compañeros van a estar patrullando, cuidando, echándole ganas para mantenernos seguros. Parece que les preocupa la cosa, y bueno, toca reconocerlo, la seguridad es un brete importante en nuestro país. No podemos andar pensando si nos van a robar la cartera en cualquier esquina, diay.
Y claro, el MEP, que siempre anda justo de lana, tampoco se queda atrás. Van a sumar unas trecientos cincuenta y cinco plazas al personal educativo. Eso sí da esperanzas, porque todos sabemos cómo andamos con los profes trabajando a marchas forzadas, llevando encima un montón de responsabilidades. Un empujoncito ahí no le hace daño a nadie, ni a los maestros ni a los estudiantes.
Ahora bien, hablando de dineral, la cosa se pone interesante. Aunque parece que quieren echar crema con las nuevas plazas y hasta mencionar un posible aumentito de diez mil colones al salario base, la realidad es que la deuda pública sigue comiéndose gran parte del presupuesto. ¡Un cuarenta y dos punto tres por ciento! Eso significa que tenemos que seguir pagando prestamos viejos y agarrando nuevos, y eso, mi gente, no es precisamente un camino de rosas.
Además, no olvidemos que todo esto depende de que se cumpla la regla fiscal, que es que la deuda no pase del sesenta por ciento del Producto Interno Bruto. Si se pasa, adiós al aumentito y a las ilusiones de tener un futuro financiero más tranquilo. Siempre hay que ponerle cuidado a esas cosas, porque los números nunca mienten, aunque a veces los políticos sí.
Por otro lado, resulta curioso que inviertan tanto en seguridad cuando la delincuencia sigue golpeando fuerte. ¿Será que realmente va a hacer la diferencia tener tantos policías más en la calle? O será que estamos parcheando el problema con soluciones superficiales, sin atacar las causas profundas de la inseguridad: la pobreza, la falta de oportunidades, la desigualdad… Ahí sí hay que darle una pensada seria, chunche.
Hay que decir que el Poder Judicial también recibirá un poco de cariño, con ochenta y ocho nuevas plazas. Y otras instituciones como el MOPT, Salud y el MINAE también van a tener algunos refuerzos. Pero la verdad es que, a simple vista, se nota que el foco principal está puesto en seguridad. Quizás porque la próxima elección está pegando cerca y necesitan mostrarle al pueblo que están haciendo algo.
En fin, un presupuesto con muchas promesas y pocos detalles claros. ¿Será que estas nuevas plazas realmente traerán mejoras significativas a nuestros servicios públicos? ¿O simplemente serán otra vara más que termina perdiéndose en la burocracia y la corrupción? ¿Ustedes qué piensan, mi gente? ¿Creen que el gobierno está tomando las medidas correctas para asegurar un futuro próspero para Costa Rica?
Según dicen, la mayoría de estas varas frescas van destinadas al Ministerio de Seguridad Pública. Trece centenas de nuevos compañeros van a estar patrullando, cuidando, echándole ganas para mantenernos seguros. Parece que les preocupa la cosa, y bueno, toca reconocerlo, la seguridad es un brete importante en nuestro país. No podemos andar pensando si nos van a robar la cartera en cualquier esquina, diay.
Y claro, el MEP, que siempre anda justo de lana, tampoco se queda atrás. Van a sumar unas trecientos cincuenta y cinco plazas al personal educativo. Eso sí da esperanzas, porque todos sabemos cómo andamos con los profes trabajando a marchas forzadas, llevando encima un montón de responsabilidades. Un empujoncito ahí no le hace daño a nadie, ni a los maestros ni a los estudiantes.
Ahora bien, hablando de dineral, la cosa se pone interesante. Aunque parece que quieren echar crema con las nuevas plazas y hasta mencionar un posible aumentito de diez mil colones al salario base, la realidad es que la deuda pública sigue comiéndose gran parte del presupuesto. ¡Un cuarenta y dos punto tres por ciento! Eso significa que tenemos que seguir pagando prestamos viejos y agarrando nuevos, y eso, mi gente, no es precisamente un camino de rosas.
Además, no olvidemos que todo esto depende de que se cumpla la regla fiscal, que es que la deuda no pase del sesenta por ciento del Producto Interno Bruto. Si se pasa, adiós al aumentito y a las ilusiones de tener un futuro financiero más tranquilo. Siempre hay que ponerle cuidado a esas cosas, porque los números nunca mienten, aunque a veces los políticos sí.
Por otro lado, resulta curioso que inviertan tanto en seguridad cuando la delincuencia sigue golpeando fuerte. ¿Será que realmente va a hacer la diferencia tener tantos policías más en la calle? O será que estamos parcheando el problema con soluciones superficiales, sin atacar las causas profundas de la inseguridad: la pobreza, la falta de oportunidades, la desigualdad… Ahí sí hay que darle una pensada seria, chunche.
Hay que decir que el Poder Judicial también recibirá un poco de cariño, con ochenta y ocho nuevas plazas. Y otras instituciones como el MOPT, Salud y el MINAE también van a tener algunos refuerzos. Pero la verdad es que, a simple vista, se nota que el foco principal está puesto en seguridad. Quizás porque la próxima elección está pegando cerca y necesitan mostrarle al pueblo que están haciendo algo.
En fin, un presupuesto con muchas promesas y pocos detalles claros. ¿Será que estas nuevas plazas realmente traerán mejoras significativas a nuestros servicios públicos? ¿O simplemente serán otra vara más que termina perdiéndose en la burocracia y la corrupción? ¿Ustedes qué piensan, mi gente? ¿Creen que el gobierno está tomando las medidas correctas para asegurar un futuro próspero para Costa Rica?