¡Ay, Dios mío! La tranquilidad de Santa Rosa de Pocosol quedó hecha cenizas este viernes cuando un incendio voraz arrasó con el supermercado Hong Kong y varios apartamentos encima. A eso de las cinco y diez de la tarde, el cielo se llenó de humo negro y el olor a plástico quemado inundó toda la zona. ¡Qué despiche!
El fuego, de proporciones impresionantes, consumió cerca de mil trescientas manzanas cuadradas, dejando a sus paso un rastro de destrucción. Según testigos, las llamas se propagaron rapidísimo, alimentándose de los materiales inflamables del supermercado y de los muebles de los departamentos. Imagine usted la bronca de esas familias... pierden todo en un santiamán.
Aunque seis locales comerciales lograron ser salvados gracias a la rápida reacción de algunos vecinos y empleados, la situación era crítica. Una venta de concentrados, una sala de juegos, una bodega de cilindros de gas… pura suerte que no pasó a mayores, porque con la fuerza del incendio, cualquier chispa podía haber detonado una tragedia peor. Se escuchaba griterío y gente corriendo a toda máquina buscando a sus familiares y amigos.
La Cruz Roja atendió a un hombre con una quemadura leve y a nueve valientes bomberos que sufrieron intoxicación por inhalación de humo. Afortunadamente, ninguno necesitó traslado hospitalario. ¡Estos muchachos son unos héroes! Arriesgan la vida para proteger la nuestra, y a veces ni les damos el reconocimiento que merecen.
Nueve unidades del Benemérito Cuerpo de Bomberos, movilizadas desde distintas estaciones de la Zona Norte, lucharon incansablemente contra las llamas durante horas. Fue una batalla cuesta arriba, contra un enemigo implacable. Imaginen la coordinación, el esfuerzo físico… ¡una verdadera hazaña!
Ahora, la población de Santa Rosa de Pocosol clama por soluciones. La lección aprendida es dura: la distancia a las estaciones de bomberos más cercanas es excesiva, lo que retrasó significativamente la respuesta ante la emergencia. “Ya nos había pasado hace tiempo una cosita parecida, pero nunca a esta escala,” comentó Doña Elena, vecina del lugar, visiblemente afectada.
Y es que parece que la promesa de construir una estación de bomberos en Pocosol está más cerca de cumplirse. Parece ser que ya existe terreno disponible y solo falta la firma del Presidente Chaves para materializar el proyecto. ¡Esperemos que esta vez sí cumplan! Porque si no, la próxima vez podría ser mucho peor. Dicen que ya hay avances importantes, pero bueno, ya saben cómo andamos con estas cosas... siempre la misma vaina.
Este incidente nos deja varias reflexiones sobre la importancia de la prevención y la preparación ante desastres. Pero lo más importante ahora es que se concrete la construcción de la estación de bomberos en Pocosol. ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que el gobierno actuará rápido para solucionar este problema o seguiremos esperando mientras ocurren tragedias como ésta?
El fuego, de proporciones impresionantes, consumió cerca de mil trescientas manzanas cuadradas, dejando a sus paso un rastro de destrucción. Según testigos, las llamas se propagaron rapidísimo, alimentándose de los materiales inflamables del supermercado y de los muebles de los departamentos. Imagine usted la bronca de esas familias... pierden todo en un santiamán.
Aunque seis locales comerciales lograron ser salvados gracias a la rápida reacción de algunos vecinos y empleados, la situación era crítica. Una venta de concentrados, una sala de juegos, una bodega de cilindros de gas… pura suerte que no pasó a mayores, porque con la fuerza del incendio, cualquier chispa podía haber detonado una tragedia peor. Se escuchaba griterío y gente corriendo a toda máquina buscando a sus familiares y amigos.
La Cruz Roja atendió a un hombre con una quemadura leve y a nueve valientes bomberos que sufrieron intoxicación por inhalación de humo. Afortunadamente, ninguno necesitó traslado hospitalario. ¡Estos muchachos son unos héroes! Arriesgan la vida para proteger la nuestra, y a veces ni les damos el reconocimiento que merecen.
Nueve unidades del Benemérito Cuerpo de Bomberos, movilizadas desde distintas estaciones de la Zona Norte, lucharon incansablemente contra las llamas durante horas. Fue una batalla cuesta arriba, contra un enemigo implacable. Imaginen la coordinación, el esfuerzo físico… ¡una verdadera hazaña!
Ahora, la población de Santa Rosa de Pocosol clama por soluciones. La lección aprendida es dura: la distancia a las estaciones de bomberos más cercanas es excesiva, lo que retrasó significativamente la respuesta ante la emergencia. “Ya nos había pasado hace tiempo una cosita parecida, pero nunca a esta escala,” comentó Doña Elena, vecina del lugar, visiblemente afectada.
Y es que parece que la promesa de construir una estación de bomberos en Pocosol está más cerca de cumplirse. Parece ser que ya existe terreno disponible y solo falta la firma del Presidente Chaves para materializar el proyecto. ¡Esperemos que esta vez sí cumplan! Porque si no, la próxima vez podría ser mucho peor. Dicen que ya hay avances importantes, pero bueno, ya saben cómo andamos con estas cosas... siempre la misma vaina.
Este incidente nos deja varias reflexiones sobre la importancia de la prevención y la preparación ante desastres. Pero lo más importante ahora es que se concrete la construcción de la estación de bomberos en Pocosol. ¿Ustedes qué opinan? ¿Creen que el gobierno actuará rápido para solucionar este problema o seguiremos esperando mientras ocurren tragedias como ésta?