¡Ay, Dios mío, qué nivel tienen nuestros muchachos! Resulta que unos cuantos estudiantes de colegios científicos acá en Costa Rica se fueron hasta Singapur a una competencia internacional de ingeniería y le dieron vuelta al planeta entero. Imagínate, representando al país en un escenario así... ¡pura admiración!
La movida, como saben, es el STEM Racing by Fórmula 1, una competencia donde los jóvenes diseñan y construyen carros de carrera a escala. No es cualquier cosita, ahí hay mucha ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas metidas en el brete. Son como mini-escuderías, manejando todo desde el diseño hasta la estrategia.
Este año, nuestro equipo, que se llama Kura Force – suena potente, diay – estaba compuesto por ocho estudiantes de colegios científicos de Alajuela, San Vito, Puriscal y Los Santos. Carolina Bustillos, Felipe Sáenz, Geicob Blanco, Esteban Morales, David Cascante, Mariana Murillo, Fabricio Zamora y Verónica Quesada, todos dando cátedra allá afuera. ¡Y vaya si la dieron!
Lo primero que hicieron fue ganarse el título de “Best Newcomer”, o sea, mejor debutante. Esto ya es tremendo porque era la primera vez que un equipo centroamericano llegaba a esa fase de la competencia. ¡Imagínate el esfuerzo y la preparación! Se fajaron, literalmente, para llegar hasta ahí y representar bien a nuestra tierra.
Pero eso no fue todo, amigos. También se llevaron el premio Amaron Sustainability Showcase, que reconoce la visión innovadora en sostenibilidad social. Ahí entró en juego un proyecto llamado STEM Racing 4 All, una idea superingeniosa que inventaron los mismos estudiantes para que gente con discapacidad visual también pueda disfrutar de la experiencia de la Fórmula 1. Se lo aplicaron en el Centro Nacional de Educación Helen Keller, para que vean que sí se puede hacer cosas bonitas por la comunidad.
David Cascante, uno de los integrantes del equipo, soltó unas verdades: “Queríamos demostrar que la innovación y la responsabilidad pueden ir de la mano. Este premio significa que los jóvenes también podemos aportar a la conversación global sobre sostenibilidad.” ¡Digo yo, qué más se puede decir! Tiene toda la razón del mundo.
Johanna Salazar, directora del Colegio Científico de Alajuela, no se anduvo con rodeos: “Esto abre camino a que más jóvenes de Costa Rica participen en competencias STEM. Es una vitrina que nos posiciona en el mapa mundial de la innovación”. Y es verdad, ahora tenemos que aprovechar este impulso para seguir motivando a los chamaquitos a meterle duro a la ciencia y la tecnología. Porque al final, estos son los que van a sacar adelante al país.
En fin, esto es un orgullo nacional a rabiar, y demuestra que con trabajo duro, creatividad y una pizca de pura vida, podemos lograr cosas increíbles, incluso en escenarios internacionales. Ahora me pregunto, ¿cree usted que iniciativas como STEM Racing 4 All deberían recibir mayor apoyo gubernamental para replicarlas en otras comunidades?
La movida, como saben, es el STEM Racing by Fórmula 1, una competencia donde los jóvenes diseñan y construyen carros de carrera a escala. No es cualquier cosita, ahí hay mucha ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas metidas en el brete. Son como mini-escuderías, manejando todo desde el diseño hasta la estrategia.
Este año, nuestro equipo, que se llama Kura Force – suena potente, diay – estaba compuesto por ocho estudiantes de colegios científicos de Alajuela, San Vito, Puriscal y Los Santos. Carolina Bustillos, Felipe Sáenz, Geicob Blanco, Esteban Morales, David Cascante, Mariana Murillo, Fabricio Zamora y Verónica Quesada, todos dando cátedra allá afuera. ¡Y vaya si la dieron!
Lo primero que hicieron fue ganarse el título de “Best Newcomer”, o sea, mejor debutante. Esto ya es tremendo porque era la primera vez que un equipo centroamericano llegaba a esa fase de la competencia. ¡Imagínate el esfuerzo y la preparación! Se fajaron, literalmente, para llegar hasta ahí y representar bien a nuestra tierra.
Pero eso no fue todo, amigos. También se llevaron el premio Amaron Sustainability Showcase, que reconoce la visión innovadora en sostenibilidad social. Ahí entró en juego un proyecto llamado STEM Racing 4 All, una idea superingeniosa que inventaron los mismos estudiantes para que gente con discapacidad visual también pueda disfrutar de la experiencia de la Fórmula 1. Se lo aplicaron en el Centro Nacional de Educación Helen Keller, para que vean que sí se puede hacer cosas bonitas por la comunidad.
David Cascante, uno de los integrantes del equipo, soltó unas verdades: “Queríamos demostrar que la innovación y la responsabilidad pueden ir de la mano. Este premio significa que los jóvenes también podemos aportar a la conversación global sobre sostenibilidad.” ¡Digo yo, qué más se puede decir! Tiene toda la razón del mundo.
Johanna Salazar, directora del Colegio Científico de Alajuela, no se anduvo con rodeos: “Esto abre camino a que más jóvenes de Costa Rica participen en competencias STEM. Es una vitrina que nos posiciona en el mapa mundial de la innovación”. Y es verdad, ahora tenemos que aprovechar este impulso para seguir motivando a los chamaquitos a meterle duro a la ciencia y la tecnología. Porque al final, estos son los que van a sacar adelante al país.
En fin, esto es un orgullo nacional a rabiar, y demuestra que con trabajo duro, creatividad y una pizca de pura vida, podemos lograr cosas increíbles, incluso en escenarios internacionales. Ahora me pregunto, ¿cree usted que iniciativas como STEM Racing 4 All deberían recibir mayor apoyo gubernamental para replicarlas en otras comunidades?