¡Ay, Dios mío! Aquí vamos de nuevo con este circo político. El PUSC está echándole fuego al Congreso, acusando al PLP, al PLN, y hasta a las diputadas Padilla y Navas de intentar tumbar la ley que busca bajar los precios de los medicamentos. Parece que algunos prefieren que sigamos pagando un ojo de la cara por cosas básicas, ¿no?
La jugada es clara: estos señores intentan presentar otra consulta de constitucionalidad contra el proyecto 23.234. Ya le habían dado una patada antes, recuerden, con una consulta que se vino abajo porque se les cayó la firma a medio camino. Pero parece que no se dan por vencidos, quieren seguir buscando cualquier resquicio legal para evitar que esto avance.
Según los socialcristianos, esto es una muestra de que hay gente en el Congreso que no le importa el bolsillo de nosotros, los trabajadores. Dicen que algunos diputados, y aquí viene lo bueno, “por razones que desconocemos”, han hecho todo lo posible para freírnos en aceite con esta iniciativa. ¿Será que tienen intereses económicos detrás? Ahí quedaría la reflexión, maes.
Para darle más sabor a la cosa, el PUSC sacó unas comparativas de precios que te dejan helao. Mira tú, un omeprazol de 20mg, que muchos necesitamos para la acidez, nos cuesta casi 21 mil colones aquí en Costa Rica. En Nicaragua, te sale en unos 2650 colones. ¡Una locura! Y eso aplica para muchísimos otros medicamentos. Un ibuprofeno, por ejemplo, ni hablar de la diferencia.
Tenemos a Honduras cobrando 6360 colones por un blister de omeprazol, Guatemala con 4240 y El Salvador con 5300. Es evidente que estamos siendo robados a plena luz del día. ¡Qué torta! ¿Cómo es posible que tengamos que pagar tanto más por lo mismo? Esto demuestra claramente la necesidad urgente de regular el mercado de medicamentos y ponerle candado a estas prácticas abusivas.
La diputada Carballo, del PUSC, ya había logrado sacar adelante el proyecto en primer debate hace poco más de una semana. Buscaba fomentar la competencia entre importadores y farmacias, limitar los contratos exclusivos y proteger al consumidor. Era una rayita de esperanza para mucha gente que lucha por costearse los tratamientos. Ahora, con esta nueva amenaza, se pone en riesgo todo ese esfuerzo.
Desde el PUSC juran que no van a ceder ante estos intentos de sabotaje. Han prometido pelear con uñas y dientes para que la ley salga adelante y podamos acceder a medicamentos a precios justos. "No vamos a rendirnos ante quienes, desde el inicio, se han opuesto a bajar el precio de los medicamentos para todos los costarricenses", dijeron en un comunicado. ¡Así se habla!
Esta maraña política y económica nos deja pensando: ¿Hasta cuándo vamos a permitir que unos pocos se llenen los bolsillos a costa de nuestra salud y bienestar? ¿Crees que esta nueva consulta de constitucionalidad prosperará y frenará la Ley de Medicamentos, o el Congreso finalmente hará lo correcto y bajará los precios para todos los costarricenses?
La jugada es clara: estos señores intentan presentar otra consulta de constitucionalidad contra el proyecto 23.234. Ya le habían dado una patada antes, recuerden, con una consulta que se vino abajo porque se les cayó la firma a medio camino. Pero parece que no se dan por vencidos, quieren seguir buscando cualquier resquicio legal para evitar que esto avance.
Según los socialcristianos, esto es una muestra de que hay gente en el Congreso que no le importa el bolsillo de nosotros, los trabajadores. Dicen que algunos diputados, y aquí viene lo bueno, “por razones que desconocemos”, han hecho todo lo posible para freírnos en aceite con esta iniciativa. ¿Será que tienen intereses económicos detrás? Ahí quedaría la reflexión, maes.
Para darle más sabor a la cosa, el PUSC sacó unas comparativas de precios que te dejan helao. Mira tú, un omeprazol de 20mg, que muchos necesitamos para la acidez, nos cuesta casi 21 mil colones aquí en Costa Rica. En Nicaragua, te sale en unos 2650 colones. ¡Una locura! Y eso aplica para muchísimos otros medicamentos. Un ibuprofeno, por ejemplo, ni hablar de la diferencia.
Tenemos a Honduras cobrando 6360 colones por un blister de omeprazol, Guatemala con 4240 y El Salvador con 5300. Es evidente que estamos siendo robados a plena luz del día. ¡Qué torta! ¿Cómo es posible que tengamos que pagar tanto más por lo mismo? Esto demuestra claramente la necesidad urgente de regular el mercado de medicamentos y ponerle candado a estas prácticas abusivas.
La diputada Carballo, del PUSC, ya había logrado sacar adelante el proyecto en primer debate hace poco más de una semana. Buscaba fomentar la competencia entre importadores y farmacias, limitar los contratos exclusivos y proteger al consumidor. Era una rayita de esperanza para mucha gente que lucha por costearse los tratamientos. Ahora, con esta nueva amenaza, se pone en riesgo todo ese esfuerzo.
Desde el PUSC juran que no van a ceder ante estos intentos de sabotaje. Han prometido pelear con uñas y dientes para que la ley salga adelante y podamos acceder a medicamentos a precios justos. "No vamos a rendirnos ante quienes, desde el inicio, se han opuesto a bajar el precio de los medicamentos para todos los costarricenses", dijeron en un comunicado. ¡Así se habla!
Esta maraña política y económica nos deja pensando: ¿Hasta cuándo vamos a permitir que unos pocos se llenen los bolsillos a costa de nuestra salud y bienestar? ¿Crees que esta nueva consulta de constitucionalidad prosperará y frenará la Ley de Medicamentos, o el Congreso finalmente hará lo correcto y bajará los precios para todos los costarricenses?