¡Imagínate la movida! Resulta que la campaña 'Escuchá tu Panza', esa que andaba por ahí buscando gente con líos en el estómago, le dio en el clavo. Según los expertos, encontraron más de 120 casos sospechosos de Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII) acá en nuestro país. No es un juego de niños, amigos, esto se pone serio cuando hablamos de salud.
Todo empezó con la idea de que la gente se chequeara online, usando un formulario súper sencillo en www.escuchatupanza.com. Hasta ahora, casi mil cuatrocientas personas ya se dieron el trabajito de responderlo. Ahí te va la data: ¡el 80% reportó síntomas que podrían estar gritando 'ojo!'! Hablamos de diarreas que no paran, dolores de barriga que te dejan viendo estrellitas, sangre en las deposiciones... ni hablar de la pérdida de peso, eso tampoco pinta bien, ¿verdad?
Y claro, después de toda esa información, los especialistas entraron en acción. Revisaron unas 350 historias clínicas y, ¡sorpresa!, encontraron 128 casos que realmente preocupan y necesitan una evaluación más profunda. Ahora esos pacientes están recibiendo apoyo y serán guiados a hacerse exámenes para confirmar si tienen o no EII. Tatiana Villegas Lemaitre, jefa de la Asociación CUCI y Crohn, lo dijo clarito: 'Cada persona que llena el formulario da un paso gigante hacia una vida mejor'.
Pero la campaña no se quedó solo en la página web, no, pues. Se mandaron chamba en ferias de salud, pusieron carteles informativos en hospitales, universidades y hasta en lugares públicos. Están insistiendo mucho en la prevención y en detectar estos problemas a tiempo. Porque, díganle a quién digan, descubrir la EII pronto puede cambiarle la vida a alguien.
Ahora, ¿de dónde sale este rollo de la EII?, pregúntate. Pues resulta que es una enfermedad donde el sistema inmunitario se confunde y ataca al propio intestino. Hay dos tipos principales: la colitis ulcerosa, que le pega al colon, y la enfermedad de Crohn, que puede atacar cualquier parte del estómago y los intestinos. Es diferente al colon irritable, que solo te da disgustos momentáneos pero no daña el intestino. Con la EII, la cosa es más seria: puede requerir hospitalización, cirugías e incluso aumentar el riesgo de cáncer de colon, ¡imagínate!
Y aquí viene lo importante, porque muchos se confunden. Gente que cree que tener gastritis, colon irritable o cáncer de colon es lo mismo. ¡Para nada! La EII tiene raíces inmunológicas y requiere un tratamiento específico y supervisado por un buen gastroenterólogo. Estos doctores son los que te hacen la colonoscopia, un examen que permite ver si hay algún problema en el intestino y confirmarlo.
Los síntomas que debes ponerle lupa son: diarreas que no te dan tregua ni de noche, dolores de barriga constantes, presencia de sangre o moco en las heces, cansancio extremo o fiebre sin razón aparente y, obviamente, pérdida de peso repentina. Si tienes alguno de estos síntomas, ¡no lo tires así nomás! Busca ayuda médica, pide cita con un gastroenterólogo. No te quedes con la duda, ¡mejor prevenir que lamentar!
Esta campaña nos demuestra que la tecnología y la educación pueden hacer maravillas. Pero me pregunto, ¿crees que la falta de conocimiento sobre estas enfermedades es el mayor obstáculo para su detección temprana en Costa Rica, o sería más efectivo enfocarse en mejorar el acceso a los servicios de salud para todos los ciudadanos?
Todo empezó con la idea de que la gente se chequeara online, usando un formulario súper sencillo en www.escuchatupanza.com. Hasta ahora, casi mil cuatrocientas personas ya se dieron el trabajito de responderlo. Ahí te va la data: ¡el 80% reportó síntomas que podrían estar gritando 'ojo!'! Hablamos de diarreas que no paran, dolores de barriga que te dejan viendo estrellitas, sangre en las deposiciones... ni hablar de la pérdida de peso, eso tampoco pinta bien, ¿verdad?
Y claro, después de toda esa información, los especialistas entraron en acción. Revisaron unas 350 historias clínicas y, ¡sorpresa!, encontraron 128 casos que realmente preocupan y necesitan una evaluación más profunda. Ahora esos pacientes están recibiendo apoyo y serán guiados a hacerse exámenes para confirmar si tienen o no EII. Tatiana Villegas Lemaitre, jefa de la Asociación CUCI y Crohn, lo dijo clarito: 'Cada persona que llena el formulario da un paso gigante hacia una vida mejor'.
Pero la campaña no se quedó solo en la página web, no, pues. Se mandaron chamba en ferias de salud, pusieron carteles informativos en hospitales, universidades y hasta en lugares públicos. Están insistiendo mucho en la prevención y en detectar estos problemas a tiempo. Porque, díganle a quién digan, descubrir la EII pronto puede cambiarle la vida a alguien.
Ahora, ¿de dónde sale este rollo de la EII?, pregúntate. Pues resulta que es una enfermedad donde el sistema inmunitario se confunde y ataca al propio intestino. Hay dos tipos principales: la colitis ulcerosa, que le pega al colon, y la enfermedad de Crohn, que puede atacar cualquier parte del estómago y los intestinos. Es diferente al colon irritable, que solo te da disgustos momentáneos pero no daña el intestino. Con la EII, la cosa es más seria: puede requerir hospitalización, cirugías e incluso aumentar el riesgo de cáncer de colon, ¡imagínate!
Y aquí viene lo importante, porque muchos se confunden. Gente que cree que tener gastritis, colon irritable o cáncer de colon es lo mismo. ¡Para nada! La EII tiene raíces inmunológicas y requiere un tratamiento específico y supervisado por un buen gastroenterólogo. Estos doctores son los que te hacen la colonoscopia, un examen que permite ver si hay algún problema en el intestino y confirmarlo.
Los síntomas que debes ponerle lupa son: diarreas que no te dan tregua ni de noche, dolores de barriga constantes, presencia de sangre o moco en las heces, cansancio extremo o fiebre sin razón aparente y, obviamente, pérdida de peso repentina. Si tienes alguno de estos síntomas, ¡no lo tires así nomás! Busca ayuda médica, pide cita con un gastroenterólogo. No te quedes con la duda, ¡mejor prevenir que lamentar!
Esta campaña nos demuestra que la tecnología y la educación pueden hacer maravillas. Pero me pregunto, ¿crees que la falta de conocimiento sobre estas enfermedades es el mayor obstáculo para su detección temprana en Costa Rica, o sería más efectivo enfocarse en mejorar el acceso a los servicios de salud para todos los ciudadanos?