¡Buenas, pura vida, mi gente del Foro! Aquí su colega entregándoles la última vaina fresca: parece que el Grupo ICE anda pegándose toda, porque Moody's, la flaca de la calificadora gringuita, les acaba de subir la nota de riesgo de Ba2 a Ba1, con perspectiva estable. Esto significa que nos acercamos más a tener el temido “grado de inversión”. ¡Qué carga de buenas noticias!
Para ponerle un poco de contexto a la cosa, esto no es novedad que cayó del cielo. Desde 2022, la institución ha recibido tres ascensos consecutivos en su calificación internacional. Así que, poquito a poquitito, vamos agarrándole fuerza. Imaginen el brío si llegamos al grado de inversión… abriríamos las puertas a inversiones de todo tipo y podríamos conseguir préstamos con tasas mucho más chivísimas. ¡Eso sí que sería echar leña al fogón!
Marco Acuña, el presidente del ICE, soltó unas verdades bien interesantes: dijo que en 2022 tomaron la institución prácticamente sin nada, atascada con proyectos y sin recursos para resolver los problemas que iban surgiendo. Ahora, dice él, estamos a un paso de alcanzar un nivel bien apetecible. ¡Y vaya que se nota el cambio! Han trabajado duro para ordenar la casa y ahora los resultados se ven reflejados.
Pero, ¿qué significan estos cambios en números reales? Bueno, según los datos, la calificación positiva se basa en varios factores: la creciente demanda de electricidad que tenemos por acá, la diversificación de los ingresos gracias a las telecomunicaciones, y las acciones que han tomado para minimizar el impacto de las fluctuaciones del dólar en la deuda. De hecho, la deuda en dólares ha bajado 10% en los últimos cuatro años, lo cual demuestra que están manejando las finanzas con cabeza.
Keiner Arce, el gerente de Finanzas del ICE, también estaba contento con el panorama. Dijo que el buen desempeño financiero y la solidez de las operaciones han generado mucha confianza entre los inversionistas, quienes ya ven que podemos cumplir con nuestras obligaciones de pago. ¡Esto es importante, mi gente! Porque demostrarle al mundo que somos responsables económicamente nos abre muchas puertas.
Y eso se traduce directamente en el mercado de valores, ¿eh? Según señalan, los precios de los bonos internacionales han subido considerablemente. Desde noviembre de 2022 hasta hoy, han aumentado un 18% y un 39% en distintas emisiones. ¡Imagínense la diferencia! Esto es prueba fehaciente de que los inversionistas tienen fe en el ICE y en la economía del país. ¡Qué tuanis!
Ahora bien, no todo es color de rosa, mi gente. Todavía hay bretes por delante. Necesitamos seguir trabajando para fortalecer nuestra infraestructura energética y asegurar que tengamos energía confiable para todos los hogares costarricenses. Además, debemos estar atentos a los desafíos climáticos que nos acechan, como los fenómenos meteorológicos extremos que pueden afectar nuestras plantas hidroeléctricas. Pero con planificación y esfuerzo, estoy seguro de que podremos superarlos.
Así que ahí lo tienen, mi gente: el ICE sigue dando pasos firmes hacia el éxito. Estamos cada vez más cerca de obtener el grado de inversión y de consolidarnos como líderes en la región. Pero me pregunto... considerando este avance y los retos que aún enfrentamos, ¿creen que el gobierno debería priorizar la inversión en energías renovables o enfocarse en fortalecer la infraestructura existente?
Para ponerle un poco de contexto a la cosa, esto no es novedad que cayó del cielo. Desde 2022, la institución ha recibido tres ascensos consecutivos en su calificación internacional. Así que, poquito a poquitito, vamos agarrándole fuerza. Imaginen el brío si llegamos al grado de inversión… abriríamos las puertas a inversiones de todo tipo y podríamos conseguir préstamos con tasas mucho más chivísimas. ¡Eso sí que sería echar leña al fogón!
Marco Acuña, el presidente del ICE, soltó unas verdades bien interesantes: dijo que en 2022 tomaron la institución prácticamente sin nada, atascada con proyectos y sin recursos para resolver los problemas que iban surgiendo. Ahora, dice él, estamos a un paso de alcanzar un nivel bien apetecible. ¡Y vaya que se nota el cambio! Han trabajado duro para ordenar la casa y ahora los resultados se ven reflejados.
Pero, ¿qué significan estos cambios en números reales? Bueno, según los datos, la calificación positiva se basa en varios factores: la creciente demanda de electricidad que tenemos por acá, la diversificación de los ingresos gracias a las telecomunicaciones, y las acciones que han tomado para minimizar el impacto de las fluctuaciones del dólar en la deuda. De hecho, la deuda en dólares ha bajado 10% en los últimos cuatro años, lo cual demuestra que están manejando las finanzas con cabeza.
Keiner Arce, el gerente de Finanzas del ICE, también estaba contento con el panorama. Dijo que el buen desempeño financiero y la solidez de las operaciones han generado mucha confianza entre los inversionistas, quienes ya ven que podemos cumplir con nuestras obligaciones de pago. ¡Esto es importante, mi gente! Porque demostrarle al mundo que somos responsables económicamente nos abre muchas puertas.
Y eso se traduce directamente en el mercado de valores, ¿eh? Según señalan, los precios de los bonos internacionales han subido considerablemente. Desde noviembre de 2022 hasta hoy, han aumentado un 18% y un 39% en distintas emisiones. ¡Imagínense la diferencia! Esto es prueba fehaciente de que los inversionistas tienen fe en el ICE y en la economía del país. ¡Qué tuanis!
Ahora bien, no todo es color de rosa, mi gente. Todavía hay bretes por delante. Necesitamos seguir trabajando para fortalecer nuestra infraestructura energética y asegurar que tengamos energía confiable para todos los hogares costarricenses. Además, debemos estar atentos a los desafíos climáticos que nos acechan, como los fenómenos meteorológicos extremos que pueden afectar nuestras plantas hidroeléctricas. Pero con planificación y esfuerzo, estoy seguro de que podremos superarlos.
Así que ahí lo tienen, mi gente: el ICE sigue dando pasos firmes hacia el éxito. Estamos cada vez más cerca de obtener el grado de inversión y de consolidarnos como líderes en la región. Pero me pregunto... considerando este avance y los retos que aún enfrentamos, ¿creen que el gobierno debería priorizar la inversión en energías renovables o enfocarse en fortalecer la infraestructura existente?