¡Ay, Dios mío! La espera por el nuevo hospital de Cartago parece que nunca va a terminar. Después de tanto lío legal y político, finalmente la Contraloría dio luz verde al contrato, pero la diputada Paulina Ramírez no se quedó callada. Ahora le echa toda la culpa al Presidente Chaves y a la antigua jefa de la Caja, Marta Esquivel, diciendo que esto nos está costando caro a todos los costarricenses.
La verdad, la historia de este hospital ha sido una telenovela digna de premios. Desde que se anunció la obra, todo ha sido trámites interminables, cambios de planes y acusaciones cruzadas. Parece que nadie estaba de acuerdo con cómo debía hacerse, dónde debía construirse ni quién debía encargarse de la obra. Una verdadera maraña burocrática que ha hecho que los cartagüeños tengan que seguir esperando por una atención médica decente.
Ramírez explotó diciendo que “los caprichos mal intencionados se pagan caro, con vidas humanas y debilitando la seguridad social del país”. Claramente, ella está furiosa porque los atrasos están afectando a miles de personas que necesitan servicios médicos urgentes. Se dice que la diputada está moviendo cielo y tierra para que el proyecto avance lo más rápido posible, aunque eso signifique tener que lidiar con algunos personajes difíciles.
Pero fíjate tú, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ya demostró que el terreno en El Guarco está perfecto para construir el hospital. Han revisado los estudios legales, técnicos y hasta del precio, y todo sale bien. Ya no hay lugar para excusas, dicen. Esto significa que sí se puede construir el hospital allá, y que es urgente hacerlo.
Y ahí entró el Presidente Chaves con sus justificaciones. Dijo que no quería poner en peligro la vida de los pacientes construyendo en un lugar peligroso, y tampoco permitía que hubiera sobreprecios. ¡Un lobo con piel de cordero!, dirían algunos. Muchos sospechan que él también estaba buscando maneras de meter mano al proyecto, aunque públicamente niegue esas acusaciones. Este mae siempre anda buscando polémica, diay.
Ahora, con la aprobación de la Contraloría, la fecha estimada para empezar la construcción es el 3 de octubre. Pero sabemos que con estos temas, nunca se sabe qué puede pasar. Puede haber nuevos obstáculos, nuevas demoras... ¡Qué torta! Uno ya no sabe en qué creer.
Lo cierto es que este hospital es vital para Cartago y para todo el sistema de salud. Necesitamos urgentemente más camas, más equipos y más personal médico para atender a la creciente demanda de la población. Seguir postergando esta obra es un irresponsabilidad imperdonable, especialmente cuando tenemos tantos problemas de salud en el país. Además, ¿cuánto más vamos a seguir pagando consultores y abogados por resolver este brete?
Después de tantas idas y vueltas, incertidumbres y acusaciones, ¿crees que realmente veremos el hospital de Cartago funcionando antes de que nos pongamos viejos, o este seguirá siendo un proyecto eterno lleno de promesas incumplidas? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios!
La verdad, la historia de este hospital ha sido una telenovela digna de premios. Desde que se anunció la obra, todo ha sido trámites interminables, cambios de planes y acusaciones cruzadas. Parece que nadie estaba de acuerdo con cómo debía hacerse, dónde debía construirse ni quién debía encargarse de la obra. Una verdadera maraña burocrática que ha hecho que los cartagüeños tengan que seguir esperando por una atención médica decente.
Ramírez explotó diciendo que “los caprichos mal intencionados se pagan caro, con vidas humanas y debilitando la seguridad social del país”. Claramente, ella está furiosa porque los atrasos están afectando a miles de personas que necesitan servicios médicos urgentes. Se dice que la diputada está moviendo cielo y tierra para que el proyecto avance lo más rápido posible, aunque eso signifique tener que lidiar con algunos personajes difíciles.
Pero fíjate tú, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ya demostró que el terreno en El Guarco está perfecto para construir el hospital. Han revisado los estudios legales, técnicos y hasta del precio, y todo sale bien. Ya no hay lugar para excusas, dicen. Esto significa que sí se puede construir el hospital allá, y que es urgente hacerlo.
Y ahí entró el Presidente Chaves con sus justificaciones. Dijo que no quería poner en peligro la vida de los pacientes construyendo en un lugar peligroso, y tampoco permitía que hubiera sobreprecios. ¡Un lobo con piel de cordero!, dirían algunos. Muchos sospechan que él también estaba buscando maneras de meter mano al proyecto, aunque públicamente niegue esas acusaciones. Este mae siempre anda buscando polémica, diay.
Ahora, con la aprobación de la Contraloría, la fecha estimada para empezar la construcción es el 3 de octubre. Pero sabemos que con estos temas, nunca se sabe qué puede pasar. Puede haber nuevos obstáculos, nuevas demoras... ¡Qué torta! Uno ya no sabe en qué creer.
Lo cierto es que este hospital es vital para Cartago y para todo el sistema de salud. Necesitamos urgentemente más camas, más equipos y más personal médico para atender a la creciente demanda de la población. Seguir postergando esta obra es un irresponsabilidad imperdonable, especialmente cuando tenemos tantos problemas de salud en el país. Además, ¿cuánto más vamos a seguir pagando consultores y abogados por resolver este brete?
Después de tantas idas y vueltas, incertidumbres y acusaciones, ¿crees que realmente veremos el hospital de Cartago funcionando antes de que nos pongamos viejos, o este seguirá siendo un proyecto eterno lleno de promesas incumplidas? ¡Déjanos tus opiniones en los comentarios!