¡Ay, Dios mío! Imagínate estar pasando un día tranqui, disfrutando de la naturaleza, y de repente... esto. Un pobre cuate, Jian Rangkharasamee, de 58 años, acabó comiéndose por unos leones en pleno Safari World de Bangkok. ¡Parece sacado de película, pero es pura realidad!
La bronca pasó el miércoles pasado, cuando el señor Jian, que andaba trabajando ahí desde hace casi treinta años –imagínate la confianza que tenía en esos felinos–, se bajó del jeep para hacer alguna supervisión. De pronto, ¡zas!, apareció un león de encima y empezó a darle candela. Y luego se sumaron otros cuatro, ¡una verdadera estampida de garras y dientes!
Los testigos dicen que la gente empezó a gritar pidiendo ayuda, pero nadie sabía qué hacer. Pues claro, ¿quién va a meterse con una manada de leones hambrientos? Estaban tocando bocinas de los carros tratando de asustarlos, ¡pero parecía que les daba igual! Un doctor que estaba ahí, Tavatchai Kanchanarin, contó que fue un verdadero infierno.
Se dice que el ataque duró como quince minutos, ¡un tiempo eterno! Hasta que los encargados del zoológico pudieron ponerle pausa a esa locura. Lo llevaron corriendo al hospital, pero ya era muy tarde. Había perdido demasiado sangue y no hubo manera de salvarlo. ¡Qué pena, mae!
El Señor Jian, según su esposa, amaba su brete, cuidando de animales salvajes. Decía que siempre tomaba precauciones, pero incluso así, el peligro acechaba a la vuelta de la esquina. Por eso uno se queda pensando, ¿hasta cuándo vamos a seguir manteniendo estos parques donde los animales viven encerrados?
La compañía de Safari World ha dicho que lamentan muchísimo lo sucedido y que es la primera vez que pasa algo así en sus cuarenta años de existencia. Ahora tienen a los leones aislados para decidir qué van a hacer con ellos, ¡pero eso no revivirá al Señor Jian, diay!
Pero mira, aquí viene lo interesante: organizaciones como PETA han aprovechado este caso para decir que este tipo de tragedias son producto de confinar animales salvajes en lugares antinaturales. Dicen que los animales necesitan vivir libres, no ser tratados como atracciones turísticas. Y aunque Safari World defiende su historial de seguridad, este incidente les da bastante que pensar, ¿no creen?
Este caso nos deja pensando… ¿Es éticamente correcto mantener zoológicos y parques safari, aun si priorizan la seguridad? ¿Deberíamos enfocarnos en proteger a los animales en su hábitat natural en lugar de exhibirlos para nuestro entretenimiento? ¡Dime tú, qué piensas al respecto! Deja tu opinión abajo, me interesa saber qué rollo te da esta vaina!
La bronca pasó el miércoles pasado, cuando el señor Jian, que andaba trabajando ahí desde hace casi treinta años –imagínate la confianza que tenía en esos felinos–, se bajó del jeep para hacer alguna supervisión. De pronto, ¡zas!, apareció un león de encima y empezó a darle candela. Y luego se sumaron otros cuatro, ¡una verdadera estampida de garras y dientes!
Los testigos dicen que la gente empezó a gritar pidiendo ayuda, pero nadie sabía qué hacer. Pues claro, ¿quién va a meterse con una manada de leones hambrientos? Estaban tocando bocinas de los carros tratando de asustarlos, ¡pero parecía que les daba igual! Un doctor que estaba ahí, Tavatchai Kanchanarin, contó que fue un verdadero infierno.
Se dice que el ataque duró como quince minutos, ¡un tiempo eterno! Hasta que los encargados del zoológico pudieron ponerle pausa a esa locura. Lo llevaron corriendo al hospital, pero ya era muy tarde. Había perdido demasiado sangue y no hubo manera de salvarlo. ¡Qué pena, mae!
El Señor Jian, según su esposa, amaba su brete, cuidando de animales salvajes. Decía que siempre tomaba precauciones, pero incluso así, el peligro acechaba a la vuelta de la esquina. Por eso uno se queda pensando, ¿hasta cuándo vamos a seguir manteniendo estos parques donde los animales viven encerrados?
La compañía de Safari World ha dicho que lamentan muchísimo lo sucedido y que es la primera vez que pasa algo así en sus cuarenta años de existencia. Ahora tienen a los leones aislados para decidir qué van a hacer con ellos, ¡pero eso no revivirá al Señor Jian, diay!
Pero mira, aquí viene lo interesante: organizaciones como PETA han aprovechado este caso para decir que este tipo de tragedias son producto de confinar animales salvajes en lugares antinaturales. Dicen que los animales necesitan vivir libres, no ser tratados como atracciones turísticas. Y aunque Safari World defiende su historial de seguridad, este incidente les da bastante que pensar, ¿no creen?
Este caso nos deja pensando… ¿Es éticamente correcto mantener zoológicos y parques safari, aun si priorizan la seguridad? ¿Deberíamos enfocarnos en proteger a los animales en su hábitat natural en lugar de exhibirlos para nuestro entretenimiento? ¡Dime tú, qué piensas al respecto! Deja tu opinión abajo, me interesa saber qué rollo te da esta vaina!