¡Ay, Dios mío, qué bronca! Aquí seguimos con el caso del aeropuerto de Liberia, y parece que la cosa se pone cada vez más turbia. Marcos Castillo Masís, el director de Aviación Civil, decidió ponerle hielo al asunto y negarse a hablar con los diputados en la Asamblea Legislativa. Imagínate la escena, ahí él, plantado, diciendo que no podía decir ni 'gata perdida' porque está imputado en el famoso caso Pista Oscura.
Para los que andan despistados, el caso Pista Oscura es un verdadero chinchorro de problemas. Todo empezó con la tormenta Bonnie hace un par de años, pero resulta que los daños a la pista del aeropuerto no tenían nada que ver con el clima. La Fiscalía descubrió que ya estaba dañada antes de que llegara la tormenta, ¡qué sal! Pero eso no impidió que el gobierno declarara emergencia y agilizaran la licitación para arreglarla, todo vía exprés, claro.
Y ahí es donde empiezan los sospechosos… Resulta que varios peces gordos cayeron presos, incluyendo al presidente de la CNE, Alejandro Picado, el exministro de Obras Públicas Mauricio Batalla, y otros personajes de peso. Dicen que hubo tráfico de influencias, malversación de fondos, y toda la pesca. El contrato lo ganó MECO por casi 40 millones de dólares, pero luego tuvieron que pedir prestado al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) porque la vara salió más cara de lo pensado. ¡Una torta!
Pero espera que hay más... Según el Fiscal General, Carlo Díaz, los propios ingenieros dijeron que el rediseño propuesto no valía ni dos centavos para Hacienda Pública. ¡Imagínate el nivel de despilfarro! Y encima, figuran otros exfuncionarios como Luis Amador y Natalia Díaz como investigados, aunque todavía no los han metido en la cárcel. Parece que están tratando de lavar las manos como agua boba.
El Presidente Rodrigo Chaves también anda metido en lío, aunque en otra causa aparte. Él tampoco ha querido meterle mucho interés al tema, dejando que la Fiscalía haga su trabajo. Lo cierto es que este caso huele mal, y cada día que pasa salen más cosas a la luz. La gente está harta de tanta corrupción y de ver cómo los políticos se llenan los bolsillos a costa del erario público. ¡Qué pena nacional!
En la comparecencia ante la Comisión de Infraestructura, los diputados intentaron sacarle información a Castillo Masís, pero él se escudó en su condición de imputado. Les dijo textualmente: “No puedo referirme al tener que ver con el tema de la pista”. ¡Qué descaro! Se puso a resguardo, buscando excusas para evitar contestar las preguntas incómodas. Claramente, él sabe más de lo que quiere aparentar.
Este caso ha generado mucha controversia y ha puesto en evidencia las debilidades del sistema de control y transparencia en nuestro país. La ciudadanía exige respuestas claras y justicia para los responsables. La confianza en las instituciones está por los suelos, y es urgente tomar medidas para recuperar la credibilidad y garantizar que no vuelva a ocurrir una situación así. Este brete nos demuestra que tenemos mucho que mejorar en términos de ética pública y rendición de cuentas.
Así que dime, chunche: ¿crees que el director de Aviación Civil está siendo sincero al negarse a cooperar con la investigación? ¿Será que teme que salga a relucir más información comprometedora? ¿O será que realmente está respetando su derecho a guardar silencio como imputado? ¡Vamos a ver qué piensa la masa sobre este mamarracho!
Para los que andan despistados, el caso Pista Oscura es un verdadero chinchorro de problemas. Todo empezó con la tormenta Bonnie hace un par de años, pero resulta que los daños a la pista del aeropuerto no tenían nada que ver con el clima. La Fiscalía descubrió que ya estaba dañada antes de que llegara la tormenta, ¡qué sal! Pero eso no impidió que el gobierno declarara emergencia y agilizaran la licitación para arreglarla, todo vía exprés, claro.
Y ahí es donde empiezan los sospechosos… Resulta que varios peces gordos cayeron presos, incluyendo al presidente de la CNE, Alejandro Picado, el exministro de Obras Públicas Mauricio Batalla, y otros personajes de peso. Dicen que hubo tráfico de influencias, malversación de fondos, y toda la pesca. El contrato lo ganó MECO por casi 40 millones de dólares, pero luego tuvieron que pedir prestado al Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) porque la vara salió más cara de lo pensado. ¡Una torta!
Pero espera que hay más... Según el Fiscal General, Carlo Díaz, los propios ingenieros dijeron que el rediseño propuesto no valía ni dos centavos para Hacienda Pública. ¡Imagínate el nivel de despilfarro! Y encima, figuran otros exfuncionarios como Luis Amador y Natalia Díaz como investigados, aunque todavía no los han metido en la cárcel. Parece que están tratando de lavar las manos como agua boba.
El Presidente Rodrigo Chaves también anda metido en lío, aunque en otra causa aparte. Él tampoco ha querido meterle mucho interés al tema, dejando que la Fiscalía haga su trabajo. Lo cierto es que este caso huele mal, y cada día que pasa salen más cosas a la luz. La gente está harta de tanta corrupción y de ver cómo los políticos se llenan los bolsillos a costa del erario público. ¡Qué pena nacional!
En la comparecencia ante la Comisión de Infraestructura, los diputados intentaron sacarle información a Castillo Masís, pero él se escudó en su condición de imputado. Les dijo textualmente: “No puedo referirme al tener que ver con el tema de la pista”. ¡Qué descaro! Se puso a resguardo, buscando excusas para evitar contestar las preguntas incómodas. Claramente, él sabe más de lo que quiere aparentar.
Este caso ha generado mucha controversia y ha puesto en evidencia las debilidades del sistema de control y transparencia en nuestro país. La ciudadanía exige respuestas claras y justicia para los responsables. La confianza en las instituciones está por los suelos, y es urgente tomar medidas para recuperar la credibilidad y garantizar que no vuelva a ocurrir una situación así. Este brete nos demuestra que tenemos mucho que mejorar en términos de ética pública y rendición de cuentas.
Así que dime, chunche: ¿crees que el director de Aviación Civil está siendo sincero al negarse a cooperar con la investigación? ¿Será que teme que salga a relucir más información comprometedora? ¿O será que realmente está respetando su derecho a guardar silencio como imputado? ¡Vamos a ver qué piensa la masa sobre este mamarracho!
